Guillaume: «No tenía fe, leyendo los evangelios descubrí el amor y el perdón de Jesús y que quería seguirlo. Fui bautizado y empecé a ir a misa, a la iglesia»

* «Y durante una misa al aire libre que fue bellísima, con 1000 jóvenes, de repente, tuve la inesperada certeza que Dios nos ama… y me ama a mí, particularmente, lo cual era complicado decírmelo porque… paso de un momento en el que me siento bastante solo (y, de hecho, me costaba sentirme amado), a un momento en el que me doy cuenta de que hay alguien, de que hay Dios, que te ama y que siempre está ahí. Y eso es un gran cambio en mi vida porque antes siempre andaba en búsqueda y nunca estaba en paz conmigo mismo: De hecho, buscaba agradar para ser amado»

Camino Católico.-  Guillaume no tenía fe, nació en una familia que no era católica ni practicaba ninguna otra. “Nunca estaba en paz conmigo mismo: De hecho, buscaba agradar para ser amado” explica en un vídeo de Découvrir Dieu. Un día, “leyendo los evangelios descubrí el amor y el perdón de Jesús y que quería seguirlo. Fui bautizado y empecé a ir a misa, a la iglesia. Y durante una misa al aire libre que fue bellísima, con 1000 jóvenes, de repente, tuve la inesperada certeza que Dios nos ama… y me ama a mí, particularmente”. Guillaume vivió un largo proceso para asumir que Dios le ama. Está es su historia contada en primera persona por él mismo.

Guillaume no se sintió amado hasta que descubrió que Dios le amaba
“Me llevó tiempo sentirme amado por Dios”

Mi nombre es Guillaume. Tengo 21 años. Soy estudiante. Y les voy a contar cómo me hice cristiano. Nací en una familia no católica, digamos de “cultura cristiana”, pero que no practicaba la fe: Nada de ir a misa o hablar de Dios, ni menos rezar.

Mi primer encuentro con la fe fue cuando tenía entre 12 y 13 años. Antes de ese momento, todavía me hacía preguntas, un poco como todo el mundo sobre el significado de la vida: ¿Existe algún ser superior? Y a los 12 años, un poco por casualidad, me encontré leyendo la Biblia. Me dije a mí mismo: ‘Este es el mayor best-seller de todos los tiempos, debe ser bueno’. Y me sorprendí a mí mismo leyendo la Biblia y, concretamente, los evangelios, los cuatro evangelistas, que son testigos que cuentan la vida de Jesús, puesto que son contemporáneos de su época.

Y, de hecho, leyendo estos evangelios que cuentan la vida de Jesús, pude descubrir a Jesús, a quien antes no conocía demasiado bien. Y fue un encuentro real. Me sentí totalmente conmovido por lo que dijo, por su vida, su ejemplo, el amor, el perdón que llevaba.

Guillaume contando su testimonio de conversión al catolicismo

Una de las cosas que más me conmovió fue el perdón a la mujer adúltera. Básicamente es una escena en la que hay una mujer adúltera que iba a ser linchada por otros aldeanos. Y llaman a Jesús, que era un poco respetado, para pedirle que la juzgue, pensando que la acusaría. Al contrario, viene y dice esa frase bastante famosa: ‘Aquel que nunca haya pecado, que le tire la primera piedra’. Y esta noción de perdón y amor es algo que luego volvemos a encontrar en todo el vía crucis, la crucifixión es… algo muy fuerte. Realmente me marcó.

Desde entonces, me consideré cristiano, aunque no supiera realmente lo que eso significaba, simplemente porque había amado su vida, de hecho, me habían tocado realmente las palabras de Cristo.

Y luego, hubo un tiempo de vacilación: fue intenso pero muy breve porque no tenía un entorno para dar vida a la fe. Mi familia, como dije, no era católica, ni cristiana. Y así, lo viví un poco solo: rezaba a veces, pero nunca fui, por ejemplo, a misa durante varios años. Conocí una chica que se hizo mi novia, muy creyente de otra religión, pero que tenía una fe muy bella. Fue a través de ella que me di cuenta de cuan hermosa es la fe y también me hizo cuestionarme: ¿Creía? ¿En qué creía? Probé en otros credos, en otras religiones. Y de hecho, no sabía cómo encontrar lo que había encontrado la primera vez, cuando había leído los evangelios que era el Amor.

Y tuve un largo itinerario y, después, me dije: ‘¿Qué busco? De hecho… amo a Jesús’. Descubrí que quería seguir a Jesús, anhelaba seguir su ejemplo. Y el primer paso fue el bautismo, porque yo no estaba bautizado. Así que empecé a ir a misa, a la iglesia.

Y durante una misa al aire libre que fue bellísima, con 1000 jóvenes,  me di cuenta que, nunca antes había visto algo tan hermoso: de hecho, la devoción de las personas, esa inyección de esperanza y amor… era algo que se veía por todas partes, en todas las caras, era bastante impresionante. Y yo, me sentía un poco extraño comparándome con la que vivían las otras personas. Mi mente me decía que no sentía el amor de Dios, como parecían experimentarlo las otras personas. Estaba siendo tentado. Entonces de repente, tuve la inesperada certeza que Dios nos ama… y me ama a mí, particularmente, lo cual era complicado decírmelo porque… paso de un momento en el que me siento bastante solo (y, de hecho, me costaba sentirme amado), a un momento en el que me doy cuenta de que hay alguien, de que hay Dios, que te ama y que siempre está ahí.

Y eso es un gran cambio en mi vida porque antes siempre andaba en búsqueda y nunca estaba en paz conmigo mismo: De hecho, buscaba agradar para ser amado.  Y darme cuenta de que el amor Dios siempre esta ahí, me hizo aceptarme mejor y sentirme más libre, ser más yo mismo en mi vida cotidiana y vivir en paz.

Guillaume

Vídeo en francés del testimonio de Guillaume


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