El padre Dámaso Ruiz va a las Ramblas de Barcelona a anunciar a Cristo a testigos del atentado terrorista: «Dios actúa en medio del dolor»

* «En la fuente de Canaletas recé ante las velas el Padrenuestro. Muchos lo siguieron y se escuchaban lágrimas. Algunos me dieron las gracias. Esta escena se repitió en diversos memoriales instalados. Un urbano me pidió bendición para él y sus compañeros. Luego me informaron de que intentó salvar a Xavier, el niño de 3 años… Encuentro una silla vacía y me siento con la estola. Un joven me pide que bendiga el lugar “para que no vuelva el mal”. Así lo hago. Le invito a confesarse. En la absolución le cambia la cara y asegura que cambiará de camino… Paseo con una persona sin recursos. Renuncia a un negocio de drogas que le proponían, recordando a su abuela: “trafican con la muerte”»

6 de septiembre de 2017.- (P. Dámaso Ruiz Tintoré / Camino Católico)  A más de dos semanas del atentado terrorista perpetrado por el Estado Islámico en las Ramblas de Barcelona (España), el padre Dámaso Ruiz Tintoré, decidió contar su experiencia al salir a las calles y anunciar a Cristo a quienes presenciaron el suceso que dejó 15 muertos y decenas de heridos. El sacerdote a través de su cuenta de Facebook, narró “que necesitaba hacer algo”  por el bien de las almas. Fue entonces que decidió recorrer las calles el día 23 de agosto, durante dos horas, para confirmar que Dios siempre “actúa en medio del dolor”. Así que decidió dirigirse a las Ramblas de Barcelona y este es su testimonio contado en primera persona:

Tras el atentado del día 17 de agosto necesitaba hacer algo. Como sacerdote vi que era un momento que llamaba a reflexión. El 23 de agosto me dirigí a las Ramblas. Entré en una óptica donde 2 empleados socorrieron a numerosas víctimas. Encontré a uno y le felicité. Pese a lo visto “volvería a hacerlo”. Le bendije.

Oración y consuelo

En la fuente de Canaletas recé ante las velas el Padrenuestro. Muchos lo siguieron y se escuchaban lágrimas. Algunos me dieron las gracias. Esta escena se repitió en diversos memoriales instalados. Un urbano me pidió bendición para él y sus compañeros. Luego me informaron de que intentó salvar a Xavier, el niño de 3 años. Al pasar por el lugar donde falleció recé en silencio ante su foto.

Cambio de vida

Encuentro una silla vacía y me siento con la estola. Un joven me pide que bendiga el lugar “para que no vuelva el mal”. Así lo hago. Le invito a confesarse. En la absolución le cambia la cara y asegura que cambiará de camino. Le doy un rosario entregado por una voluntaria en rehabilitación de indigentes conocida cuando ponía su vela.

Paseo con una persona sin recursos. Renuncia a un negocio de drogas que le proponían, recordando a su abuela: “trafican con la muerte”. Me siento al final del recorrido mortal, en Liceo. Una señora inglesa luterana me abraza emocionada, a lo que respondo: “God bless you”. (Dios te bendiga).

Combatir educando

Vuelvo a Canaletas. Un grupo de profesoras me confía su propósito de esforzarse en la educación y una lo escribe en el suelo: “Como maestra seguiré luchando” por “una sociedad donde el amor triunfe”.

Rezo el último responso. Han sido 2 horas de la noche de las que regreso lleno, con la experiencia de que Dios actúa en medio del dolor.

P. Dámaso Ruiz Tintoré

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