El testimonio de vida del padre Francisco Reconret que deseaba salvarse antes que sanarse, fallecido de cáncer a los 35 años, a quien el Papa telefoneó

El P. Mauricio Valdivia, su amigo y quien fuera también su compañero de estudios en el Seminario Pontificio Mayor de Santiago, explica que “Francisco Rencoret experimentó una entrega tan radical, ya que decía que lo que quería era salvarse más que sanarse y desde esa perspectiva lo vivió como una oportunidad privilegiada. Logró preparar a su familia transmitiéndoles tranquilidad y fortaleza. No había mendigo que no conociera a Pancho en la parroquia. Él ayudaba a una red de gente en situación de calle. Tenía el deseo de querer consolar a todo el que estaba necesitado para entregar la misericordia de Dios”

Vídeo donde el padre Francisco Rencoret explica su testimonio vocacional y de vida y que fue publicado en noviembre de 2014

14 de agosto de 2016.-  (ACI  / Iglesia de Santiago / Camino Católico)  Un hombre de fe que vivió su enfermedad con mucha fe y fortaleza hasta el final, así lo recuerdan los que tuvieron el privilegio de conocer al P. Francisco Rencoret, que murió de cáncer la madrugada de este sábado 13 de agosto y que en junio recibió un llamado telefónico de aliento del Papa Francisco.

El sacerdote chileno de 35 años, ordenado en 2013, falleció rodeado de sus seres queridos después de algunos meses de tratamiento contra la enfermedad que lo obligó a regresar a Chile y dejar sus estudios de Derecho Canónico en la Universidad Gregoriana en Roma.

Sin bien en las últimas semanas las expectativas de recuperación habían aumentado, ya que los exámenes habían arrojado una notoria mejoría con respecto al sarcoma con metástasis pulmonar que le habían detectado, dos inesperados tumores en el cerebro fueron los que finalmente le quitaron la vida. En el vídeo superior se visualiza y escucha al sacerdote estando ya enfermo de cáncer desear antes salvarse que sanarse y el testimonio vocacional y de vida del padre Francisco Rencoret, publicado hace dos años por la Iglesia de Santiago

La llamada del Papa Francisco

El 4 de junio de este año a la hora de almuerzo y sin previo aviso, el sacerdote chileno recibió una llamada telefónica del Papa Francisco.

“Aló Padre Arturo… ¡No es el Padre Arturo, es el Santo Padre. Sí, es Su Santidad, es el Papa!”,dijo María Isabel, madre del P. Rencoret, quien pensaba estar hablando con un sacerdote español que llamaba con frecuencia para saber del estado de salud de su hijo.

Luego se sumó al diálogo su padre, Gustavo, quien emocionado comentó que tenían la fotografía del Papa Francisco en casa.

El P. Rencoret explicó que el motivo del llamado fue para “saber de mi salud, para decirme que rezaba por mí, para darme mucho apoyo, ánimo y cariño de la Iglesia”.

Entre otros temas, el sacerdote diocesano le recordó al Papa que el día del cierre del Sínodo de la Familia celebrado en octubre de 2015 en el Vaticano, le obsequió un retrato que hizo de los padres del Pontífice.

Antes de finalizar la conversación, el sacerdote le dijo al Santo Padre que “ofrecía algunos de mis dolores por su vocación, dificultades y penas” y que estaban “muy en comunión porque efectivamente Dios es Misericordioso”.

“Fue un llamado precioso, una sorpresa, una emoción”,calificó.

El contacto entre Francisco y el P. Rencoret se produjo luego que la ex embajadora extraordinaria y plenipotenciaria de Chile ante la Santa Sede, Mónica Jiménez, le pidiera al Papa que llamara al sacerdote.

El P. Rencoret vivía en Santiago con sus padres y pedía con fe al Siervo de Dios Papa Juan Pablo I por su “sanación y salvación”. “Es mi amigo desde pequeño. Mi papá tenía en su velador el libro Ilustrísimos Señores y yo en el Seminario leí sus intervenciones mientras fue Papa. Vi la película la ‘Sonrisa de Dios’ y fui a verlo (donde está sepultado) al llegar a Roma”.

El P. Francisco Rencoret Mujica es el cuarto de cinco hermanos. Se tituló de abogado en 2005 y ese mismo año ingresó al Seminario Pontificio de Santiago de Chile.

Con esa paz fue justamente la manera en que este joven sacerdote vivió su último tiempo en este mundo, según recuerda el P. Mauricio Valdivia, su amigo y quien fuera también su compañero de estudios en el Seminario Pontificio Mayor de Santiago.

“Yo creo que Francisco Rencoret logró de una u otra manera comprender no sin dificultad que Dios le regaló este tiempo para prepararse y creo que estaba maduro para el encuentro con el Señor. Él experimentó una entrega tan radical, ya que decía que lo que quería era salvarse más que sanarse y desde esa perspectiva lo vivió como una oportunidad privilegiada”,afirmó.

“Logró preparar a su familia transmitiéndoles tranquilidad y fortaleza”,incluso “tuve la oportunidad de acompañarlo en la clínica, me quedé una noche alojando con él y conversamos sobre muchas cosas y también nos confesamos mutuamente, en ese regalo de la amistad sacerdotal, con esa tranquilidad en el corazón de saber buscar la voluntad del Señor. Siempre lo vi muy tranquilo”, agregó.

El P. Valdivia recuerda que en su vocación como sacerdote, Francisco sentía una compasión especial por las personas más sencillas, más necesitadas. “No había mendigo que no conociera a Pancho en la parroquia. Él ayudaba a una red de gente en situación de calle”.

“En nuestro primer destino nos tocó un caballero que estaba postrado en una cama y Francisco Rencoret juntaba ropa y cosas para llevarle. Eso lo hacía también con muchas otras personas”. “Tenía el deseo de querer consolar a todo el que estaba necesitado para entregar la misericordia de Dios”,afirmó.

“Para mí es una bendición su amistad y el poder hoy día saber que tenemos un hermano en el cielo intercediendo por nosotros. Rezamos por él pero también especialmente por sus padres y su familia para enfrentar la pena y que encuentren consuelo”.

El Arzobispado de Santiago informó que hoy domingo 14 de agosto se llevará a cabo la Misa de exequias a las 15:00 horas en el mismo lugar.

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