Oración para que el Señor nos ayude a acompañarle fielmente esta Semana Santa / Por P. Carlos García Malo
«La algarabía se extiende y te reciben como rey… pero tú sabes el porqué de tu entrada en la ciudad y lo que vas a vivir. Sabes la voluntad del Padre y te entregas a ella por la salvación de los que ahora te aclaman y mañana, tal vez, no. Domingo agridulce de emociones. De corazones sinceros y corazones con doblez. Pero tú sólo miras la salvación que traerás con tu pasión. Señor, que no quede yo indiferente, frío, como espectador insensible… Ayúdame con tu Espíritu Santo a acompañarte sin dudarlo toda esta Semana Santa»
P. Carlos García Malo / Camino Católico.- Hoy la Iglesia celebra el Domingo de Ramos, dando inicio a la Semana Santa. El Evangelio del día corresponde a la lectura de Mateo 26:14 – 27:66, pasaje de la Pasión de Cristo.
La Palabra de Dios tiene poder para transformar nuestras vidas si la escuchamos, la acogemos, dejamos que nos cambie y la ponemos por obra. La Semana Santa es un tiempo para profundizar en nuestra vida y mirando a Cristo en su Pasión para salvarnos, poder aceptar nuestra cruz y caminar con ella para dar frutos de resurrección. Pidamos al Señor la fidelidad para centrar la mirada en Él esta Semana Santa con la siguiente oración:
Domingo…
Domingo de vítores y aclamaciones.
Domingo de bienvenidas con palmas en las manos… gritos de júbilo.
¡Hosanna, al hijo de David!
¡Bendito el que viene en nombre del Señor!
Y tú, Jesús, humilde entras en Jerusalén montado en un pollino.
La algarabía se extiende y te reciben como rey…
pero tú sabes el porqué de tu entrada en la ciudad
y lo que vas a vivir.
Sabes la voluntad del Padre
y te entregas a ella por la salvación
de los que ahora te aclaman y mañana, tal vez, no.
Domingo agridulce de emociones.
De corazones sinceros y corazones con doblez.
Pero tú sólo miras la salvación que traerás con tu pasión.
Señor, que no quede yo indiferente, frío, como espectador insensible…
Ayúdame con tu Espíritu Santo a acompañarte sin dudarlo toda esta Semana Santa.
P. Carlos García Malo