Muere Montserrat Caballé, la soprano que ha testimoniado su fe: «A Dios lo has de llevar dentro y ser fiel. Mi relación personal con Cristo es muy íntima»

* «He tenido la suerte de tener una fe muy grande porque mis padres la tenían y así me la transmitieron. No pretendo ni mucho menos ser una persona que divulga el Evangelio, pero sí la fe que tengo. Es un don que no sólo nos sirve a los que lo tenemos sino también a los que en algún momento pueden compartirlo y sentirlo… Mi hija Montserrat Martí es una mujer con una fe inquebrantable, a la que Dios le ha regalado un marido y una hija de 8 meses fantásticos. Además, mi nieta tiene la suerte de que al levantarse y al acostarse su madre le reza para que aprenda las oraciones»
* «Siempre doy gracias a Dios por haberme conservado la voz durante tantos años. Por tanto, continuaré cantando y ayudando a los demás mientras pueda. Me gustaría que cuando llegase el momento simplemente la gente se preguntase: «¿Dónde está Montserrat?» Yo lo que quiero es la máxima discreción e irme igual que como llegué»

CaminoCatólico.com.- La soprano Montserrat Caballé ha muerto en la madrugada de este sábado a los 85 años en el hospital Sant Pau de Barcelona, donde se encontraba ingresada desde mediados de septiembre por un problema de vesícula, según han informado fuentes hospitalarias. El funeral de la artista, de voz prodigiosa, se celebrará el lunes al mediodía en el tanatorio de Les Corts, mientras que el velatorio será este domingo a partir de las dos de la tarde en ese mismo recinto funerario.
La Caballé, diva, madre, esposa, pilar de una familia que con devoción se entregó a su talento, era católica, devota de la Virgen de Montserrat y provida declarada. Montserrat Caballé, la última prima donna de la ópera, en los últimos años había sido sometida a delicadas intervenciones quirúrgicas que durante largos periodos la mantuvieron apartada de los escenarios.
Hasta sus 80 años, Montserrat Caballé (Barcelona, 1933 – 2018) siguió viajando por todo el planeta ofreciendo recitales o conciertos junto a su hija, Montserrat Martí. Su última actuación se produjo en agosto de 2014, dentro del Festival de Música de Cambrils, donde actuó precisamente junto a su hija. Compartió escenario con todos los grandes artistas, aunque ella decía tener una cercanía especial con Pavarotti, Plácido Domingo y Carreras. Todos recuerdan su actuación de 1988 junto al cantante Freddie Mercury del tema Barcelona, para promocionar los Juegos Olímpicos de 1992. Cantó delante de Juan Pablo II, en 1982, y delante de Benedicto XVI, en 2006. Vale la pena volver a escuchar el extraordinario Padrenuestro con que deleitó a Benedicto XVI durante el Encuentro Mundial de las Familias 2006 en Valencia (España), compuesto por Jose María Cano, uno de los miembros del mítico grupo pop Mecano:
El 18 de mayo de 2012 cantó en la Sagrada Familia de Barcelona, ante el cardenal Martínez Sistach y el cardenal Ravasi, en un acto del ciclo del «atrio de los gentiles», para proponer a Dios por la vía de la belleza. De cantar en el templo de la Sagrada Familia decía: «¡Es como si cantase en el Templo de Jerusalén! La Sagrada Familia es para nosotros muy especial, como lo era para el pueblo de Israel el templo que acogía el Arca de la Alianza«, afirmaba entonces en una entrevista en Catalunya Cristiana en la que hablaba su fe católica y la de su familia, que publicó Camino Católico y que puede leerse íntegramente aquí.
Gracias a Dios por la voz
“Siempre doy gracias a Dios por haberme conservado la voz durante tantos años. Por tanto, continuaré cantando y ayudando a los demás mientras pueda. Me gustaría que cuando llegase el momento simplemente la gente se preguntase: «¿Dónde está Montserrat?» No hay nada más tremendo que una persona que quiera continuar brillando. El público, cuando te ama, te quiere poner en un pedestal, pero yo lo que quiero es la máxima discreción e irme igual que como llegué”, aseguraba cuando le faltaba poco para cumplir los 80 años. Y su dedicación a los demás la plasmó creando una fundación para niños necesitados: “Mi marido y yo vimos que era algo bueno ayudar a niños necesitados y siempre nos hemos sentido útiles con este compromiso. Hay mucha gente que piensa que cantar es sólo una diversión, pero no lo es. No hemos venido a este mundo sólo a distraer a la gente, sino también a hacer algo positivo por los demás”.

Compartir la fe puede tocar a la persona que no cree

Montserrat Caballé nunca ha escondido su condición de creyente y explicaba con naturalidad como vivía la fe en el mundo de la lírica:
– “Cuando lo explico, muchas personas sonríen porque no lo entienden. Por eso, en más de una ocasión me he planteado si valía o no la pena explicarlo. Me he dado cuenta de que casi siempre sí vale la pena porque quizás la otra persona también puede sentirlo, o en el recuerdo puede recordarlo, y quizás puede servir para tocar los sentimientos de la persona que no cree. No pretendo ni mucho menos ser una persona que divulga el Evangelio, pero sí la fe que tengo. Es un don que no sólo nos sirve a los que lo tenemos sino también a los que en algún momento pueden compartirlo y sentirlo”.
Preguntada sobre si el arte y la belleza son un camino privilegiado para acercarse a Dios, explicaba su vivencia así:
– «¡Yo diría que es un camino privilegiado para caminar al lado de Dios! A pesar de que la música te conduce a ello, a Dios lo tienes que llevar dentro y lo tienes que sentir. Tienes que ser fiel, ponerte al servicio de la Belleza y sentir la Trascendencia a la que te lleva. Es como desligarte de ti mismo y caminar por un sendero que no ves pero que sientes. Es como alzar el vuelo hacia una dimensión que no es la tuya, que se te lleva. Es como si estuvieses en otro nivel. Y, de repente, cuando se baja el telón es como si te despertases.
He tenido la suerte de tener una fe muy grande porque mis padres la tenían y así me la transmitieron. En uno de mis viajes entré a rezar en una iglesia ortodoxa. Rezaba, pero al mismo tiempo sentía como si le tuviese que pedir disculpas a la Madre de Dios porque no era un templo católico. Por primera vez oí una voz que decía: «todas son mi casa». Me quedé petrificada, me puse blanca… me lo vieron las personas que me acompañaban. Fue una experiencia muy grande”.
La fe y la fuerza para cantar
La relación entre la fe y el canto era vivida por Montserrat Caballé así:
– “Es una experiencia mística y según lo que cantas todavía más. ¡Cuando cantas algunas obras es como si estuvieses suspendida en una nube! ¡La fe te da tanta fuerza! Siempre me ha sorprendido experimentar cómo en cualquier continente donde he ido la música tiene una trascendencia muy especial para todos los públicos y les acerca a una dimensión que quizás no entienden, pero que es motivo de unión. La música es motivo de unión entre los seres, y esto se capta enseguida.
Por ejemplo cantando La Vierge o Marie-Magdeleine, de Jules Massenet, o algún otro oratorio simbólico. Esta emoción todavía se incrementa más cuando cantas estas obras en una catedral o en la Sala Nervi del Vaticano, donde he cantado por Navidad en varias ocasiones. Casi es como si experimentases el dolor profundo de la Virgen. Resulta muy difícil explicar con palabras para una persona como yo, que he estudiado música pero no otras disciplinas”.
Montserrat Martí, su hija que también es cantante y con la que realizó diversas giras, es definida por Montserrat Caballé así:

– «Canta muy bien, pero sobre todo lo que está garantizado es su corazón. Es una mujer con una fe inquebrantable, a la que Dios le ha regalado un marido y una hija de 8 meses fantásticos. Además, mi nieta tiene la suerte de que al levantarse y al acostarse su madre le reza para que aprenda las oraciones. Ésta es la garantía de que seguirá mis pasos. Verdaderamente, cuando canta obras religiosas tiene un aire muy celestial. «Madre», me dice ella, «cuando estoy en el escenario querría ser capaz de elevarme hacia las nubes como haces tú». Y yo le digo: «Tranquila, ya lo conseguirás.»”.
En este video vemos el testimonio de fe de Montserrat Caballé y su hija Montserrat Martí cantando a capela la Salve a la Virgen en la Iglesia de Villarroya de la Sierra en las fiestas del Cristo de 2009:
Nadie tiene derecho a ridiculizar la fe
Montserrat Caballé era partidaria del dialogo pero también del respeto entre aquellos que no creen y los creyentes:
– «Nadie tiene derecho a ridiculizar a las personas que tenemos fe, ni a hacer, por ejemplo, una versión de Jesucristo que sea como una especie de caricatura. ¡Sólo lo hacen para crear polémica! Si no hay un respeto mutuo, el diálogo se hace muy difícil y enseguida se convierte en un monólogo que no escucha al otro. Necesitamos un diálogo que acerque las mentes y los sentimientos y que nos ayude a comprender al otro. Los no creyentes han de entender que los creyentes llevamos la fe en nuestro interior y que no tienen ningún derecho a ridiculizarla, como hacen muchas veces».
Intimidad con Cristo rezando en silencio
También hablaba de su fidelidad a Cristo en otra entrevista en el semanario Alfa y Omega , publicada también en Camino Católico (leer aquí), en el mes de febrero de 2014 cuando la Conferencia Episcopal Española le otorgó el Premio Bravo Música 2013, «por su servicio a la dignidad del hombre, los derechos humanos y los valores evangélicos». Montserrat Caballé explicaba que había intentado vivir esos valores en su trabajo, en la familia y con las amistades “con el amor y la fuerza que me da la fe en Dios, y, por tanto, la fe hacia todo ser humano. La fe se lleva dentro. Así que, viviéndola así, no es difícil mantenerla ante cualquier situación o adversidad. Mi relación personal con Cristo es muy íntima. Por eso, rezo en silencio. La influencia y el ejemplo de mis padres en mi vida y en mi fe ha sido total. Por eso, yo también he intentado combinar los viajes profesionales con mi vida familiar, sin descuidarla”.
La entrevista en el semanario Alfa y Omega terminaba valorando la relación entre el arte y la fe: «considero que el legado cultural más importante y relevante del cristianismo es, ante todo, la fe. El arte que nace de la fe es el mayor arte que existe, y también es el mejor para que la Iglesia siga conduciendo a sus rebaños al encuentro de Dios».
Contraria al aborto
En 2009, Montserrat Caballé firmó el Manifiesto «Mujeres contra el aborto» promovido por Isabel San Sebastián, Cristina López Schlichting e Isabel Durán, cuyo texto aseguraba que el aborto es «ética y legalmente inaceptable», ya que «se aniquila a un ser humano indefenso» y supone «una violencia infligida a la dignidad de la mujer».