Papa Francisco llega a Lesbos y dice que «este es un viaje triste. Vamos a la mayor catástrofe humanitaria desde la segunda Guerra Mundial»

* «Veremos a mucha gente que sufre que es obligada a huir y no sabe a dónde ir. Vamos a visitar también un cementerio en el mar en el que se ha ahogado tanta gente. Esto no lo digo para amargar sino para que su trabajo de hoy pueda transmitir en sus medios el estado de ánimo con el que hago este viaje»

16 de abril de 2016.- (13 TV  / Radio Vaticano / Camino Católico) Tras un vuelo de poco más de dos horas proveniente desde Italia, el Airbus 320 que lleva al Papa Francisco, llegó al aeropuerto de Mytilene en la isla griega de Lesbos a las 10:20 locales, después de recorrer 1.252 kilómetros.

Allí le esperaban el primer ministro Alexis Tsipras; el patriarca ecuménico de Constantinopla, Bartolomé I, el arzobispo de Atenas y de toda Grecia, Jerónimo II, y el presidente de la Conferencia Episcopal Griega, Fragkiskos Papamanolis, OFM.

Allí la ceremonia de bienvenida inicia con la bienvenida del primer ministro y después con el abrazo a Bartolomé I y Jerónimo.

El Papa Francisco se reunió en privado con el Primer Ministro de Grecia, Alexis Tsipras en una sala del aeropuerto Internacional de Mytilene.

“He venido a agradecer al pueblo griego por su generosidad”,dijo el Papa al Primer Ministro griego al inicio de su encuentro privado que duró alrededor de 15 minutos y que tuvo como principal argumento “la crisis de los refugiados y de los migrantes, en particular la situación sobre la isla de Lesbos”.

Según informó el director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, el padre Federico Lombardi, durante el encuentro se subrayó que “la crisis de los refugiados es un problema europeo e internacional que solicita una respuesta comprensiva que respete las leyes europeas e internacionales”.

Además, se remarcó “la necesidad de proteger a las personas en el arriesgar la vida atravesando el Mar Egeo y el Mediterráneo combatiendo las redes de tráfico de las personas humanas, excluyendo las rutas peligrosas y desarrollando procedimientos seguros de asignación en Europa”.

“El Papa apreció la actitud humana del pueblo griego, que a pesar de la dura situación económica, ha demostrado solidaridad y dedicación a los valores universales”.

Posteriormente, el Papa se reunió brevemente con el Patriarca de Constantinopla, Bartolomé y con el Arzobispo Jerónimo. El Patriarca le agradeció su visita.

Después del encuentro privado con el primer ministro el Papa se traslada en minibus desde al aeropuerto al campo de refugiados de Mória, acompañado por el Patriarca Bartolomé y por el Arzobispo Jerónimo. El campo, que dista 16 kms del aeropuerto, alberga alrededor de 2.500 prófugos que solicitan asilo.

Han acompañado al Papa en el vuelo, el sustituto de la Secretaría de Estado, Mons. Angelo Becciu, el cardenal Kurt Koch, el presidente del Pontificio Consejo para la promoción de la unidad de los cristianos y unos cincuenta periodistas y operadores de la comunicación.

La isla se ha preparado durante estos días para recibir al Santo Padre, con diversas operaciones de limpieza y pintura, pero sin pasacalles, carteles o banderas para recibirlo, como suele suceder en los viajes pontificios.

Es el 13 viaje internacional del Papa y el viaje 150 de los viajes apostólicos realizados por pontífices desde 1964, iniciados con Pablo VI.

Durante el vuelo Francisco saludó a cada uno de los periodistas y les dijo que«este es un viaje distinto. Es un viaje triste. Vamos a la mayor catástrofe  humanitaria desde la segunda Guerra Mundial».

«Veremos a mucha gente que sufre—continuó Francisco—, que es obligada a huir y no sabe a dónde ir. Vamos a visitar también un cementerio en el mar en el que se ha ahogado tanta gente. Esto no lo digo para amargar sino para que su trabajo de hoy pueda transmitir en sus medios el estado de ánimo con el que hago este viaje».

El párroco de la Isla, en donde la comunidad católica es pequeña, declaró a los micrófonos de Radio Vaticano: “Los ciudadanos de Lesbos no han cerrado las puertas, no han cerrado los corazones, no han creado fronteras o barreras, sino que dio la bienvenida a estas personas con la esperanza de que puedan recibir calor y acogida en Europa, que es la patria de los derechos humanos”.

No solo es la isla de Lesbos, donde llegan los migrantes, sino también la de Chios, Leros, Samos, Kos, Kalymos y Agathonisi, situadas cerca de Turquía.

Los datos de las Naciones Unidas indican que en el 2015 han llegado a Grecia, más de 856.000 personas. El número de náufragos nunca se conocerá, pero se calcula que al menos sean 4 mil personas las que se ahogaron en el Mar Egeo.

Los migrantes provienen principalmente desde países con conflictos en Oriente Medio, mayoritariamente de Siria e Irak.

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