Oración a Santa Susana para no sucumbir a las idolatrías / Por P. Carlos García Malo

*  «Santa Susana, virgen y mártir. Leías con pasión las Escrituras y en ellas te deleitabas del amor de Dios por su creación mayor: el hombre y la mujer. Descubierta creyente en Cristo se te obligó a apostatar y rendirle culto a un falso Dios. Ante tu negativa fuiste decapitada. Mártir de Cristo, Santa Susana, intercede por el pueblo de Dios a fin de que no sucumbamos a otros dioses que nos oferten una falsa felicidad, y nos mantengamos en la verdad de que el Amor, a veces duele, pero merece dar la vida por Él»

P. Carlos García Malo / Camino Católico.-  Cada 11 de agosto celebramos a Santa Susana, virgen y mártir. Se cuenta que era hija de un sabio sacerdote llamado Gabino y sobrina del Papa San Cayo. Era tan encantadora como bella y su erudición igualaba a la de su padre. El emperador Diocleciano, que buscaba esposa para su hijastro Maximiano, oyó tantas alabanzas de Susana, que mandó a Claudio, un tío de la joven que trabajaba en la corte, a decir a Gabino que quería casar a Susana con Maximiano. Pero, en cuanto Susana se enteró del honor con que la distinguía el emperador, declaró que era esposa de Cristo y que no podía aceptar otro marido. Su tío Claudio fue, sin embargo, a visitarla y la saludó con un beso y, al ver que Susana se resistía a aceptarlo, le explicó que se trataba de una simple muestra de afecto. La joven replicó: «Lo que me repugna no es el beso sino tu boca, profanada por los sacrificios a los ídolos.» Claudio le preguntó: «¿Cómo puedo limpiar mi boca?» «Arrepiéntete y recibe el bautismo», fue la respuesta.

La actitud de Susana en el asunto del matrimonio con Maximiano, impresionó tanto a Claudio, que se instruyó y recibió el bautismo, junto con su esposa, Prepedigna, y sus dos hijos. En seguida, puso en libertad a sus esclavos y repartió sus bienes entre los pobres. Como Claudio no volviese a la corte, Diocleciano envió a su hermano Máximo, otro cortesano, a averiguar la respuesta de Susana y a preguntar por la salud de Claudio, a quien creía enfermo. Máximo encontró a Claudio muy consumido por las penitencias, y éste le comunicó la decisión de Susana. Ambos fueron juntos a visitar a la joven y, después, discutieron el asunto con Gabino y el Papa San Cayo. Los cuatro hermanos comprendieron que no tenían derecho a apartar a Susana de su vocación, a pesar del peligro en que ello ponía a toda la familia. Máximo recibió también el bautismo y repartió sus bienes a los pobres. Cuando Diocleciano se enteró de la decisión de Susana y de la conversión de los dos hermanos, montó en cólera y dio permiso a uno de sus favoritos, llamado Julián, quien quería vengarse de ellos, de arrestar a todos los miembros de la familia y hacer de ellos lo que quisiese.

Temiendo tal vez que Diocleciano se arrepintiera, Julián mandó trasladar inmediatamente a Máximo y Claudio y a la esposa y los hijos de este último a Cumas, donde los quemó vivos y ordenó que sus cenizas fuesen arrojadas al mar. Santa Susana y su padre fueron decapitados en su propia casa.

Pidamos por intercesión de Santa Susana no sucumbir a las idolatrías:

Santa Susana, virgen y mártir.

El Señor te dotó de una inteligencia tal,

que siendo joven

comentabas entre los creyentes los textos de los santos padres de la Iglesia.

Leías con pasión las Escrituras

y en ellas te deleitabas del amor de Dios

por su creación mayor: el hombre y la mujer,

capacitados en su naturaleza

para alabar a su Hacedor y entrar en comunión con Él mediante la oración.

Descubierta creyente en Cristo

se te obligó a apostatar y rendirle culto a un falso Dios.

Ante tu negativa fuiste decapitada entregando tu vida y sangre

por el que sabías que había entregado su vida por ti en el madero de la Cruz.

Mártir de Cristo,

Santa Susana,

intercede por el pueblo de Dios

a fin de que no sucumbamos a otros dioses

que nos oferten una falsa felicidad,

y nos mantengamos en la verdad de que el Amor, a veces duele,

pero merece dar la vida por Él.

Amén.

Santa Susana, ruega por nosotros.

Carlos García Malo


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