Gordon Celendar ha peregrinado a pie los 2.300 kilómetros de Dublín a Roma para ayudar a que mujeres embarazadas no aborten
«Tuve esta idea en Adviento: hacer una marcha para sensibilizar sobre la dignidad de la vida humana desde la concepción hasta la muerte natural. Caminé en honor de las madres embarazadas, de sus bebés… Creo que la causa pro-vida es una de las más importantes de la Iglesia. Creo que cuando no se crece en un hogar o en un entorno de fe real, es fácil considerar con tibieza o con confusión estas cuestiones que son fundamentales”
6 de julio de 2016.- (13 TV / Camino católico) Se llama Gordon Celendar y ha recorrido a pie los 2.300 kilómetros que separan Dublín de Roma por una buena causa. Busca fondos para un centro de ayuda a mujeres embarazadas con problemas, donde descubran que hay otras salidas aparte del aborto. El centro está en Dublín y da ayuda médica a mujeres con un embarazo no deseado. Hacen también ecografías gratuitas para que puedan ver la nueva vida que llevan en su seno.
Gordon Celendar dice que esta marcha por la vida es una peregrinación. Y está satisfecho, aunque sólo recaudó 700 euros. Recorrió poco más de 40 kilómetros cada día. Siguió la Via Francígena, la ruta que une Canterbury y Roma, y que está preparada con senderos y caminos especiales.
Gordon Celendar de Walk-4-Life explica que «tuve esta idea en Adviento: hacer una marcha para sensibilizar sobre la dignidad de la vida humana desde la concepción hasta la muerte natural. Caminé en honor de las madres embarazadas y de sus bebés”.
Fue una peregrinación en la que no faltaron ni el ayuno ni la oración. Es su granito de arena para sensibilizar a las personas e influir en las leyes del futuro. Como es el Jubileo de la Misericordia, pide a los políticos que sean misericordiosos con los no nacidos.
«Creo que la causa pro-vida es una de las más importantes de la Iglesia. Creo que cuando no se crece en un hogar o en un entorno de fe real, es fácil considerar con tibieza o con confusión estas cuestiones que son fundamentales”, asegura Gordon Celendar.
Todavía no ha regresado a Dublín, y ya busca modos nuevos de promover su causa y ayudar a madres. Incluso sueña con ir caminando hasta Tierra Santa. Eso sí, no se pondrá en marcha hasta que sus pies no se hayan recuperado de esta caminata de dos meses desde Irlanda hasta el Vaticano.
