Papa a niños en catedral de Morelia: «Pedimos por la familia, por los amigos, por quienes estamos peleados, para que Dios los bendiga»

Francisco saluda a Ximena Guadalupe la niña curada milagrosamente por intercesión del beato José Sánchez del Río y escucha una composición del Coro Monumental a quienes dice: «Sigan siendo creativos, sigan así, buscando la belleza, las cosas lindas, las cosas que duran siempre y nunca se dejen pisotear por nadie. ¿Está claro?»

17 de febrero  de 2016.-  (Camino Católico)  Los más de 600 niños reunidos en la catedral de Morelia recibieron a Francisco con una alegría desbordante.  Lo primero que hizo el Papa fue saludar a la niña de 7 años Ximena Guadalupe y a su madre Paulina Gálvez Ávila. Ximena Guadalupe cuando era bebé protagonizó la curación milagrosa que posibilitará que el beato José Sánchez del Río sea declarado santo de acuerdo con el decreto que firmó el Papa el pasado 22 de enero. La pequeña se curó milagrosamente de  meningitis, tuberculosis, convulsiones y de un infarto cerebral.

Madre e hija entregaron unas flores al Papa que depositó sobre una escultura que recuerda al pequeño. José Sánchez del Río fue terriblemente torturado durante la guerra Cristera en 1928.

Francisco habló a los niños y les pidió que recuerden rezar por todas las personas que les ayudan a crecer como sus padres, abuelos o profesores. Les dio también una sencilla pero profunda enseñanza. El texto completo de las palabras del Papa a los niños es el siguiente:

¡Buenas tardes! Sé que vienen de todas las parroquias de la ciudad y de las diócesis sufragáneas y de algunos colegios. Muchas gracias por la visita y le voy a pedir a Jesús que los haga crecer con mucho amor, con mucho amor, como tenía Él, con mucho amor para ser cristianos en serio, para cumplir el mandamiento que Jesús nos dio: Amar a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como Jesús nos amó, como nosotros mismos y más como Él nos amó.

Y vamos a pedirle a la Virgen que nos cuide, que nos bendiga. Cada uno de ustedes ahora piense en su corazón en la familia que tienen y en los amigos y si están peleados con alguno también piensen por él. Y también le vamos a pedir que la Virgen los cuide, es una manera de haciéndonos amigos y no tantos enemigos porque la vida no es linda con enemigos y el que hace los verdaderos amigos es Dios en nuestro corazón.

Entonces en silencio pensamos en la familia, en nuestros amigos, en aquellos con quienes estamos peleados, para que Dios los bendiga y por todas las personas que nos ayudan: las monjas, los curas, los profesores, la escuela, todos los que nos están ayudando a crecer. Una bendición especial también para papá, mamá y los abuelos. Silencio, cerramos los ojos y pedimos todo esto.

Dios te salve María…

Que los bendiga Dios todopoderoso, el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. Y les pido por favor que recen por mí. ¿Lo van a hacer?

Después el Santo Padre se dirigió hacia donde estaba el Coro Monumental de la Catedral de Morelia, que le dedicó una composición propia. Tras escuchar la canción que ellos compusieron especialmente para él les dijo lo siguiente:

Los felicito, los felicito en serio. El arte, el deporte ensanchan el alma y hacen  bien, con aire fresco y no aplastan la vida. Sigan siendo creativos, sigan así, buscando la belleza, las cosas lindas, las cosas que duran siempre y nunca se dejen pisotear por nadie. ¿Está claro? ¿Les doy la bendición?

Que los bendiga Dios todopoderoso, el Padre y el Hijo y el Espíritu Santo.

Les pido que recen por mí y que de vez en cuando me canten una canción aunque esté lejos. Chau, hasta luego, que Dios los bendiga.

Francisco

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