Mensaje del Papa Francisco leído en el funeral de Carmen Hernández: «Animo a mantener viva su ansia evangelizadora»
«Doy gracias al Señor por el testimonio de esta mujer, animada por un sincero amor a la Iglesia, que ha gastado su vida en el anuncio de la Buena Noticia en cada lugar, también aquellos más alejados, no olvidando a las personas más marginadas»
21 de julio de 2016.- (13 TV / Camino católico) «He recibido con emoción la noticia de la muerte de Carmen Hernández, tras una larga existencia marcada por su amor a Jesús y su compromiso misionero»,afirmó el Papa en un mensaje enviado a Kiko Argüello, iniciador con Carmen del Camino Neocatecumenal, y que leyó durante su funeral en la catedral de la Almudena el Nuncio en España, monseñor Renzo Fratini.
El Papa afirmo sentirse en estos momentos «unido al Camino Neocatecumenal», y destacó de Carmen «su ardor apostólico por el descubrimiento del Bautismo y por la educación permanente en la fe».
Afirmó el Papa: «Doy gracias al Señor por esta mujer que ha dedicado su vida al anuncio de la Buena Noticia en todos los ambientes, también en los más reacios, sin olvidar a los más marginados».
El Papa también ha manifestado que «animo a todos los que la han conocido a mantener viva su ansia evangelizadora, en activa comunión con los obispos y los sacerdotes». En el vídeo se visualiza y escucha a Monseñor Renzo Fratini, Nuncio en España, leer el mensaje del Papa Francisco en el funeral de Carmen Hernández, cuyo texto completo es el siguiente:
Al Sr. Francisco (Kiko) Argüello
Camino Neocatecumenal
Madrid
He recibido con emoción la noticia de la muerte de la Sra. Carmen Hernández, sobrevenida después de una larga existencia marcada por su amor a Jesús y por un gran entusiasmo misionero. En esta hora de dolorosa separación estoy espiritualmente cercano con mi afecto a todos los familiares y a todo el Camino Neocatecumenal, del que ella ha sido co-iniciadora, como también a cuantos han apreciado su ardor apostólico concretizado sobre todo al indicar un itinerario de redescubrimiento del bautismo y de educación permanente en la fe. Doy gracias al Señor por el testimonio de esta mujer, animada por un sincero amor a la Iglesia, que ha gastado su vida en el anuncio de la Buena Noticia en cada lugar, también aquellos más alejados, no olvidando a las personas más marginadas.
Confío su alma a la Divina Bondad para que la acoja en el gozo de la Pascua eterna y animo a aquellos que la han conocido y a cuantos son parte del Camino Neocatecumenal a mantener viva su ansia evangelizadora, en una comunión activa con los obispos y sacerdotes y ejercitando la paciencia y la misericordia con todos.
Con este deseo, invoco la intercesión materna de la Virgen María e imparto a cuantos están presentes en el rito de exequias la bendición apostólica.
Franciscus PP.
En el Vaticano, 20 de julio de 2016