La historia de Malcolm: “Dios me regaló mi conversión por Navidad”

12 de diciembre de 2014.- (Rafael Pérez del Solar / Catholic-link.com / Camino Católico) El video que presentamos en esta ocasión nos trae la historia de Malcolm, un hombre que recuerda con tristeza los fantasmas de sus navidades pasadas en las que, luego de tocar fondocomprende que algo muy importante le falta en su vida: esa experiencia de conexión con lo esencial, con quien es lo más importante de la Navidad, con Jesús.

Él tenía todo lo que necesitaba, pero a pesar de ello “se moría por dentro”. Cuántas veces vivimos así, pensando que no necesitamos más que de nosotros mismos para vivir tranquilos. Se hace necesario dejarnos sorprender por la vida y darnos cuenta que no estoy tan bien como pensaba. Y es que definitivamente la humildad (la que nos permite ver la verdad de nosotros mismos, tanto lo bueno como lo que debemos cambiar) acerca a Dios.

Estas palabras del Papa Francisco en una homilía de Adviento en el 2013, grafican muy bien la experiencia de reconciliación de Malcom y que todos estamos llamados a vivir: 

“Los pecadores de alto nivel, los que han hecho pecados gordos. Dios ha hecho historia con ellos… hace historia con nosotros.  Es más cuando Dios quiere decir quién es, dice: ‘Yo soy el Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob’. ¿Pero cuál es el apellido de Dios? Somos nosotros, cada uno de nosotros… Él, nuestro Dios, ha hecho historia con nosotros, ha tomado el apellido de nuestro nombre… Nosotros, escribimos esta historia de gracia y pecado y Él va detrás de nosotros. Es la humildad de Dios, la paciencia de Dios, el amor de Dios. ¡Es nuestro! Y esto nos conmueve. Tanto amor, tanta ternura, tener un Dios así”.

El Adviento, como nos dice Malcom consiste en preparar el corazón para poder celebrar Navidad con lo que se tiene, con lo que Dios nos ha regalado. Hacer pequeños actos de bondad para Dios en el día a día.  Y tener en cuenta que la Navidad debe continuar todo el año.

La propia vida es un regalo de Dios con un único e inmerecido destinatario. No permitamos que esta se pierda en las cosas vanas de este mundo, y démosle la oportunidad a Jesús que nace por Amor a cada uno de nosotros, de entrar profundamente en nuestras vidas.

Dinámica del Regalo:

Piensa cómo es un regalo. Se entrega sin cálculos (aunque a veces duela el bolsillo) cuando existe un cariño particular por esa otra persona. Se busca que sea algo que necesita, algo que le pueda servir, algo que le guste. Un regalo se da completo, no a medias. En un sentido el regalo ya no pertenece a quien lo entrega sino al que lo recibe y comúnmente, debemos “des-cubrirlo”, es decir, abrir la envoltura.

Dios también ha querido darse a nosotros así, como un regalo. Se ha dado todo para nosotros porque lo necesitábamos y nos ha mostrado cuánto le importamos, cuanto nos ama. Porque nuestra vida necesita de su vida. Él se da completo, dedica su tiempo y su vida entera a reconciliarnos. Cuando lo acogemos vemos que nuestra vida con Él es como un “descubrimiento”,  ir conociéndolo, ir “abriendo la envoltura” para hacer que sea cada vez más parte de nuestra vida. O más bien nosotros ir haciéndonos parte de la suya.

Nos corresponde retribuir a Dios su generosidad. Cuando uno recibe un regalo siempre queda la sensación de querer corresponder a esa otra persona de alguna manera. Y probablemente, aunque lo hagamos, tendremos la experiencia de que aún falta. Sin embargo Dios solo te pide que te des a también así: como un regalo. Que hagas de tu propia vida un don agradable a Él, sin contemplaciones, sin cálculos, sin negociaciones vanas, haciendo que tu propia vida sea cada vez más de Él.

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