P. José de Jesús Aguilar Valdés / La Virgen del Carmen

16 de julio de 2014.- (Camino Católico)  Cada 16 de julio los católicos celebramos la fiesta de una de las advocaciones marianas más conocidas, la Virgen del Carmen, cuyo escapulario lo llevan millones de fieles en todo el mundo por las promesas hechas por la Madre de Dios para llegar al cielo. El P. José de Jesús Aguilar Valdés medita en el vídeo sobre la Virgen del Carmen.

El Monte Carmelo es una cadena montañosa situada junto al mar en Tierra Santa, Israel. Fue el lugar donde algunos profetas rendían culto a Dios, entre ellos Elías. Es además en donde el 16 de julio de 1251 la Virgen se apareció a San Simón Stock, general de la orden Carmelita en respuesta a su humilde súplica que invocaba su protección para la Orden.

En ese encuentro, la Santísima Virgen le da el escapulario señalando que será un signo de privilegio para él y para todos los carmelitas, además prometió que serán auxiliados en sus necesidades y quien muera usando el escapulario luego de una vida en fidelidad a Dios, no sufrirá el fuego eterno y obtendrá la liberación de las penas del purgatorio. El Escapulario de la Virgen del Monte Carmelo es uno de los sacramentales marianos más importantes junto a la Medalla Milagrosa y el Santo Rosario.

San Juan Pablo II decía “también yo llevo sobre mi corazón, desde hace tanto tiempo, el Escapulario del Carmen! Por ello, pido a la Virgen del Carmen que nos ayude a todos los religiosos y las religiosas del Carmelo y a los piadosos fieles que la veneran filialmente, para crecer en su amor e irradiar en el mundo la presencia de esta Mujer del silencio y de la oración, invocada como Madre de la misericordia, Madre de la esperanza y de la gracia».

El Sumo Pontífice Emérito Benedicto XVI el domingo 17 Jul de 2011 en su Ángelus dominical señaló desde la residencia pontificia de Castelgandolfo que «el escapulario es un signo particular de unión con Jesús y María. Para aquellos que lo llevan, es un signo de filial abandono a la protección de la Virgen Inmaculada” y agregó posteriormente: “Que en nuestra batalla contra el mal, María, nuestra Madre nos envuelva en su manto. Os confío a Su protección y os bendigo de corazón».

Comentarios 0

Esta web utiliza cookies propias para su correcto funcionamiento. Contiene enlaces a sitios web de terceros con políticas de privacidad ajenas que podrás aceptar o no cuando accedas a ellos. Al hacer clic en el botón Aceptar, acepta el uso de estas tecnologías y el procesamiento de tus datos para estos propósitos. Más información
Privacidad