Oración a la Virgen María, Madre de la Iglesia, para que nos dejemos santificar y transformar por Cristo / Por P. Carlos García Malo

«Virgen María, Madre de la Iglesia y, por lo tanto, madre nuestra. Madre, siempre dócil al Espíritu de Dios, intercede por nosotros, hijos tuyos y de la Iglesia a fin de que nos dejemos hacer por aquel que todo lo transforma y hace nuevo. Que seamos luz en la Iglesia y nuestro testimonio anime a muchos a buscar a Cristo y a dejarle ser el Señor de sus vidas»

21 de mayo de 2018.- (P. Carlos García Malo / CaminoCatólico.com)  Este 21 de mayo la Iglesia celebra por primera vez la memoria de la Santísima Virgen María, Madre de la Iglesia, cuya fecha fue establecida el lunes siguiente a Pentecostés. El Vaticano estableció la memoria a través de un Decreto de la Congregación para el Culto Divino firmado el 11 de febrero de 2018.

El documento sostiene que el Papa Francisco “consideró atentamente que la promoción de esta devoción puede incrementar el sentido materno de la Iglesia en los Pastores, en los religiosos y en los fieles, así como la genuina piedad mariana”.

En el decreto, la misma Congregación señala que “esta celebración nos ayudará a recordar que el crecimiento de la vida cristiana, debe fundamentarse en el misterio de la Cruz, en la ofrenda de Cristo en el banquete eucarístico, y en la Virgen oferente, Madre del Redentor y de los redimidos”.

“La gozosa veneración otorgada a la Madre de Dios por la Iglesia en los tiempos actuales, a la luz de la reflexión sobre el misterio de Cristo y su naturaleza propia, no podía olvidar la figura de aquella Mujer, la Virgen María, que es Madre de Cristo y, a la vez, Madre de la Iglesia”, precisa el texto. Pidamos a la Virgen María, Madre de la Iglesia, que nos dejemos santificar y transformar por Cristo, para que nuestro testimonio anime a muchos a buscar a Cristo:

Virgen María,

Madre de la Iglesia y,

por lo tanto, madre nuestra.

Tú, que estuviste en los comienzos de la andadura eclesial

junto a los apóstoles el día de Pentecostés.

Tú, que fuiste partícipe, junto a ellos,

de las maravillas que el Paráclito realizó

no sólo en sus vidas

sino también en las vidas de cuantos los escuchaban.

Madre,

siempre dócil al Espíritu de Dios,

intercede por nosotros,

hijos tuyos y de la Iglesia

a fin de que nos dejemos santificar y hacer

por aquel que todo lo transforma y hace nuevo.

Que seamos luz en la Iglesia

y nuestro testimonio anime a muchos a buscar a Cristo

y a dejarle ser el Señor de sus vidas.

Haz, con tu intercesión,

que las gentes se sientan acogidas y acompañadas

por tu ternura maternal en el seno de este hogar

que es la Iglesia del único Pastor, Jesucristo,

que la fundó para reunirnos a todos en un solo redil.

Amén.

Virgen y Madre de la Iglesia, ruega por nosotros.

Carlos García Malo

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