Papa Francisco en el Ángelus: «¡La oración es la primera herramienta de trabajo en nuestras manos!»

* «Pienso en los dramáticos acontecimientos de Munich en Alemania y de Kabul en Afganistán, donde han perdido la vida numerosas personas inocentes. Estoy cerca de las familias de las víctimas y de los heridos. Los invito a unirse a mi oración para que el Señor inspire a todos propósitos de bien y fraternidad. Cuanto más insuperables parecen las dificultades y oscuras las perspectivas de paz y seguridad, aún más insistente debe ser nuestra oración»

Video completo de las palabras del Papa traducidas al español

24 de julio de 2016.- (13 TV / Radio Vaticano Camino Católico)  La importancia de la oración como “herramienta de trabajo” y  como salvación de vida fue el concepto fundamental que desarrolló el Papa Francisco en su reflexión antes de rezar el Ángelus del cuarto domingo de julio en la Plaza de San Pedro.“Señor, enséñame a rezar”, es la frase que Francisco destacó del Evangelio del día (Lc 11, 1-13) recordando que la palabra “Padre” es el secreto fundamental de la oración. “Es la llave que Él mismo nos da para que podamos entrar también nosotros en la relación de diálogo confidencial con el Padre”, afirmó.

Y en este sentido el Obispo de Roma subrayó también tres súplicas fundamentales de la oración del Padre Nuestro que son: “el pan”, a través del cual Jesús nos hace ver qué es lo necesario y no lo superfluo; “el perdón” con el que conocemos la misericordia infinita de Dios, y el tercer punto a resaltar es “no nos dejes caer en la tentación”, concepto que hace ser conscientes de nuestras condición siempre expuesta al mal y a la tentación. “No se puede vivir sin pan, no se puede vivir sin perdón y no se puede vivir sin la ayuda de Dios para no caer en las tentaciones”, aseguró.

Después de la oración del Ángelus el Sucesor de Pedro se mostró triste y preocupado ante las noticias relacionadas con el terrorismo y la violencia que causan tanto dolor y tantas muertes, y especialmente recordó los trágicos incidentes ocurridos en la ciudad alemana de Múnich y en Kabul, Afganistán. Aseguró estar cerca de las víctimas y familiares con su oración y pidió a Dios que inspire a todos propósitos de bien y de fraternidad. También pidió orar por la JMJ de Cracovia.En el vídeo superior se escuchan y visualizan las palabras del Santo Padre traducidas al español, cuyo texto completo es el siguiente:

Queridos hermanos y hermanas ¡buenos días!

El Evangelio de este domingo (Lc 11,1-13) se abre con la escena de Jesús rezando, solo, apartado; cuando termina los discípulos le piden: «Señor, enséñanos a orar» (v. 1); y Él responde: «Cuando oren, digan: Padre…» (v. 2). Esta palabra es el «secreto» de la oración de Jesús, es la llave que Él mismo nos da, para que podamos entrar también nosotros en esa relación de diálogo confidencial con el Padre, que ha acompañado y sostenido toda su vida.

Con el apelativo «Padre», Jesús asocia dos peticiones: «Padre, santificado sea tu Nombre, que venga tu Reino» (v. 2). La oración de Jesús, y por lo tanto la oración cristiana, es ante todo hacer lugar a Dios, dejándole que manifieste su santidad en nosotros y haciendo avanzar su reino, a partir de la posibilidad de ejercer su señorío de amor en nuestras vidas.

Otras tres peticiones completan el «Padre Nuestro» en la versión de Lucas. Son tres preguntas que expresan nuestras necesidades fundamentales: el pan, el perdón y la ayuda en las tentaciones (cf. vv 3-4.). No se puede vivir sin pan, no se puede vivir sin el perdón y no se puede vivir sin la ayuda de Dios en las tentaciones. El pan que Jesús nos hace pedir es aquel necesario, no el superfluo; es el pan de los peregrinos, un pan que no se acumula y no se desperdicia, que no sobrecarga nuestra marcha. El perdón es, ante todo, aquel que nosotros mismos recibimos de Dios: solamente la conciencia de ser pecadores perdonados por la infinita misericordia divina puede hacernos capaces de cumplir gestos concretos de reconciliación fraterna. La última petición, «no nos dejes caer en la tentación», expresa la conciencia de nuestra condición, siempre expuesta a las insidias del mal y de la corrupción.

La enseñanza de Jesús sobre la oración continúa con dos parábolas con las que Él toma como modelo la actitud de un amigo con otro amigo, y la de un padre con su hijo (cf. vv. 5-12). Ambas nos quieren enseñar a tener plena confianza en Dios, que es Padre. Él conoce mejor que nosotros mismos nuestras necesidades, pero quiere que se las presentemos con audacia e insistencia, porque esa es la forma en que participamos en su obra de salvación. ¡La oración es la primera y principal «herramienta de trabajo» en nuestras manos! Insistir con Dios no sirve para convencerlo, sino para fortalecer nuestra fe y nuestra paciencia, es decir, nuestra capacidad de luchar junto a Dios por las cosas que son realmente importantes y necesarias.

Entre ellas, hay una que es la más importante de todas, pero que casi nunca le pedimos, y es el Espíritu Santo. Jesús dice: «Si ustedes, que son malos, saben dar cosas buenas a sus hijos, cuánto más el Padre del cielo dará el Espíritu Santo a aquellos que se lo pidan». (V. 13). Pero, ¿para qué sirve el Espíritu Santo? Sirve para vivir bien, para vivir con sabiduría y amor, haciendo la voluntad de Dios. La Virgen nos lo demuestra con su existencia, completamente animada  por el Espíritu de Dios. Que ella nos ayude a orar al Padre unidos a Jesús, para vivir no en manera mundana, sino según el Evangelio, guiados por el Espíritu Santo.

(Después de la oración mariana del Ángelus el Papa ha dicho:)

Video fragmento de las palabras del Papa traducidas al español en que recuerda y reza por las víctimas de los actos de terrorismo y violencia de Múnich y Kabul

En estas horas nuestro ánimo se sacude una vez más por las tristes noticias relativas a deplorables actos de terrorismo y de violencia, que han causado dolor y muerte. Pienso en los dramáticos acontecimientos de Munich en Alemania y de Kabul en Afganistán, donde han perdido la vida numerosas personas inocentes.

Estoy cerca de las familias de las víctimas y de los heridos. Los invito a unirse a mi oración para que el Señor inspire a todos propósitos de bien y fraternidad. Cuanto más insuperables parecen las dificultades y oscuras las perspectivas de paz y seguridad, aún más insistente debe ser nuestra oración. Ave María…

Video fragmento de las palabras del Papa traducidas al español en que pide rezar por la JMJ de Cracovia

Queridos hermanos y hermanas,

en estos días muchos jóvenes de todo el mundo se están encaminando hacia Cracovia, donde tendrá lugar la trigésimo primera Jornada Mundial de la Juventud. Yo también partiré el próximo miércoles, para encontrar a estos chicos y chicas, y para celebrar con ellos y por ellos el Jubileo de la Misericordia, con la intercesión de San Juan Pablo II. Les pido que nos acompañen con la oración. Desde ahora saludo y agradezco a los que están trabajando para recibir a los jóvenes peregrinos, con numerosos obispos, sacerdotes, religiosos y religiosas. Un pensamiento especial dirijo a los muchos jóvenes coetáneos que, no pudiendo estar presentes en persona, seguirán el evento a través de los medios de comunicación. ¡Estaremos todos unidos en la oración!

Y ahora los saludo, queridos peregrinos de Italia y de otros países. En particular, a los de São Paulo y di São João de Boa Vista en Brasil; el Coro «Giuseppe Denti» de Cremona y a los participantes en la peregrinación en bicicleta desde Piumazzo a Roma, enriquecida por el compromiso de la solidaridad.

Les deseo a todos un buen domingo. Y por favor no se olviden de rezar por mí. ¡Buen almuerzo y hasta pronto!

Francisco

 

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