Papa Francisco a la Rota Romana: «No puede haber confusión entre la familia que quiso Dios y cualquier otro tipo de unión»

* «La Iglesia con renovado sentido de responsabilidad, sigue proponiendo el matrimonio, en sus elementos esenciales (prole, bien de los cónyuges, unidad, indisolubilidad, sacramentalidad), no como un ideal para pocos, a pesar de los modelos centrados en lo efímero y pasajero, sino como una realidad que, en la gracia de Cristo, puede ser vivida por todos los fieles bautizados»

22 de enero de 2016.- (Ary Waldir Ramos Díaz / Aleteia / Radio Vaticano Camino Católico)  El Papa Francisco afirmó que “no puede haber confusión entre la familia que quiso Dios y cualquier otro tipo de unión”. Lo dijo al recibir en la Sala Clementina a los jueces, los empleados y los abogados de la Rota Romana este viernes 22 de enero, en ocasión de la inauguración del año judicial.

De igual manera, explicó que la Rota es “el tribunal de la verdad y del vínculo sacro”. Y“se propone declarar la verdad sobre el matrimonio en el caso concreto, por el bien de los fieles”. La Iglesia a través de la justicia del tribunal demuestra el “amor misericordioso de Dios” hacia las familias, en los casos en los cuales existen “heridas por el pecado y por las pruebas de la vida”.

El Obispo de Roma explicó que el servicio de la Rota “siempre tiene presente que cuantos, por libre elección o por infelices circunstancias de la vida, viven en un estado objetivo de error, no dejan de ser objeto del amor misericordioso de Cristo y, por lo tanto, de la Iglesia misma”.

La familia “basada en el matrimonio indisoluble, de unión y procreación, pertenece al ‘sueño’ de Dios y de su Iglesia para la salvación de la humanidad”. Asimismo, aseveró que “Dios quiso hacer que los esposos fueran partícipes de su amor: del amor personal que Él tiene por cada uno de ellos y por el que los llama a ayudarse y a entregarse recíprocamente, para alcanzar la plenitud de su vida personal y del amor que Él lleva a la humanidad y a todos sus hijos”.

Un amor por el cual Dios“desea multiplicar los hijos de los hombres, para hacer que sean partícipes de su vida y de su felicidad eterna”. La familia es “Iglesia doméstica” y el espíritu familiar es una carta constitucional para la Iglesia.

En relación a la fe y la validez del matrimonio, el Pontífice aclaró “que la cantidad de la fe no es condición esencial del consenso matrimonial, que, según la doctrina de siempre, puede ser minado solo a nivel natural”. De hecho, el don recibido en el bautismo sigue teniendo un “influjo misterioso en el alma, incluso cuando la fe no ha sido desarrollada y psicológicamente parece estar ausente”.

No es raro que los esposos, a la hora de la celebración, tengan “una consciencia limitada de la plenitud del proyecto de Dios, y solo después, en la vida en familia, descubran todo lo que Dios Creador y Redentor ha establecido para ellos”.

En este sentido, el Papa habló de una necesidad en la preparación de los esposos al matrimonio. “Las faltas de la formación en la fe y también el error sobre la unidad, la indisolubilidad y la dignidad sacramental del matrimonio vician el consenso matrimonial solo si determinan la voluntad”.

“Justamente por ello, los errores que tocan la sacramentalidad del matrimonio deben ser evaluados con mucha atención”,explicó.

“La Iglesia con renovado sentido de responsabilidad, sigue proponiendo el matrimonio, en sus elementos esenciales (prole, bien de los cónyuges, unidad, indisolubilidad, sacramentalidad), no como un ideal para pocos, a pesar de los modelos centrados en lo efímero y pasajero, sino como una realidad que, en la gracia de Cristo, puede ser vivida por todos los fieles bautizados”,constató.

 

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