Maryrube Briceño llevaba 10 años casada, no podía tener hijos, rezó a la Divina Pastora y quedó embarazada y nació Gabriel Jesús

Durante muchos años se realizó varios tratamientos hormonales para tratar de superar esa “infertilidad” que la frustraba sin poder ser madre. Además, le extirparon un quiste en el ovario izquierdo dejándolo prácticamente inservible. Entretanto, el ovario derecho funcionaba pero de forma irregular. “Durante la ovulación, que era cada dos meses, los óvulos que producía el ovario derecho eran muy pequeños, por debajo del tamaño normal”. Para los médicos, “así era imposible quedar embarazada”, asegura

26 de enero de 2017.- (Ramón Antonio Pérez  / Aleteia / Camino Católico)  “Yo hice el Cursillo de Cristiandad en marzo del año 2014. Una semana antes también había asistido mi esposo, Alberto Gil. Fue un retiro en el que las reflexiones sobre la crianza y educación de los hijos, la familia y el amor de las parejas, afloraron mis sentimientos porque después de diez años de matrimonio, no podía tener hijos”.

Así comenzó su testimonio Maryrube Briceño de Gil, vecina de la ciudad de Guarenas, durante la procesión número 161 de la Divina Pastora, el pasado 14 de enero, en Barquisimeto, estado Lara (Venezuela). Estaba acompañada de Alberto Gil con quien se casó el 20 de agosto de 2005; y además, llevaba en sus brazos a Gabriel Jesús Gil Briceño, nacido el 18 de septiembre de 2016, en Caracas, “mi milagrito”, como ella le dice al niño.

La familia Gil Briceño acudió por primera vez a la procesión más grande de América Latina. Compartieron su fe junto a millones de personas que asisten agradecidas por superar enfermedades, encontrar empleo y afianzar matrimonios, entre muchas razones.

Maryrube explicó que durante el retiro del cursillo de cristiandad se le acercó un sacerdote y le preguntó por qué estaba llorando. “Le respondí las razones por las que no podía tener bebés a pesar de los tratamientos médicos”.

El religioso le habría dicho, según declaró la joven mujer: “El próximo 14 de enero de 2015 tienes que darle gracias a la Divina Pastora porque vas a ser madre. Luego tendrás que llevar tu hijo al Santuario en Santa Rosa y asistir a la procesión”.

Además de todo esto, de por sí con alto contenido extraordinario, Maryrube añadió lo siguiente: “Detrás de nosotros había un retrato de la Divina Pastora. El sacerdote me lo mostró y dijo que nada ocurre por casualidad sino por decisión de Dios”.

Un ovario menos y otro funcionando mal

Maryrube explica que durante muchos años se realizó varios tratamientos hormonales para tratar de superar esa “infertilidad” que la frustraba sin poder ser madre. Además, le extirparon un quiste en el ovario izquierdo dejándolo prácticamente inservible. Entretanto, el ovario derecho funcionaba pero de forma irregular.

“Durante la ovulación, que era cada dos meses, los óvulos que producía el ovario derecho eran muy pequeños, por debajo del tamaño normal”. Para los médicos,“así era imposible quedar embarazada”, asegura.

No obstante este panorama personal, el 14 de enero de 2015, asistió a su parroquia para agradecer a la Patrona del estado Lara, según la recomendación del sacerdote. “Le di las gracias a la Divina Pastora, diciéndole,
incluso, que me quedaría resignada si estaba en los planes de Dios que no pudiera concebir un hijo para ser madre”.

Pero llegó el 26 de enero de 2016, y ocurrió algo inesperado. “Me di cuenta que no me había llegado la menstruación. Mi último periodo había sido el 24 de diciembre, fecha del nacimiento de Jesús”, contó. “Llena de emoción me hice la prueba de embarazo más sencilla, la de la orina. ¡Me dio positivo!”, resaltó con marcada alegría.

A los pocos días corroboró con una prueba más certera, la de sangre. Con alegría concluye que “al momento de darle las gracias a la Divina Pastora, el 14 de enero de 2015, yo estaba embarazada”. Ello multiplicó la alegría entre sus familiares y amigos.

Agradecidos con la Divina Pastora

El 14 de enero de 2017, Maryrube, Alberto y Gabriel Jesús, estaban en la avenida Venezuela, muy cerca de la catedral de Barquisimeto. Junto a varios peregrinos esperaban que pasara la venerada imagen para verla en medio de la marejada humana.

“Asistir a esta procesión me tocó el corazón, apenas la vi pasar en hombros de la cofradía de cargadores, me puse a llorar con mucha emoción”,comentó.

Finalmente, el 15 de enero, la pareja visitó el Santuario de la Divina Pastora en Santa Rosa, donde nuevamente rezaron juntos y encendieron una vela para agradecer a Dios “por el milagrito de la vida que significa su hijo Gabriel Jesús”.

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