Doctor Fernando García-Faria, presidente de Médicos Cristianos de Cataluña: “En España se hacen eutanasias aunque no está legislado jurídicamente”

“Y a veces sólo puede saberlo el médico que ha atendido al paciente. La eutanasia pulula por todas partes. Depende de los grupos que hagan atención paliativa, esta práctica se llevará hacia un lado o hacia el otro. todo está en función de lo que yo quiero hacer, de la dosis que utilizo de fármacos. Por ejemplo, dar morfina para controlar síntomas físicos de un paciente terminal es positivo. La cantidad de morfina que uses puede llevar a la muerte, puede ser una sedación paliativa reversible o bien irreversible hacia la muerte. Hay matices importantes”

4 de octubre de 2014.- (Patricia Navas González / Aleteia / Camino Católico)  “Se hacen eutanasias que no salen a la palestra. Aunque no esté reglada ni legislada jurídicamente se hace continuamente. Y a veces sólo puede saberlo el médico que ha atendido al paciente”. Lo afirma el presidente de la Asociación de Médicos Cristianos de Cataluña, Fernando García-Faria en la siguiente entrevista a  Aleteia, en la que denuncia la instrumentalización del Código Penal por parte de los grupos políticos dirigentes y la violación de los protocolos.

¿Ustedes tienen constancia de que en Cataluña se esté aplicando el protocolo de señalar a los pacientes que los médicos crean que morirán durante los próximos 12 meses?

– Sí, desde hace unos meses. Yo sobre todo conozco lo que se hace en atenciones paliativas. Cuando un paciente tiene una vida determinada y se prevé que fallezca antes de que pase medio año, se le llama paciente terminal. Entonces las atenciones que se le proporcionan son de cuidados paliativos porque el paciente no tiene posibilidad ninguna de resolver su problema de salud. La atención paliativa significa control permanente de síntomas físicos y psíquicos del paciente y de su familia.

¿Es posible predecir cuándo va a morir una persona?

– Hay diagnósticos, la estadística nos dice que determinados cánceres como el de páncreas, por ejemplo, limitan  mucho la vida. Aunque sé de pacientes que se mueren muy rápido y otros duran más, es variable. Pero se consideran estos tiempos de entre 6 meses y un 1 año para los pacientes con diagnóstico infausto, sin posibilidad de corrección ni recuperación.

Yo tuve un paciente que tenía posibilidades muy escasas de vivir, un 1% de posibilidades, y me dijo: “Es muy poco, ¡pero si me toca este 1% me toca el 100%!”. También influye la actitud del paciente y del grupo que le atiende, su respeto a la vida y a la dignidad humana.

– ¿Cómo valora este protocolo de marcar a los pacientes?

– El hecho de que se marque a un paciente de este tipo, desde mi punto de vista no es negativo. Significa sólo que en todos los lugares donde este paciente pueda ser atendido, se le reconozca este diagnóstico de que se prevé su muerte en un periodo concreto. Dependiendo del equipo médico que se ocupe de ese paciente, se le atenderá de una forma o de otra: proporcionándole unas atenciones paliativas o simplemente facilitándole la eutanasia.

Es un arma de doble filo. Si vivimos en un país donde se está por la vida y la atención al paciente en las últimas semanas y meses de la vida, es un aspecto positivo. Pero puede ser negativo: hay grupos que provocarán una eutanasia. El Estatuto de Cataluña deja abierta la puerta al aborto y a la eutanasia. Un país que incluya estas dos realidades tan concretas y nefastas no tiene ningún futuro.

– ¿Esta práctica puede suponer un paso adelante hacia la eutanasia?

– La eutanasia pulula por todas partes. Depende de los grupos que hagan atención paliativa, esta práctica se llevará hacia un lado o hacia el otro. Puede ser muy positivo, en el sentido de se atienda a necesidades de todo tipo -personales, físicas, espirituales, propias y de la familia-, pero puede, dependiendo del grupo que atienda a este paciente, llevarle a la eutanasia.

Por ejemplo, dar morfina para controlar síntomas físicos de un paciente terminal es positivo. La cantidad de morfina que uses puede llevar a la muerte, puede ser una sedación paliativa reversible o bien irreversible hacia la muerte. Hay matices importantes.

El hecho de paliar un dolor físico y psíquico puede facilitar la aceleración hacia la muerte, eso no es eutanasia. Un buen objetivo puede llevar a otro que no lo sea, el objetivo es bueno, y eso no es eutanasia.

– ¿Actualmente qué atención están recibiendo los pacientes terminales en Cataluña?

– La atención a pacientes terminales y de cuidados paliativos en Cataluña está muy extendida y desarrollada, y se realiza con excelencia en muchos lugares. De España, es el lugar donde se está trabajando mejor en este sentido. Pero hay grupos de todo tipo. La atención al paciente en sus cuatro vertientes –biológica, psicológica, social y espiritual- no todo el mundo la proporciona, la variabilidad es tanta como la vida.

El médico que utiliza las drogas de controles de síntomas físicos y psíquicos sabe hasta dónde puede llegar. La dosis que se produce en una sedación terminal de mórficos y psicofármacos puede hacer que ese final de la vida sea reversible o no.

Alguna enfermera nos ha llamado desde un hospital para consultar sobre una pauta irreversible puesta por un médico sin conocer al paciente. Pero es un tema que está soterrado, a veces no se sabe.

Se hacen eutanasias que no salen a la palestra. Aunque no esté reglada ni legislada jurídicamente se hace continuamente. Y a veces sólo puede saberlo el médico que ha atendido al paciente.

Un matiz muy importante es el objetivo de esa sedación y ese control de síntomas físicos y psíquicos. El dolor, la agitación, la ansiedad,… todo esto requiere unos fármacos que pueden hacer que el paciente muera plácidamente sin ser eutanasia, aunque estas dosis puedan acelerar el proceso hacia la muerte. Este acelerar no significa hacer eutanasia.

Por el principio de doble efecto, la muerte llega no porque las drogas la hayan producido, ni ese es el objetivo. Los fármacos se administran para que la agonía sea plácida y serena, y como efecto puede adelantarse también la muerte: es un matiz muy importante.

Pero todo está en función de lo que yo quiero hacer, de la dosis que utilizo de fármacos.

Se puede investigar si esas dosis eran letales por sí mismas y no eran paliativas, sino inductoras y buscaban la muerte, o bien eran puramente para el control de síntomas y la muerte se produce de manera natural.

¿Hay algún tipo de control para evitar la eutanasia?

– En el caso del doctor Luis Montes, se comprobó que había habido unas cuantas eutanasias. Puede ser culpable, se le aplica un indulto y se acabó. El Código Penal se utiliza en función del grupo político que está en ese momento dirigiendo el país. Es así.

Vivimos en este mundo en que la verdad y la mentira se ponen entre interrogantes, el bien y el mal también, porque para muchos no existen. Si sabes cuál es el bien y cuál el mal, tienes claro lo que tienes que hacer; si no, el Código Penal se utiliza.

Por ejemplo, la píldora del día después no cura nada, pero sin receta se puede comprar en la farmacia. Por decisión política. La decisión política está por encima de cualquier protocolo. Se pasa por encima de las leyes. Es terrible. En este caso no hay nadie que sea responsable de la aplicación.

Los protocolos se hacen para defender que el médico tenga una buena praxis pero los protocolos se saltan. Existe la dosificación de morfina y psicofármacos, pero también se salta cuando conviene.

¿Los agentes sanitarios se están viendo presionados por los recortes presupuestarios?

– Desde luego. Hace varios años que se van reduciendo las nóminas y las pagas dobles. Hay recortes en muchos temas, falta de personal,.. esto es así y la situación es difícil desde el punto de vista presupuestario. Hay plantas de hospitales que se cierran, médicos o enfermeras que no renuevan su contrato,… Es la realidad.

Los políticos reparten interesadamente el pastel económico, el dinero que se destina a la parcela sanitaria (así como a la de educación, dos aspectos primordiales para la sociedad).

Los vasos comunicantes son continuos. La decisión política es la que manda en todas las partidas económicas. Y la economía está relacionada también con la política. Se han hecho verdaderas aberraciones, los partidos se venden a quien les da un puñado de votos. 

 

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