Jack Sullivan curado de una grave dolencia de la columna por intercesión del cardenal Newman

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* Deseaba llegar a ejercer de diácono y oró así: «Por favor, cardenal Newman, ayúdame a caminar, de modo que yo pueda regresar a mis clases y ser ordenado»

* Este es el milagro que ha hecho posible la beatificación del cardenal John Henry Newman, que ha presidido el Papa Benedicto XVI este pasado domingo 19 de septiembre y se ha celebrado en el transcurso de una Misa en Birmingham, como acardenal_newman_y_jack_sullivan_diacono.jpgcto central de su visita al Reino Unido, y en la que Jack Sullivan ha proclamado el evangelio ante 70.000 personas

* Sullivan afirma que «la gente hoy quiere decidir por sí misma lo que está bien o mal. Quieren ser autosuficientes, en vez de dejar a Dios lo que es de Dios. Este tipo de autosuficiencia puede llevar a un gran mal. La beatificación es una forma de recordar a la gente que Dios es Dios, nuestro Creador y que quiere atraernos hacia Él»

23 de septiembre de 2010.- Uno de los cuatro diáconos que han participado en la Misa de beatificación del Cardenal John Henry Newman en Birmingham este pasado domingo 19 de septiembre, evento central de la visita del Papa Benedicto XVI al Reino Unido, es Jack Sullivan, un juez estadounidense de 71 años de edad que inexplicablemente superó una grave dolencia de columna por intercesión del nuevo beato. Jack Sullivan ha sido quien ha proclamado el evangelio durante la Eucaristía de beatificación ante 70.000 personas.

Jack Sullivan ha explicado en varias ocasiones como sucedió el milagro. Reproducimos el testimonio que dió en noviembre del año pasado en Birmingham, en donde se ha celebrado la beatifcación.

(Escuchar la Voz del Señor) Los doctores le habían dicho que estaba «a punto de la parálisis total» debido a que sus vértebras lumbares le estaban presionando la espina dorsal. Incluso después de una operación realizada en Boston en agosto de 2001, la protección que habían colocado alrededor de la espina dorsal se había retorcido de manera fatal, lo que le producía un «dolor increíble». Los doctores le dijeron que le llevaría entre ocho meses y un año poder volver a andar.

newmandeacon-jack-sullivan-with-book-booklet-8-nov-901x1024.jpgSullivan afirma que estaba molesto por el pronóstico, ya que había estudiado durante tres años para ser diácono de la archidiócesis de Boston y quería ser ordenado al año siguiente. Rezó con estas palabras: «Por favor, cardenal Newman, ayúdame a caminar, de modo que yo pueda regresar a mis clases y ser ordenado».

«De repente, -continua narrando- sentí una tremenda sensación de calor, muy, muy cálido y una sensación de hormigueo en todo mi cuerpo. Eso fue muy fuerte y duró mucho tiempo. También sentí una sensación de alegría y de paz que nunca había experimentado antes en mi vida y un sentido de la presencia de Dios y no tenía fuerza de voluntad. Yo estaba allí de pie y todas estas cosas estaban ocurriendo en mí. Yo no tenía ningún control y luego desarrollé un sentido de confianza y determinación de que finalmente podía caminar, sin siquiera dar un solo paso».

«La siguiente cosa que hice fue gritarle a la enfermera: “No tengo más dolores”, mientras que justo antes estaba agonizando. Caminé fuera de la habitación para asombro de todos, recorriendo los pasillos y la planta del hospital. Creí que lo que estaba experimentando era el paraíso».

Y añade: «El dolor me abandonó y salí lleno de alegría y con la seguridad de que algo especial me había sucedido». No es que pudiera andar, es que se movía tanto que las enfermeras tuvieron que decirla más de una vez que se lo tomara con calma.

«Estaba disfrutando de andar más de lo que cualquiera podría pensar», asegura al tiempo que explica: «Miré por la ventana. Pude ver las ruinosas viviendas de Mission Hill en Boston y para mí eran como castillos de oro. Así es como me sentía».

Los médicos que han estudiado el caso determinaron que Sullivan había recuperado la capacidad de un hombre de 30 años. Estaban desconcertados por la recuperación y, tras las pruebas finales, en octubre reconocieron que no había una explicación científica. Es en ese momento, cuando Sullivan se decide a escribir a fray Paul Chavasse, el postulador de la causa de beatificación del cardenal Newman y preboste newmansullivan1.jpgdel oratorio de Birmingham.

El 14 de septiembre de 2002, el día en que Sullivan fue ordenado diácono, recibió la notificación de que su caso había sido elegido por los padres del oratorio como el milagro que hiciera posible la beatificación del cardenal Newman. «Para mí eso fue un signo de que el proceso había transcurrido de forma maravillosa», asegura. «Los efectos de mi curación están presentes en mi ministerio, que es de gratitud», asevera. «¿Cómo podría ser de otra manera? He recuperado mi vida».

El mes de Julio del año pasado, el papa Benedicto XVI anunció la beatificación del cardenal Newman después de que la Congregación para las Causas de los Santos decretara que la curación de Sullivan fue resultado de la intercesión del prelado inglés.

 Sullivan afirma que «la gente hoy quiere decidir por sí misma lo que está bien o mal. Quieren ser autosuficientes, en vez de dejar a Dios lo que es de Dios. Este tipo de autosuficiencia puede llevar a un gran mal. La beatificación es una forma de recordar a la gente que Dios es Dios, nuestro Creador y que quiere atraernos hacia Él». 


Si quieres leer más sobre el cardenal Newman:

* El relativismo en religión: La estratagema más inteligente del Enemigo / Por cardenal J. H. Newman

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