Stefan vivía sin Dios, pero una caída de 50 metros desde un ala delta le hizo pensar y clamar: «Si existes, no quiero volver aLeer Más
Esta web utiliza cookies propias para su correcto funcionamiento. Contiene enlaces a sitios web de terceros con políticas de privacidad ajenas que podrás aceptar o no cuando accedas a ellos. Al hacer clic en el botón Aceptar, acepta el uso de estas tecnologías y el procesamiento de tus datos para estos propósitos.
Más información