Gregory Aguado vivió una infancia difícil, fue adoptado por dos familias, llevó una doble vida, quiso suicidarse, pero Dios lo escuchó
Camino Católico.- Gregory Aguado nació en Madrid. No tenía padre y su madre estaba muy enferma, por lo que tuvo una infancia muy difícil y creció culpabilizándose de los problemas. Su madre murió cuando él tenía 9 años y fue dado en acogida a la familia de un amigo. Tiempo después tuvo que dejar esta familia y, a los 13 años, fue acogido por otra familia en Valencia.
Allí descubre algo nuevo: a Dios. La familia que le acoge va a misa diaria, reza… Todo es nuevo para él. Con 16 años empezó a llevar una doble vida: en casa, bueno y religioso; con los amigos, completamente distinto. Finalmente tienen que echarlo de casa y se va a vivir a la calle, llegando a plantearse seriamente el suicidio. Pero Dios lo escuchó y le envió la ayuda que necesitaba, aunque él, en ese momento, no lo sabía. En el programa “Cambio de Agujas” de H.M. televisión cuenta su testimonio de vida.
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