Bafétimbi Gomis, el delantero francés devoto de la Virgen de Lourdes que no cayó en la delincuencia porque iba a catequesis

“Yo salí de todo eso gracias a la fe. Todos los miércoles, en vez de deambular por la calle, aprendía la palabra de Dios. Y era importante. Recuerdo una frase subrayada en mi nuevo testamento: ‘pedid y se os dará’ y esto me dio mucha fuerza. El obispo de Saint-Étienne, Dominique Lebrun, actualmente arzobispo de Rouen, me acompañó en la fe. Fue muy importante para mí. Él me ayudó a creer. Me dio algunos libros. Tengo un gran respeto por los obispos y los sacerdotes. Ellos son como mis entrenadores espirituales”

19 de febrero de 2017.- (J. L. / Religión en Libertad  Camino Católico)  Bafétimbi Gomís, delantero de futbol francés de padres senegaleses nacido hace 31 años en el distrito de Toulón, no tiene vergüenza para hablar de su fe. Actualmente juega en el Olympique de Marsella pero anteriormente lo hizo en el Olympique de Lyon y en el Swansea inglés.

Gomis, delantero que también ha sido internacional, da las gracias a sus padres por haberle transmitido la fe, algo “que ha significado mucho para mí, tanto en mi vida en el fútbol como en mi vida como persona”.

En una entrevista en L´1 Visible recordaba que en su adolescencia cometió errores como muchos de los que se criaron en su barrio. Muchos de sus amigos acabaron delinquiendo y ahora están en la cárcel. “Yo salí de todo eso gracias a la fe”, afirma tajantemente.

¿Cómo se salvó de caer en lo mismo que sus amigos? La catequesis. Eso fue lo que le sacó de ese ambiente. “Todos los miércoles, en vez de deambular por la calle, aprendía la palabra de Dios. Y era importante. Recuerdo una frase subrayada en mi nuevo testamento: ‘pedid y se os dará’ y esto me dio mucha fuerza”.

Y según crecía rezaba ser buena persona y jugador profesional. Tras haber conseguido lo segundo, ahora quiere ayudar a todas esas personas que le ayudaron, “trato de mantener mi promesa, me siento en deuda”.

Al igual que ha tenido entrenadores que han sido importantes para llegar a la élite del fútbol, Gomis también recuerda la importancia de sus ‘otros’ entrenadores. Especialmente recuerda al entonces obispo de Saint-Étienne, Dominique Lebrun, actualmente arzobispo de Rouen. En su etapa de jugador en esta ciudad el prelado“me acompañó en la fe. Fue muy importante para mí. Él me ayudó a creer. Me dio algunos libros. Tengo un gran respeto por los obispos y los sacerdotes. Ellos son como mis entrenadores espirituales”.

La Virgen María también tiene un papel importante en su vida. “Voy a menudo a Lourdes con mi madre, si no, tengo una pequeña capilla en casa donde rezo. Esto me alivia”, asegura el delantero francés.

Y al igual que sus padres le transmitieron la fe, él lo hace con sus hijos. “Una buena educación es el 80% de una vida exitosa y para mí es a través de la fe”. Por ello, no quiere despegarse de la realidad y sigue cenando en Nochebuena con sus padres yendo a la Misa del Gallo. Y confiesa que su sueño es “poder ayudar a los demás a través de mi fe”.

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