Fabio, Gaetano y Antimo, tres frailes que llevan esperanza y consuelo a las víctimas del terremoto de Italia

“Nosotros estamos cerca de las víctimas no solo espiritualmente, porque no todos ellos creen, sino humanamente… No solo por la religión, es hermoso poder dar esperanza a estas personas y a estos niños que tanto la necesitan. Pueden y deben seguir adelante. Nosotros estamos aquí para alentarles y para ayudarles a encontrar un motivo para seguir adelante. Ellos saben que no están solos”

1 de septiembre de 2016.- (13 TV  / Camino católico)  Se suele decir que la esperanza es lo último que se pierde. Pero… ¿Qué pasa si ya lo has perdido todo? Las víctimas del terremoto de Italia que han logrado sobrevivir se han quedado sin casa o lo que es mucho peor, sin familia. Una situación para la que nadie está preparado. Por eso estos tres frailes: Fabio, Gaetano y Antimo, del Convento de Eremo San Francesco de la localidad de Rotella, acudieron al campamento provisional de Pescara del Tronto los primeros para ayudar y dar esperanza a todas las personas que están viviendo el peor momento de sus vidas.

Fabio Trobbiani explica que «después de una tragedia así, la religión ayuda estando cerca de las personas. Nosotros estamos cerca de las víctimas no solo espiritualmente, porque no todos ellos creen, sino humanamente. Intentamos confortarles dándole esperanza. También les trajimos juguetes para los niños”.

Estos frailes saben que escuchar las duras y tristes historias de todos los que quieren ser escuchados ahora es su misión y una de las afectadas manifiesta: «Saldremos adelante. Todos los hijos de mi hermano han muerto, todo el mundo ha muerto… Su mujer. A mi nieto todavía no lo han encontrado, estaban viviendo en Amatrice”.

Entre los tres quieren que los tanto ancianos como los más pequeños, encuentren la forma de seguir adelante tras la tragedia.

Antimo Migliacio asegura que «no solo por la religión, es hermoso poder dar esperanza a estas personas y a estos niños que tanto la necesitan. Pueden y deben seguir adelante. Nosotros estamos aquí para alentarles y para ayudarles a encontrar un motivo para seguir adelante. Ellos saben que no están solos”.

Las casas tarde o temprano se reconstruirán, pero en situaciones como estas los daños materiales son lo de menos. Hay heridas que ninguna cantidad de dinero podrá curar y cualquier ayuda como la de estos frailes es más que bienvenida.

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