El Papa aprueba el milagro de curación de un cáncer de piel mortal del carmelita Michael Driscoll que hace santo al beato Tito Brandsma, asesinado por los nazis en Dachau

Camino Católico.-  El Papa Francisco ha aprobado la canonización del beato Tito Bradsma, sacerdote carmelita que fue asesinado en el campo de concentración de Dauchau (Alemania) por oponerse al régimen nazi, tal como determina el Decreto de la Congregación para las Causas de los Santos , publicado el jueves 25 de noviembre de noviembre de 2021. El milagro atribuido a su intercesión fue la curación en 2004 de Michael Driscoll, un sacerdote carmelita en Palm Beach (Estados Unidos) al que se le había diagnosticado un melanoma metastásico de los ganglios linfáticos, un cáncer de piel, por el que era altamente probable que falleciera. La Postulación de la Causa del Beato Titus Brandsma presentó a la Congregación de las Causas de los santos la curación milagrosa atribuida a su intercesión

El 9 de marzo de 2004, se le diagnosticó al sacerdote un «melanoma maligno nodular, de al menos nivel anatómico IV». El 30 de julio de 2004 fue intervenido quirúrgicamente. Fue el mismo sacerdote, que entonces era párroco en Boca Ratón, Palm Beach, Florida (Estados Unidos), quien se encomendó al Beato Titus Brandsma. Había conocido de su testimonio cuando estaba en el seminario, por medio de un profesor holandés que había vivido en la misma comunidad que el Beato cuando fue detenido por la Gestapo.

El padre Michael Driscoll llevaba 12 años padeciendo el cáncer de piel cuando supo del mal pronóstico que tenía su enfermedad. Los médicos llegaron a extirpar a Driscoll hasta 84 ganglios linfáticos. Además, tuvo que sufrir 35 días de radioterapia. Sus posibilidades de sobrevivir no superaban el 15 por ciento. Fue entonces cuando espontáneamente rezó al Beato Tito Brandsma e invitó a sus a sus hermanos de comunidad a unirse a las oraciones. También se unieron familiares, feligreses, conocidos y sacerdotes de la Diócesis de Palm Beach.

Según cuenta Driscoll, todo comenzó cuando alguien le regaló una reliquia. Consistía en un pequeño trozo del traje negro de Brandsma.  Cada día él se lo pasaba por la cabeza y rezaba. Las oraciones fueron personales y comunitarias, también con momentos de oración organizados que involucraron a toda la Diócesis de Palm Beach y que continuaron antes, durante y después de la intervención.

Al final, en diciembre de 2017, la diócesis de Palm Beach emitió un comunicado oficial diciendo que los médicos habían certificado que el padre Driscoll se había curado completamente tras 12 años de enfermedad. “La curación de su cáncer de cuarto grado es clínicamente inexplicable según los médicos”, anunció la diócesis.

El beato Titus Brandsma, religioso asesinado en Dachau será declarado pronto santo

Así vivió el nuevo santo según el padre Driscoll curado milagrosamente

El beato Tito Brandsma nació en Países Bajos en 1881, entró en la orden de los Frailes carmelitas y se ordenó sacerdote en 1905.

Inició varias publicaciones, incluida la traducción de las obras de Santa Teresa de Ávila al holandés. En 1923 fue nombrado profesor de filosofía e historia del misticismo en la Universidad Católica de Nijmegen (Holanda), de la que se convirtió en Rector Magnífico. En 1935 fue nombrado asistente eclesiástico de la asociación de periodistas católicos.

Ante el peligro del nacionalsocialismo, en 1942, en nombre del episcopado nacional, visitó las redacciones de los periódicos católicos en los Países Bajos, animándolos a resistir la presión nazi.

Titus Brandsma fue un férreo defensor de la libertad de prensa en Holanda durante la ocupación Nazi. “Él sabía que muchas personas de su propia parroquia tomaban nota de sus sermones para después denunciarlo a los nazis, pero aun así continuaba”, explicó el padre Driscoll. “Era el portavoz de los obispos holandeses. Denunciaba públicamente a los nazis por las presiones contra la prensa católica, los colegios religiosos, la persecución a los judíos… cualquier cosa”, explica el sacerdote milagrosamente curado.

El padre Driscoll con la reliquía del beato Tito Brandsma

Sin embargo, el 19 de enero de 1942, al regresar al convento, fue arrestado y encarcelado en la prisión de Scheveningen. Pasó por varias cárceles hasta que finalmente fue trasladado al campo de concentración de Dachau (Alemania) donde realizó trabajos forzados, hasta que debido a las condiciones inhumanas tuvo que ser ingresado en el hospital del campo de concentración.

Brandsma fue arrestado por negarse a expulsar a niños judíos de su escuela y por oponerse a publicar propaganda nazi en los periódicos católicos, que era obligatoria. Acabó en el campo de concentración de Dachau, con otros 2.700 clérigos.

“Al parecer, era muy amable con otros prisioneros”, ha contado el sacerdote curado por su intercesión. “Les animaba a perdonar a sus captores y compartía lo poco que les daban de comida con ellos”. Además, los sacerdotes que no eran alemanes tenían prohibido celebrar la misa.

Pese a esto, Bransdma siguió ejerciendo labores sacerdotales. “Los sacerdotes alemanes pasaban la Eucaristía al padre Brandsma escondida en una funda de gafas”, ha explicado. “Más tarde, la repartía entre los prisioneros como podía, y seguía animándoles”.

La frágil salud del sacerdote provocó que tuviera que ingresar en el Hospital del campo. “La gente decía que una vez entrabas en ese hospital, no salías”, contaba Driscoll. Los médicos Nazis de Dachau eran famosos por llevar a cabo experimentos con seres humanos.

Una enfermera mató a Brandsma con una inyección letal el 26 de julio de 1942. Murió a los 61 años. Otra enfermera que estaba de guardia aquel día declaró que fue la misma Gestapo, la policía secreta, la que ordenó la muerte del sacerdote. “Antes de morir, Brandsma le dio su rosario, desgastado y muy simple, a esta enfermera”, apuntó Driscoll. “Le pidió que rezase el rosario. Ella no quiso, dijo que ya no era creyente y que tampoco rezaba el rosario”. Él le dijo que no se preocupase. Le indicó que pasase de cuenta a cuenta diciendo “ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte, amén”.

Roma investiga un milagro para la canonización del padre Titus Brandsma, asesinado por los nazis: la curación inexplicable de un cáncer de piel del sacerdote Michael Driscoll


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