A Crystal Kelley la contrataron de vientre de alquiler y después le pidieron que abortara pagándole 10.000 dólares, pero se fuga, nace la niña y la entrega en adopción

Una  pareja americana le pagó 22 mil dólares para gestar a su hija. Sin embargo y luego de saber que la bebé tenía labio leporino, paladar hendido, un quiste en el cerebro y complicaciones en el corazón, quisieron abortarla

11 de marzo de 2013.- (ACI / Camino Católico)  Tras contratar a Crystal Kelley para que les alquile su vientre para gestar a su bebé, una pareja estadounidense intentó pagarle 10 mil dólares más para que se someta a un aborto al enterarse de que la pequeña tenía una serie de males congénitos.

Hace pocos días, el portavoz y secretario general de la Conferencia Episcopal Española (CEE), Mons. Juan Antonio Martínez Camino, advirtió que el alquiler de vientres para gestar un bebé es un “tratamiento injusto”, porque “los seres humanos no son objeto de producción, no son cosas que se producen ni reses que se reproducen. Una persona es justamente acogida en el mundo cuando es la unión de dos personas en cuerpo y alma, eso es lo justo y lo digno”.

Según reveló CNN, Kelley, necesitada de dinero por estar desempleada, fue contratada por un matrimonio cuya identidad no ha sido revelada. La pareja le pagó 22 mil dólares para gestar a su hija. Sin embargo y luego de saber que la bebé tenía labio leporino, paladar hendido, un quiste en el cerebro y complicaciones en el corazón, quisieron abortarla.

Kelley rechazó la idea y el dinero que le ofrecieron, 10 mil dólares más. “Les dije que no podía hacerlo. Yo era la que sentía sus patadas, sus movimientos. Era una luchadora y yo iba a luchar por ella”, asegura.

La pareja no identificada ha tenido otros hijos a través de fertilización in vitro. Al tener dos embriones congelados decidió pagarle a la joven para tener un hijo más. La implantación se realizó en octubre de 2011 y poco después supieron que tendrían una niña. Tras una inicial alegría por el éxito de la implantación, la relación entre Kelley y los padres que la contrataron se tornó hostil al aparecer las señales de las complicaciones en la salud de la pequeña. Al no poder obligarla a abortar, los padres de la niña le dijeron a Kelley que al nacer la abandonarían y la dejarían en manos del estado.

Crystal Kelley aseguró que “no podía permitir que se convirtiera en uno de esos niños discapacitados que son olvidados y se pierden en el sistema”, por lo que, en secreto, abandonó el estado de Connecticut rumbo a Michigan, donde la legislación establecería que ella era la madre de la bebé.

Debido a su difícil condición económica, Kelley decidió que la niña necesitaba una familia que la pudiera cuidar, y la otorgó en adopción a una pareja conocida, que le brindó su apoyo emocional durante ese tiempo difícil. A pesar de que según los especialistas, aún si la niña supera sus problemas médicos hay un 50 por ciento de posibilidades de que no pueda caminar, hablar o usar sus manos normalmente, sus padres adoptivos aseguran que “se despierta cada mañana con una sonrisa contagiosa”. “Ella saluda a su mundo con un constante sentido del entusiasmo”, aseguró su madre adoptiva. “En última instancia, nos aferramos a la fe de que dándole amor, oportunidad, estímulo,  a la bebé, ella será la que nos mostrará lo que es posible para su vida y lo que ella es capaz de lograr”, dijo.

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