Manuel Vilar, el niño de 18 meses resucitado por intercesión de Santa Maravillas de Jesús

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+ El testimonio en vídeo de los padres, familiares y personal médico que cuentan como vivieron los acontecimientos y como rezaron para que se produjera el milagro

2 de marzo de 2011.- El pequeño Manuel Vilar -en la fotografía de la izquierda-, de apenas un año y medio de edad, desapareció de la vista de los mayores una fría tarde de julio de 1998 en la quinta de sus tíos, cerca de la localidad entrerriana de Nogoyá. Los peores presagios comenzaron a ganar a todos a medida que pasaba el tiempo y el chico no manuel_vilar.jpgaparecía. Hasta que lo encontraron en la pileta llena de agua estancada, boca a bajo, inmóvil, sin ningún signo vital. "Manuelito estaba frío como un mármol y pesado por el agua que había tragado, con una baba blanca que le salía de la boca", recuerda hoy su mamá, Alicia Silio de Vilar. Su hermana, con algún conocimiento médico, confirmó lo peor: "No tiene pulso".

En una carrera desesperada, lo llevaron al hospital San Blas de Nogoyá, donde el médico de guardia constató la ausencia de signos vitales. No había latidos cardíacos ni respiración. De todas formas, inició los auxilios de práctica para un ahogado. En el pasillo, Alicia empezada a aceptar que su hijo estaba muerto. Fue entonces que por sugerencia de una amiga comenzó a rezarle a la Madre Maravillas, una carmelita española con fama de milagrosa que murió en 1974. Alicia había escuchado hablar de ella en el monasterio carmelita de Nogoyá. Incluso, años atrás le había rezado para que su marido consiguiera trabajo, gracia que la monja le concedió.

Recordó la oración a la Madre Maravillas y comenzó a serenarse. Sintió que la monja carmelita le daba la certeza de que Manuelito se salvaría. Llegó a serenar a los que los rodeaban, quienes creyeron que estaba sufriendo un trastorno por el golpe emocional que había recibido. El padre, la madre, dos tias de Manuel, una enfermera y quienes lo vivieron de cerca cuentan el testimonio en un vídeo de 46 minutos de duración que no deja a nadie indifernte.

A los 35 minutos de haber iniciado los ejercicios de resucitación, el médico comunicó que el chico vivía, pero que, en el mejor de los casos, quedaría en estado vegetativo por todos los minutos que no respiró. Manuelito fue inmediatamente trasladado al hospital San Roque, de Paraná, con respirador artificial. Al llegar, los médicos vaticinaron que, muy probablemente, Manuel no pasaría la noche.

Pero 19 horas después, ocurrió algo asombroso: el chico, todo entubado, se incorporó en la camilla, se sacó el catéter y comenzó a llamar a la madre. Dos días después, el chico fue dado de alta sin que presentara secuela alguna. "Los médicos no lo podían creer", cuenta Alicia. Pero ella estaba segura de que la vuelta a la vida de Manuel había sido producto de un milagro por intercesión de la Madre Maravillas. De hecho, el caso fue presentado ante el Vaticano para que se estudiara si efectivamente fue un hecho milagroso y así posibilitar la canonización de la Madre Maravillas. En 2001, una junta médica confirmó que se trató de un hecho "inexplicable para la ciencia".

 

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