Nacho y Paula se negaron a abortar a su hija que nació muy enferma, tuvieron gemelas: la Virgen les ayudó cuando culpaban a Dios

22 de diciembre de 2016.-  (Mater Mundi TV / Camino Católico)  Nacho y Paula son un matrimonio al que le ha tocado sufrir mucho pero precisamente por ello han podido experimentar la misericordia de Dios a pesar de la grave enfermedad de su hija Eugenia con la que les presionaron para que fuera abortada y todas las iniciativas que están realizando después para ayudar a su pequeña y a otros niños enfermos. Ambos contaron su experiencia de vida el
sábado 10 de diciembre en la Vigilia de testimonio, adoración y alabanza Asalto al Cielo, iniciativa desarrollada por Álvaro Cárdenas, párroco de la Parroquia de la Asunción de Colmenar del Arroyo (Madrid), Diócesis de Getafe.

Este joven matrimonio tenía dos hijas pequeñas cuando de nuevo Paula se quedó embarazada. Al poco tiempo se empezó a encontrar muy mal y finalmente descubrieron que la niña había sido afectada por un virus, que en este caso concreto se iba alimentando del cerebro de la bebé.

A este enorme sufrimiento se une que todos los médicos a los que les iban derivando les empujaban a abortar pues su hija nacería como un vegetal. Incluso les llegaron a animar a abortar incluso sobrepasado el límite legal para ello.

Ellos no se plantearon nunca esta posibilidad y empezaron a rezar juntos para pedir que se curase y para quererla con todo el corazón si finalmente nacía enferma. Incluso se creó una gran cadena de oración por el bebé por España y también en otros países.

Eugenia finalmente nació, algo que ya era un milagro en sí, pero con una afectación cerebral muy severa  y totalmente sorda, una situación que tampoco resultaba fácil para este matrimonio. Además, tenían que acudir a numerosos médicos, comprar muchos medicamentos…

Y así surgió otra de las iniciativas cuando Nacho dijo que empezaría a correr por Eugenia a ver si alguna empresa les ayudaba para sufragar los gastos. Esta carrera acabó convirtiéndose en la asociación Run4smiles o “Yo corro por Eugenia” que ahora ayuda a muchas familias con casos similares.

Pero había más sorpresas para este matrimonio. Pronto se produjo un nuevo embarazo, ahora de gemelas. El agotamiento físico y mental era abrumador y así apareció en su vida la Virgen de Medjugorje en un momento en el que Nacho culpaba a Dios de la enfermedad de Eugenia.

Y si la Virgen ayudó a Paula, los retiros de Emaus consiguieron reconciliar al marido con Dios. Y una vez que aceptaron la realidad de su vida viajaron juntos a Medjugorje a dar gracias a la Virgen por todos los dones que habían recibido en su vida y allí les llegó la certeza de que ellos debían ayudar a otras familias.

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