Oración al Beato Fray Leopoldo de Alpandeire para tener un corazón sencillo y entregado sin esperar nada a cambio / Por P. Carlos García Malo

* «Fray Leopoldo de Alpandeire, beato limosnero capuchino, que en Granada dejaste un reguero de admiración y santidad. Sabiendo que alcanzar la santidad no es tarea fácil comentabas: «para ser santo hay que tragar mucha saliva», en respuesta a las humillaciones que recibías. «San Nipordo», como te llamaban los niños con cariño, haz, con tu intercesión, que nuestros corazones sean sencillos y entregados sin esperar nada a cambio»

Carlos García Malo / Camino Católico.- Cada 9 de febrero la Iglesia celebra al beato Fray Leopoldo de Alpandeire, que nació el 24 de junio de 1864 en Alpandeire, Málaga y falleció el 9 de febrero de 1956, Granada. Era fraile capuchino y fue declarado beato por Benedicto XVI el 12 de septiembre de 2010. Muy milagroso y con muchos devotos en toda España y fuera de ella.
La vida de Fray Leopoldo estuvo entregada a los demás y a la piedad, dedicándose a ser fraile limosnero por las calles de la Alhambra, siendo generoso con los necesitados y dando buenos consejos y actuando siempre con misericordia.
Su féretro descansa en la cripta del convento de los Padres Capuchinos de Granada y a él se le atribuyen muchos milagros y curaciones imposibles para la medicina. Con sólo tres “Aves Marías” y mucha fe, la influencia de fray Leopoldo puede obrar el prodigio.
Cuentan que en el momento de su muerte sonó el teléfono, un padre capuchino descolgó y al otro lado del hilo telefónico escuchó: “¿Acaba de morir el fraile limosnero, no?”, el sacerdote respondió afirmativamente “si, cierto, pero ¿cómo ha podido usted enterarse, si tan sólo hace dos minutos que expiró y ni siquiera aquí algunos todavía lo saben?”.

El interlocutor respondió: “Mire usted, señor, cuando mi hija tenía siete años, rogué a fray Leopoldo que viniese a visitarla pus ella no podía hablar. Él vino y, tras verla, rezamos las tres ave marías junto a ella, y el santo me dijo: “Esta niña hablará el día que yo me calle del todo”, y… la niña acaba de comenzar a hablar como si toda su vida lo hubiera estado haciendo”. Tras escuchar esto el sacerdote dijo: “Pues sí, fray Leopoldo acaba de morir…”
Pidamos por intercesión del Beato Fray Leopoldo de Alpandeire tener un corazón sencillo y entregado sin esperar nada a cambio:
Fray Leopoldo de Alpandeire, beato limosnero capuchino,
que en Granada dejaste un reguero de admiración y santidad.
Tu vida fue un ir y venir por sus calles pidiendo una ayuda
con que sostener el convento y a los pobres.
Tu generosidad era ponderada pues, a veces,
regresabas con los tuyos sin apenas limosnas
pues las habías ya repartido entre los necesitados.
Conocedor de la pobreza del ser humano,

excusabas al pecador diciendo:
«es santo a su manera».
Y sabiendo que alcanzar la santidad no es tarea fácil comentabas:
«para ser santo hay que tragar mucha saliva»,
en respuesta a las humillaciones que recibías.
«San Nipordo», como te llamaban los niños con cariño,
haz, con tu intercesión,
que nuestros corazones sean sencillos y entregados
sin esperar nada a cambio.
Solo el deseo de estar un día, por la eternidad,
con Dios en el Cielo. Amén.
beato Leopoldo de Alpandeire, ruega por nosotros.
Carlos García Malo
