David MacDonald, ex actor y músico de  Broadway, se hundió en las drogas, el alcohol y el sexo, hizo abortar a dos hijos, se quedó sin voz y Cristo salió a su encuentro

* «Accidentalmente dejé mi casa cerrada por dentro y me quedé afuera. Caminé por el vecindario pensando qué podía hacer. Golpeé la puerta de la rectoría de la parroquia de St. Mary y el padre Bob Bedard me alojó durante tres noches. Hablamos y cuando escuchó toda mi historia de Montreal, me dijo que necesitaba ser alimentado espiritualmente. Me invitó al grupo de oración e inicié mi seguimiento de Cristo… Dios nunca deja de sorprenderme con sus planes. No tenemos ni idea de lo que quiere hacer con nosotros, pero esperamos y oramos para que seamos fieles a Él durante el tiempo que tengamos de vida»

Camino Católico.-  El artista canadiense David MacDonald, nacido en 1961, en Ottawa, que brilló  en Broadway en Nueva York, Estados Unidos, como actor, compositor, productor e intérprete, tuvo que quedarse mudo para llegar a abrazar la fe católica en 1995. En plena juventud, con la fama que alcanzó se cegó por la idolatría a sí mismo, se sumergió en las drogas, alcohol y el sexo, llegando incluso a decidir el aborto de sus dos hijos.

Vivió su infancia en un barrio pobre de la ciudad canadiense de Ottawa, siendo el menor de 4 hermanos. Tenía talento de actor y a los 19 años lo dejó todo para alcanzar la fama marchándose a Nueva York, donde trabajo como músico en locales nocturnos y en las estaciones de metro para comer.

David MacDonald, aclamado por el público

Carrera hacia la fama con alcohol, drogas sexo y aborto

«Fue entonces cuando la inocencia se había esfumado, la vida impura comenzaría a dar sus frutos. Era solamente el principio, el pre anuncio de lo que mi falta de castidad llegaría a costarme. Yo entendía el sexo como algo que haces por diversión.

David MacDonald, se hundió en las adicciones en medio de su éxito

Salía con una chica que había conocido cuando tocaba en el Central Park. Después de un embarazo inesperado, la ´ayudé´ a arreglar las cosas para abortar. Esto la afectó verdaderamente, pero estábamos seguros que un bebé no era algo bueno para nosotros en ese momento ya que ella era estudiante de danza y yo estaba en pleno ascenso en la escalera del mundo del entretenimiento. Ambos estábamos locos por el éxito», relata.

En su carrera por ser famoso -afirma- no había espacio para la culpa. Pronto vería frutos logrando éxito como actor de reparto en películas de las compañías Paramount y Columbia Pictures. Más tarde, obtuvo el rol más importante de su trayectoria: ´Gato Rock & Roll´ en el musical de ´Cats´ en la gira de la agrupación por los Estados Unidos. «Estuve en todas las fiestas de Nueva York, codeándome con toda la gente famosa, drogándome y bebiendo con ellos. Los representantes me decían ´vas a ser una estrella´ y yo les creía».

Las luces de Broadway lo cegaban. Consumía drogas hasta el hartazgo haciendo del hedonismo una norma de vida. «Todo lo que tocaba yo lo hacía oro», recuerda. En ocasiones, inquieto por su futuro, intentaba cambiar de vida, pero no levantaba cabeza y la promiscuidad seguía causando estragos.

Como no tenía límites, decidió que su pareja se realizara un segundo aborto. «Había conocido a una chica que era médico y bailarina profesional de un conocido grupo de danza. Una noche me contó que estaba embarazada. Acordamos que era inconveniente tener un bebé porque estábamos ´edificando nuestras carreras´ y lo matamos». Con dolor relata David, «del éxito como bailarines pasamos al desequilibrio emocional. Después del aborto, un vacío nos inundó y al igual que muchas parejas que abortan, tiempo después rompimos».

Desorden alimenticio, úlcera de garganta y tres años sin voz 

A los 24 años David caía en picada. Las drogas y su vida licenciosa empezaron a cobrar el precio. «Mi aspecto era desastroso, el demonio me había tomado. Había caído en un desorden de alimentación. Me enfermé gravemente con una úlcera en la garganta. El doctor me dijo que no debería hablar por tres semanas. Fui soberbio, y seguí cantando. Luego mi voz se fue por completo».

De esta manera se esfumaba el sueño de ser el mejor en Broadway. «No pude hablar durante tres años. Me comunicaba por escrito con papel y lápiz. Los efectos del aborto evaporaron mi carrera. Caí en depresión. Estaba solo con mi mente miserable. No podía hablar más de diez minutos por día».

David MacDonald en una actuación

Iba a encontrarse con un Gurú de la New Age pero topó con una Iglesia

Abatido, MacDonald se deshizo de sus pertenencias y regresó a Canadá. El proceso de transformación vendría de la mano con la desorientación que lo ahogaba en el recorrido del autobús que llevaba su humanidad de regreso. «Iba a Montreal a encontrarme con un Gurú, famoso de la New Age, que me iba a dar un nuevo nombre, a rescatarme. Pero cuando tomé el autobús me perdí y me bajé en cualquier lado. Miré alrededor y vi una iglesia gigantesca, era la basílica del Oratorio San José, quedé paralizado por su belleza y  majestuosidad».

Un grupo de ancianas estaba adornando la imagen de Jesús en el templo. Este gesto conmovió a David y en el momento pensó «¡Estas mujeres tienen fe!». Su devoción impulsó a que más tarde regresara a Ottawa, lugar donde decidió seguir a Cristo.  «Accidentalmente dejé mi casa cerrada por dentro y me quedé afuera. Caminé por el vecindario pensando qué podía hacer. Golpeé la puerta de la rectoría de la parroquia de St. Mary y el padre Bob Bedard me alojó durante tres noches. Hablamos y cuando escuchó toda mi historia de Montreal, me dijo que necesitaba ser alimentado espiritualmente. Me invitó al grupo de oración e inicié mi seguimiento de Cristo. Comencé a ir a misa en 1989, a rezar el rosario diario en 1991 y me hice católico en 1995».

Desde el año 2000 el restaurado y converso David lleva a cabo un noble proyecto de inclusión social para personas discapacitadas. Iniciativa que además le permitió reencontrarse con la música. «Una historia de diez años fuera de la música y el milagro de darme una carrera en tecnología para personas con discapacidad, me ayudó a superar mi propia discapacidad». Su testimonio ha sido ejemplo para movimientos que defienden la vida en Estados Unidos y ha participado en importantes encuentros católicos en Iberoamérica. La vida de MacDonald tiene un nuevo giro, desde el 1° de enero de 2011 cuando se casa con Kristen, una evangélica convertida al catolicismo. «Dios -dice concluyendo- nunca deja de sorprenderme con sus planes. No tenemos ni idea de lo que quiere hacer con nosotros, pero esperamos y oramos para que seamos fieles a Él durante el tiempo que tengamos de vida».

David MacDonald, ex actor de Broadway en «Cats», relata el infierno que sufrió cuando su novia abortó


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