Papa Francisco en la homilía en Santa Marta: «Soportar con paciencia y vencer con amor las opresiones externas e internas, gracias propias de un cristiano”

“Nuestra fe es aquel creer en Jesús, que nos enseñó el amor y nos enseñó a amar a todos. Y la prueba de que estamos en el amor es cuando oramos por nuestros enemigos”

24 de mayo de 2013.- (Zenit/ Camino Católico) «Soportar con paciencia y vencer con amor las opresiones externas e internas»:ha sido esta la oración elevada por el Papa Francisco durante la misa en memoria de María Auxiliadora, celebrada en la Casa Santa Marta. Según informa Radio Vaticana, el Santo Padre ha pedido dos gracias: «Soportar con paciencia y vencer con amor». Se trata de «gracias propias de un cristiano».

«Soportar con paciencia»–señala– «¡no es fácil!». «No es fácil, cuando las dificultades vienen desde el exterior, o cuando vienen los problemas en el corazón, en el alma, los problemas internos». Pero, soportar –explica–, no es «cargar encima una dificultad»:

«Soportar es tomar el problema y llevarlo adelante, con fuerza, para que la necesidad no nos abaje. Ir hacia adelante con fuerza: esa es una virtud cristiana. San Pablo habla varias veces. Soportar. Esto significa no dejarnos vencer por las dificultades. Esto significa que el cristiano tiene la fuerza para no darse por vencido. Cargarlas, pero hacia arriba: esto es soportar. No es fácil, porque el desaliento aparece, y uno tiene la tentación de bajar los brazos y decir: «Bueno, vamos, hacemos lo que podemos, pero no es más”. Pero no, soportar es una gracia. Tenemos que pedirla, en medio de las dificultades».

La otra gracia que el papa ha pedido es «vencer con amor»:

«Se puede ganar por muchos caminos, pero la gracia que pedimos hoy es la gracia de la victoria con amor, a través del amor. Y esto no es fácil. Cuando tenemos enemigos fuera que nos hacen sufrir tanto: no es fácil vencer con amor. Existe el deseo de vengarnos, de enfrentarse a él… El amor: aquella humildad que Jesús nos enseñó. ¡Esa es la victoria! El apóstol Juan nos lo dice en su primera Carta: «Esta es nuestra victoria, nuestra fe». Nuestra fe es aquel creer en Jesús, que nos enseñó el amor y nos enseñó a amar a todos. Y la prueba de que estamos en el amor es cuando oramos por nuestros enemigos».

Orar por los enemigos, por los que nos hacen sufrir – ha continuado el Papa, «no es fácil». Sin embargo, somos «cristianos derrotados» si no perdonamos a los enemigos, y si no oramos por ellos. Y «¿cuántos cristianos tristes, desanimados, encontramos?» – ha exclamado-, porque «no tuvieron la gracia de soportar con paciencia y vencer con amor»:

«Por lo tanto, pedimos a la Virgen que nos dé la gracia de soportar con paciencia y vencer con amor. ¡Cuántas personas –muchos ancianos y ancianas--, han seguido este camino! Y es hermoso verlos: tienen una mirada preciosa, una felicidad serena. No hablan mucho, pero tienen un corazón paciente y lleno de amor. Saben lo que es el perdón de los enemigos, saben lo que es orar por nuestros enemigos. Muchos cristianos son así».

La misa contó con la participación de los empleados del Consejo Pontificio para las Comunicaciones Sociales, encabezados por el presidente del dicasterio, monseñor Claudio Maria Celli. Y el día en que se celebra la Jornada de Oración por la Iglesia en China, asistió a la ceremonia el arzobispo chino salesiano Savio Hon Tai-Fai, secretario de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos, y un grupo de presbíteros, religiosos, seminaristas y laicos en China. Al final de la oración de los fieles, el papa rezó: «Por el noble pueblo chino: que el Señor lo bendiga y Nuestra Madre lo proteja». La misa terminó con un himno a la Virgen en chino.

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