22 ex drogadictos recuperados por el Señor explican su conversión en la Comunidad Cenáculo

henri0-anniv-ld-09-2.jpg

* Su cambio ha sido posible con oración, trabajo y convivencia fraternal durante algunoshenri0-anniv-ld-09-2.jpg años 

* El padre Carlos García Malo narra su testimonio de como ha vivido, colaborando con la comunidad, la recuperación de los jóvenes: «conocí un ex drogadicto italiano, de Turín, llamado David. Me contó su testimonio, cómo en el Cenáculo dejó la droga. Hoy está felizmente casado, tiene dos niños. Pinta iconos, los vende, le encargan vía crucis, rosarios… aprendió a pintar iconos en el Cenáculo”

26 de marzo de 2010.- Carlos García Malo, sacerdote de la diócesis de Madrid y asesor espiritual de la Comunidad Familia, Evangelio y Vida, de 41 años, nunca pensó que dedicaría buena parte de su ministerio a combatir la droga y ayudar drogadictos. “Me parecía que no era para mí, muy difícil… hasta que conocí la Comunidad del Cenáculo”, nos explica. El padre Carlos es quien ha ayudado conjuntamente con los amigos del Cenáculo a propiciar que la Comunidad tenga previsto abrir una casa en la Diócesis de Terrassa, España, después de años de colaborar con ella en tareas de atención espiritual y sacramental. El padre Carlos García Malo  explica para Escuchar la Voz del Señor su testimonio de como viven los jóvenes en la comunidad su camino de recuperación y sirve de pórtico para poder entender a los 22 jóvenes que han visto como su vida cambiaba radicalmente y lo cuentan para la gloria de Dios. 

 El padre Carlos García Malo cuenta que conoció la Comunidad del Cenáculo “providencialmente. Durante 15 años he ido a Lourdes cada año, a ayudar en diversas tareas. Pasando una temporada de 20 días, conocí un ex drogadicto italiano, de Turín, llamado David. Me contó su testimonio, cómo en el Cenáculo dejó la droga. Hoy está felizmente casado, tiene dos niños. Pinta iconos, los vende, le encargan vía crucis, ra2_106.jpgosarios… aprendió a pintar iconos en el Cenáculo”.

El Cenáculo lleva funcionando 25 años. De 56 casas que tiene la comunidad, el padre Carlos García Malo ha estado en 12 o 14, las que Sor Elvira ha fundado en Italia y en Francia. Suelen ser granjas, terrenos amplios donde los chicos puedan trabajar en talleres, en cosas físicas.

 “Las casas pueden variar por país y lugar, pero el estilo de vida es el mismo. Oración, trabajo y revisión de vida. A las 6 de la mañana se levantan a rezar parte del rosario ante el Santísimo. Sor Elvira no abre una casa sin Santísimo. Después de comer, se reza la segunda parte del rosario. Y la tercera, al caer la tarde. Con el rosario se lee el evangelio y se comenta. Y antes de dormir, se reza la Corona de la Misericordia. Pero lo más importante es que hay adoración perpetua 24 horas al día. Siempre hay dos chicos (o chicas, si es una casa femenina) ante el Sagrario de cada comunidad. Creo que eso, la adoración, es el gran acierto de Sor Elvira, una mujer muy sencilla, que tuvo que dejar los estudios, la menor de 9 hermanos” asegura con una contundente convicción el padre Carlos

Para cualquier persona es muy difícil de imaginar que un chico drogadicto pueda llegar a aceptar libremente a una Comunidad para dejar la droga o cualquier tipo de adicción. El padre Carlos García Malo explica la experiencia que vive un joven cuando ingresa en una fraternidad del Cenáculo:“Cuando un chico o chica llega a una casa del Cenáculo entra y ve jóvenes como él, pero los mira a los ojos y entonces ve una luz que él no tiene. Así me lo dijo un chico al entrar: «Veo que la mirada de estos cjuan0-6_09-juan.jpghicos de aquí es distinta a las miradas que veía en la calle, me cuesta creer que hayan estado en la droga. Nada más llegar, le ponen un “ángel de la guarda”, un chico que ha estado en la droga. Será su sombra, no le dejará ir solo ni al lavabo ni a dormir. Estará con él en los momentos de mono y desesperación y no le dejará drogarse. Y no puede engañarlo, porque ya se sabe todos los trucos del drogadicto. Este “ángel” lo tendrá pegado entre 2 y 4 semanas, según como responde el novato”.
En la fotografía de la izquierda vemos a Juan, un chico español que se ha recuperado en la Comunidad Cenáculo y que lleva años orando para que pueda abrirse la casa en España

Aunque parezca extraño, de los jóvenes que son aceptados para hacer la experiencia pocos se marchan de la casa, pese a que nadie se lo impide. Antes de entrar en un un proceso de prueba que suele durar una semana se les explica a quienes quieren recuperarse en qué consistirá la experiencia y como se desarrollará. Pero cualquier persona puede preguntarse: ¿Cómo  es posible que un drogadicto acostumbrado a hacer lo que quiere se adapte a estar acompañado las 24 horas? El padre Carlos ha escuchado de centenares de chicos de la Comunidad Cenáculo la explicación:   

“Se queda únicamente por el cariño y la verdad de la comunidad. Puede irse cuando quiera. Pero no engañar. Cuando yo empecé a combatir la droga los mismos chicos me decían «nunca des dinero a un drogadicto; cómprales comida, pero no les des dinero». Y suena duro decirlo, pero si tu hijo está enganchado, has de echarlo de casa. ¿Es duro, verdad? Si lo echas, quizá morirá en las calles. Pero si no lo echas morirá igual y arruinará a la familia, material y emocionalmente. La droga destruye a todos los que le rodean. Una madre me decía que si le daban un papel para firmar la muerte de su hijo la firmaba, cansada de luchar”.

El Cenáculo ayuda a los chicos, pero los padres pueden también ayudar al Cenáculo. En Italia hay grupos de padres que se apoyan unos a otros, y envían sus hijos o más chicos a la Comunidad. Se encuentran semanalmente, este encuentro se llama “coloquios”.

Cenáculo no cobra ninguna tarifa por acoger ni mantener chicos. Vive de providencia, recoge comida, ropa, pero no dinero. Los padres y amigos de la comunidad ayudan. Algunos, por ejemplo, prestan grúas para la construcción o regalan los materiales, cemento…

El trabajo tiene una importante papel en la Comunidad Cenáculo:”»Servir es reinfestadellavita.jpgar» dice Sor Elvira. Mediante el trabajo me dignifico, sirvo a los demás y me desarrollo yo. Me dignifica cualquier trabajo, desde limpiar lavabos o poner la mesa hasta trabajos mayores que llegan ampliamente a la sociedad”, comenta el padre Carlos García Malo, que todos los años acostumbra a participar de la Fiesta de la vida que la Comunidad celebra en la casxa madre en Italia, un momento de la cual puede verse en la fotografia de la derecha.

Precisamente por la misión esencial de recuperar jóvenes de las adicciones en las casas del Cenáculo el joven que entra sabe que debe rechazar tabaco y alcohol e incluso vino. “¡El vino de misa está bajo llave!” exclama el padre Carlos que lo ha comprobado en todas las fraternidades que ha estado

No hay un tiempo estipulado para que la Comunidad Cenáculo decida que un joven está totalmente recuperado. El padre Carlos García Malo precisa que “el proceso puede durar de 3 a 6 años, depende de su fortaleza como persona y si comprende el método. Entonces recibe la bendición de sor Elvira para volver a la vida de trabajo. Los amigos de la comunidad le ayudarán en el mundo exterior. Hay un seguimiento para ayudarles a incorporarse en la sociedad. Se les ayuda a buscar trabajo. Se mantienen, si quieren, encuentros con la comunidad. Algunos, ya felizmente casados, no tienen más trato con la Casa que el agradecimiento”.

La forma de vida del Cenáculo es en un 90% eficaz para los que acaban el proceso, no para todos los que entran. Acaban el proceso un 70-90% de los que empiezan. Estos jóvenes tienen necesidad de testimoniar, dan testimonio a otros chicos de que Cristo les ha dado la vida; el lema de la comunidad es «de las tinieblas a la luz». No hay vida sin cruz, sin sacrificio, sin entrega, sin renuncia a uno para dar vida a los demás.

PARA LEER MÁS TESTIMONIOS PINCHAR EN LOS SIGUIENTES ENLACES Y EN LAS FOTOGRAFIAS:

* Henri, joven belga de 30 años, recuperado por el Señor de su drogadicción en la Comunidad Cenáculo

* El P. Ivan rescatado por Cristo de la droga es sacerdote en la Comunidad Cenáculo

* Konrad, 23 años: «He hecho un camino interior para sanar los motivos por los que me drogaba»

 
Fabrizio

 
Gianluca

 
Juan

 
Luca

 
Piero

 
Silvio

 

 
Santiago

 
Valentina

 
Matea

 
Natasha

 
Andrea

 
Lena

 
Ewelina

 

 
Viktorjia

 

 
Michele

 
Luca G.

 
Matteo

 
Silvia

 
Pamela

Para contactar en España con la Comunidad Cenáculo:
Amigosdelacomunidad@gmail.com 

Por teléfono con los Amigos de la Comunidad Cenáculo:  696 92 30 44

Por teléfono con el P. Carlos García Malo:  607 08 88 19

La web de la Comunidad Cenáculo:  PINCHA AQUÍ

 

 

 

 

Comentarios 0

Esta web utiliza cookies propias para su correcto funcionamiento. Contiene enlaces a sitios web de terceros con políticas de privacidad ajenas que podrás aceptar o no cuando accedas a ellos. Al hacer clic en el botón Aceptar, acepta el uso de estas tecnologías y el procesamiento de tus datos para estos propósitos. Más información
Privacidad