Fray Tormenta, sacerdote que ha sido luchador para «sacar a 2000 niños y muchachos de las drogas, la delincuencia y la prostitución, para hacerlos hijos de Dios»

Padece diabetes, hace unos meses está en peligro de perder la vista en el ojo izquierdo y se le han encontrado quistes en el riñón.  Ya es un hombre de 70 años, por lo que se ha iniciado una campaña para recaudar fondos, para solventar una operación de ojos y comprar medicamentos. Al final del vídeo y del reportaje escrito puedes ver cómo ayudar

19 de septiembre de 2014.- (Jaime Septién – Jesús V. Picón / Cámara: Octavio Espinosa / El Observador de la Actualidad  / Camino Católico)  El sacerdote mexicano Sergio Gutiérrez, mejor conocido como Fray Tormenta, es un presbítero, que ha sabido combinar su pasión por el deporte de la lucha libre y su amor por el servicio al prójimo. Con lo obtenido en sus presentaciones ha mantenido una casa hogar por donde han pasado más de dos mil niños, actualmente se encuentra enfermo y necesita ayuda económica para sufragar los gastos sanitarios. Ofrecemos su testimonio uniendo tres vídeos en uno de sólo, realizados por El Observador de la Actualidad .

De drogadicto a sacerdote

Fray Tormenta nació el 5 de febrero de 1945. A los 11 años se inició en las drogas y el vandalismo en la Ciudad de México. Rehabilitado, con 22 años ingresó al seminario con los padres Escolapios. Sus estudios los realizó en Europa. Fue ordenado sacerdote en medio de drogadictos delincuentes y prostitutas el 26 de mayo de 1973. Uno de sus primeros apostolados los hizo en la educación, siendo profesor de filosofía e historia.

Después de un tiempo, decide abandonar a los escolapios pero no su sacerdocio, por lo que se incardina en una diócesis. Allí funda una casa hogar para rescatar a niños en situación de calle, alejarlos de las drogas y rehabilitar a los que ya estaban inmersos en ese mundo.

Luchador para mantener la casa hogar

Un día le comentaron que como luchador podría obtener dinero para mantener la casa hogar, por lo que se entrenó y empezó una vida en el ring. Dos años luchó como Fray Tormenta sin que se dieran cuenta de su identidad. Todo esto sin desatender su labor como presbítero. No siempre fue entendido y muchas veces criticado, pero su labor habla por él: cientos de personas que han conocido el amor de Dios, su actuar es profético.

Por la obra de Fray Tormenta han pasado más de dos mil niños, de los cuales, 31 son profesionistas, 20 se graduaron de técnicos, 1 es sacerdote y alrededor de 30 son luchadores. Llegó a tener la responsabilidad de mantener a 250 niños, a los cuales les brindo una educación y sobre todo un hogar.

Las enfermedades

Fray Tormenta padece diabetes, hace unos meses está en peligro de perder la vista en el ojo izquierdo y se le han encontrado quistes en el riñón. A pesar de esto sigue teniendo presentaciones pues aun la casa hogar depende de él. Ya es un hombre de 70 años, por lo que se ha iniciado una campaña para recaudar fondos, para solventar una operación de ojos y comprar medicamentos. Al final del vídeo puedes ver cómo ayudar.

Es párroco en la ciudad de Texcoco en el Estado de México y esta es una síntesis de la entrevista que puede visualizarse y escucharse en el vídeo:

-¿Quién es Fray Tormenta?

-Fray Tormenta es un sacerdote que se tuvo que poner una máscara y dedicarse a la lucha libre para poder sacar adelante a los niños huérfanos desamparados. «Soy un luchador de Dios y, después, un luchador para la humanidad».

-¿La misión de Fray Tormenta?

-Es sacar a los niños y a los muchachos de las drogas, de la delincuencia, de la prostitución, para hacerlos hijos de Dios y que puedan servir al pueblo mexicano.

-¿Cómo pueden ser felices los jóvenes? ¿Qué tienen que hacer?

-Como Fray Tormenta, te digo: no te metas en lo que no te importa, y como sacerdote, repito lo de San Agustín: ama a Dios y haz lo que quieras… El secreto de la felicidad está ahí en amar a Dios, pero ese amor que san Pablo nos dice, no ese amor que nosotros conocemos, ese amor que nosotros hemos degenerado, ese amor que hemos prostituido. Dios es amor, porque es el único que nos comprende.

-¿Se pueden dejar los vicios?

-Claro que se puede. Casi nadie lo sabe, pero antes de ser sacerdote yo fui drogadicto y el secreto es saber huir a tiempo. La curación no te la da un centro de rehabilitación, la curación la tienes tú, la decisión la tienes tú. Todo lo puedes en Cristo que te fortalece.

-A los que están pensando en suicidarse, ¿qué les diría Fray Tormenta?

-Que la vida es muy bonita sabiéndola vivir. Yo creo que Dios nos ha puesto en esta vida para gozar… Nadie da lo que no tiene, yo me tengo que llenar de amor para poder trasmitir el amor ¿Que piensan en suicidarse? ¿Por qué? ¿Por un problema?

Todos tenemos problemas. Si todos, por un problema, nos ahorcáramos, no alcanzarían los árboles… Tenemos que vivir intensamente a Cristo para poder disfrutar de la vida. Sigamos haciendo la prueba y veremos qué bueno es el señor…

-El mensaje para los jóvenes…

Que gocen intensamente su juventud, que la disfruten, pero a través de Cristo. Cristo es el que nos mueve, Él nos lleva, Él hace que nos movamos; Él nos da un corazón para amar. Necesitan un mayor acercamiento a Dios: no confundan la libertad con el libertinaje. Hagan deporte; mente sana en cuerpo sano, porque la ociosidad es madre de todos los vicios; hagan deporte, el que quieran… futbol, tenis, frontón, natación y lucha libre, aquí estoy para enseñarles. Están llamados a ser «luchadores de Cristo», por sus semejantes, por sus próximos, al que está al lado suyo, tu padre, tu madre, tus hermanos, tu abuela, tu abuelo, a eso hemos sido llamados. La lucha se hace, pues que se les note. Indiscutiblemente, la lucha los puede llevar a la santidad.

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