Oración a la Virgen de Fátima para consagrarle toda la humanidad y acompañar al Papa en su peregrinación / Por P. Carlos García Malo

«Santísima Virgen María, Reina de cielos y tierra, medianera de todas las gracias. Al cumplirse los cien años de tu primera aparición a los pastorcitos Francisco, Jacinta y Lucía en la Cova de Iría, nuestras almas se unen a las de estos tres intercesores poderosos ante tu Inmaculado Corazón suplicando por la salvación del mundo entero. A Él le consagramos toda la humanidad y todos los sufrimientos que maquillados se esconden detrás de nuestras apariencias»

11 de mayo de 2017.-(P. Carlos García Malo / Camino Católico) El Papa Francisco ha invitado a acompañarlo con la oración en su peregrinación al Santuario de Nuestra Señora de Fátima donde canonizara a Jacinta y Francisco, los dos pastorcitos de Fátima, coincidiendo con el centenario de las apariciones.

Nos unimos al Papa que ha afirmado en su video mensaje ante su peregrinación que  “me presento ante la Virgen como Pastor universal, ofreciéndole un ramo con las «flores» más bellas que Jesús ha confiado a mi cuidado (cf. Jn 21, 15-17), es decir, los hermanos y hermanas de todo el mundo redimidos por su sangre, sin excluir a nadie”. Rezamos con la siguiente oración:

Santísima Virgen María,

Reina de cielos y tierra,

medianera de todas las gracias.

Al cumplirse los cien años de tu primera aparición

a los pastorcitos Francisco, Jacinta y Lucía en la Cova de Iría,

nuestras almas se unen a las de estos tres intercesores poderosos

ante tu Inmaculado Corazón

suplicando por la salvación del mundo entero.

A Él le consagramos toda la humanidad

y todos los sufrimientos que maquillados se esconden detrás de nuestras apariencias.

Madre, tú ves la verdad del mundo:

como sin Dios se pierde y se hunde en un agujero

sin sentido de guerras, terrorismo, corrupción, egoísmo y demás atrocidades.

Madre buena a ti gritamos:

¡Sálvanos!

Intercede ante tu Hijo Jesús;

y hoy, igual que hace un siglo,

visita nuestro mundo, nuestros países, nuestras casas y corazones

para que con tu oración

el Espíritu Santo restaure nuestra naturaleza herida

y vueltos al Evangelio y a la plegaria,

Dios Padre nos otorgue el don de una verdadera conversión

que repare las ofensas y ultrajes que cada día se hacen

tanto al buen Dios como a tu Inmaculado Corazón;

y así, unidos para siempre a vosotros

un día alcancemos el gozo de vivir para siempre en el Cielo.

Amén.

Santísima Virgen de Fátima. Ruega por nosotros.

  P. Carlos García Malo

También te puede interesar:

 

 

 

Comentarios 0

Esta web utiliza cookies propias para su correcto funcionamiento. Contiene enlaces a sitios web de terceros con políticas de privacidad ajenas que podrás aceptar o no cuando accedas a ellos. Al hacer clic en el botón Aceptar, acepta el uso de estas tecnologías y el procesamiento de tus datos para estos propósitos. Más información
Privacidad