Papa Francisco a los jóvenes en Sarajevo: «Si usted en el ordenador busca programas sucios, pierde la dignidad»

«La mala fantasía mata el alma. Si usted que es joven y vive atado, pegado a la computadora, se hace esclavo de la computadora, entonces pierde la libertad. Ver la TV, usar la computadora para las cosas grandes, que nos hacen crecer, es bueno»

6 de junio de 2015.-(ACI  / Radio Vaticano Camino Católico)  La última intervención pública del Papa Francisco en Sarajevo estuvo dedicada a los jóvenes de Bosnia y Herzegovina, así como de los países vecinos, que tuvo lugar en el Centro juvenil“Juan Pablo II”, a quienes el Pontífice les dejó como don una pequeña estatua moderna de bronce, sobre una base de manera, que representa al Papa Wojtyla con la mitra y el pastoral que utilizaba en los últimos años de su pontificado, obra del escultor Gaspare de Brescia y que Monseñor Alberto Tanasini, Obispo de Chiavari, en Italia, donó a la Santa Sede en el 10° aniversario de la visita que este Papa había realizado a su diócesis en septiembre de 1998.

Este encuentro comenzó con el testimonio de dos jóvenes: Darko Majstorovic y Nadežda Mojsilović a quienes  el Santo Padre escuchó con atención.

El primero fue Darko Majstorovic, un joven profesor de educación física, de 24 años, quien compartió en pocos minutos su historia personal y el papel de la fe en la vida de un muchacho católico en Bosnia y Herzegovina. Tras diversas vicisitudes, no exentas de temor e incertidumbre, creció en la fe hasta convertirse en el presidente de la Asociación de estudiantes católicos“Emaús”. Y manifestó al Papa su deseo de que esta visita, con sus palabras, anime todos los jóvenes a no tener más miedo de afrontar los desafíos y las adversidades, a fin de que la tolerancia y la conciliación lleguen a ser la carta vencedora para un mañana mejor. En el siguiente vídeo su testimonio:

El otro testimonio lo ofreció la joven Nadežda Mojsilović, miembro de la Iglesia ortodoxa serbia, coordinadora del trabajo con los jóvenes a través del programa“Caminamos juntos” de un templo de Sarajevo oriental y de este mismo Centro para la pastoral juvenil. “Viviendo en Bosnia y Herzegovina – le dijo al Papa –  en este Estado multicultural y multiconfesional, soy consciente de mis altas responsabilidades frente a mis raíces cristianas, a mis coetáneos y a las futuras generaciones. Por esto acepto con corazón puro mis deberes, a fin de contribuir al acuerdo común y a la paz recíproca entre las personas”. “El trabajo y el logro de estos objetivos – añadió –representan para mí un paso importantísimo en mi vida y le dan sentido pleno”.

“Mientras tanto – concluyó –espero sinceramente que, después de este encuentro nuestro, de los jóvenes con Usted, Cabeza de la Iglesia católica, podremos difundir la fuerte convicción de que la paz es la más alta de todas nuestras aspiraciones y que preservar nuestras almas es algo imperativo a fin de que el amor y la confianza reinen entre nosotros. Y que permanezcan por los siglos de los siglos”.

El Papa prefirió dejar de lado el discurso que había preparado, pidiendo a Monseñor Marko Semren, Obispo Auxiliar de Banja Luka, encargado de la pastoral juvenil que se los entregara después y se entretuvo gratamente con estos chicos y chicas que le hicieron algunas preguntas, relacionadas con la utilidad de los programas televisivos, en el mundo de la imagen, y de las redes sociales.

Francisco, que había comenzado este viaje a Sarajevo con la juventud, con los niños que lo recibieron en el aeropuerto, lo concluyó, de la misma manera, con los jóvenes y niños presentes, a muchos de los cuales besó al despedirse.

El transcripción del dialogo del Papa Francisco con los tres jóvenes es el siguiente:

Joven 1: En los tiempos recientes vivimos con los medios y hemos leído en ellos que usted no ve la TV. ¿Podría explicarnos por qué?

Papa Francisco: A mitad del año 90 he visto una noche, he sentido que esto no me hacía bien, que me alienaba y he decidido no verla más. Cuando he querido ver una buena película iba al Centro Televisivo del Arzobispado (de Buenos Aires) y miraba ahí solamente esa película, pero la televisión, me alienaba, me llevaba fuera de mí y no me ayudaba. Es verdad que yo soy antiguo, de la edad de piedra.

Entiendo que el tiempo ha cambiado y que nosotros vivimos en el tiempo de la imagen y esto es muy importante. En el tiempo de la imagen se debe hacer lo mismo que se hacía en el tiempo de los libros, elegir las cosas que me hacen bien. Y aquí puedo decir dos cosas. Primero, la responsabilidad de los centros televisivos, de hacer programas que hagan bien con los valores, construyan la sociedad y nos lleven adelante y no abajo.

Y después,  hacer programas que ayuden a que los verdaderos valores se hagan más fuertes y nos preparen para la vida. Esta es la responsabilidad de los centros televisivos.

Segundo, saber elegir los programas. Si yo veo que un programa no me hace bien, me echa abajo los valores, me hace ser vulgar y entrar en la vulgaridad, también en la porquería, debo cambiar el canal. Como se hacía en mi edad de piedra, que cuando un libro era bueno uno lo leía y cuando te hacía mal, lo tirabas.

Y después hay un tercer punto. El punto de la mala fantasía que mata el alma. Si usted que es joven y vive atado, pegado a la computadora, se hace esclavo de la computadora, entonces pierde la libertad. Y si usted en el ordenador busca programsa sucios, pierde la dignidad. Ver la TV, usar la computadora para las cosas grandes, que nos hacen crecer, es bueno.

Joven 2: Usted ha llegado a sentir el amor, como nosotros los jóvenes. Quería preguntarle si usted ha sentido la alegría y el amor que todos los jóvenes de Bosnia Herzegovina tienen hacia su persona.

Papa Francisco: Para decirte la verdad, cuando veo a los jóvenes siento el amor y la alegría que tienen no solo por mí, sino por los ideales, por crecer. Pero ustedes tienen una singularidad. Ustedes son la primera, creo, generación después de la guerra. Son flores de una primavera, que quieren ir adelante y no volver a la destrucción, a las cosas que nos hacen enemigos unos de otros. Encuentro en ustedes este deseo y entusiasmo y esto es nuevo para mí.

Veo que ustedes no quieren destrucción, ustedes no quieren hacerse enemigos unos de otros, quieren caminar juntos y esto es grande. Veo en esta generación, en todos ustedes, estoy seguro, miren dentro de ustedes, que tienen la misma experiencia. No somos ustedes y yo, somos ‘nosotros’. Nosotros queremos ser ‘nosotros’ para no destruir la patria, no destruir el país. Usted es musulmán, judío, católico, pero somos ‘nosotros’ y esto es hacer lo propio de su generación y es su alegría.

Ustedes tienen una vocación grande: jamás construyan muros, solamente puentes.

Joven 3: Estoy aquí también como voluntaria. Quisiera preguntarle ¿cuál es el mensaje de paz que tiene para nosotros, los jóvenes?

Papa Francisco: En esta respuesta me repito. Todos hablan de la paz, algunos potentes de la Tierra dicen cosas muy bonitas de la paz, pero por debajo venden armas. De ustedes yo espero honestidad, pero honestidad entre lo que piensan, sienten y hacen, lo contrario se llama hipocresía.

Años atrás he visto una película sobre esta ciudad, no recuerdo el nombre, pero lo vi en una versión alemana, el puente, no sé cómo se llama. Ahí vi cómo el puente siempre une, pero cuando el puente no se usa para ir uno hacia el otro es un puente prohibido, se convierte en ruina de una ciudad, en la ruina de una existencia. Y por eso de ustedes, de esta primera generación de después de la guerra espero honestidad, no hipocresía, unión, que se pueda andar de una parte a la otra en los puentes; esto es fraternidad.


Vídeo de jóvenes que danzan ante el Papa


Coro «Superar» de niños serbios cristianos ortodoxos y musulmanes cantan ante el Papa Francisco en el encuentro con jóvenes en Sarajevo

El coro se llama “Superar” y está formado por niños y adolescentes serbios (cristianos ortodoxos) y musulmanes, que entonaron al Papa la canción “Love People”. Aunque la masacre de Srebrenica marcó profundamente las divisiones étnico-religiosas de la región; el canto de paz y amor de estos menores ha dado un mensaje de esperanza.

En declaraciones a Radio Vaticana, el maestro de coro, Ismar Poric, describió la escuela de música y coro como un proyecto multi-étnico de reconciliación y un modelo inspirador para Bosnia Herzegovina y para la comunidad internacional. Poric contó que al inicio los papás de los niños se mostraron un poco escépticos, pero con el tiempo se forjaron los lazos de amistad entre los pequeños. En ese sentido, explicó que “Love people” tiene un mensaje fuerte y motivador de la coexistencia pacífica, necesaria para una sociedad que también enfrenta una elevada crisis social, económica y moral. 

 

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