Papa Francisco telefonea en directo por televisión a los cristianos refugiados en Ankawa (Irak): «Sois como Jesús en la noche de su nacimiento. Para Él no había sitio»

«Jesús fue echado fuera y tuvo que huir a Egipto para salvarse. Ustedes son como Jesús esta tarde, y yo los bendigo, estoy junto a ustedes, piensen que son como Jesús en esta situación, y a mí esto me hace rezar más por ustedes.  Estoy con ustedes, con todo el corazón y pido a Jesús que los acaricie con su ternura. A la Virgen que los llene de mucho amor»

25 de diciembre de 2014.-  (ACI  / Camino Católico)  El Papa Francisco ha vuelto a sorprender. Alrededor de las 17 horas de Roma, del miércoles 24 de diciembre, ha entrado en vivo en TV2000, el canal de televisión de la Conferencia Episcopal de Italia, y ha enviado un mensaje a un grupo de cristianos iraquíes de Ankawa que se disponían a celebrar ya la Misa de Navidad, que puede visualizarse y escucharse en el vídeo. El Pontífice les ha podido saludar al tiempo que dejaba espacio para que el sacerdote que celebraría la Misa poco después, les tradujera sus palabras. Junto al religioso estaba un enviado especial de este canal de televisión a Ankawa.

Francisco no pudo darles el mensaje completo puesto que el satélite que le conectaba con Iraq a través de la televisión sufrió problemas. Por ello, y después de que el presentador del programa le hiciese un par de preguntas, decidió terminarlo en la televisión para que lo grabasen y los iraquíes lo pudiesen escuchar después.

A continuación el mensaje a los cristianos de Ankawa y la intervención del Papa Francisco en vivo en la televisión italiana:

“¡Buenas tardes! Les saludo a todos ustedes en esta tarde de Navidad. Buenas tardes. Están a punto de celebrar la Misa y yo me uno a todos ustedes en esta celebración.

Los abrazo a todos y les deseo una Santa Navidad.

A todos ustedes les deseo una Santa Navidad, una Navidad con Jesús, porque ustedes son como Jesús, en la noche de su nacimiento. Para Él no había sitio, y Él fue echado fuera y tuvo que huir a Egipto para salvarse. Ustedes son como Jesús esta tarde, y yo los bendigo, estoy junto a ustedes, piensen que son como Jesús en esta situación, y a mí esto me hace rezar más por ustedes. 

Queridos hermanos y hermanas, estoy con ustedes, estoy muy cercano a ustedes esta tarde. Estoy con ustedes, con todo el corazón y pido a Jesús que los acaricie con su ternura. A la Virgen que los llene de mucho amor. Estoy con ustedes”.

Una vez interrumpida la conexión en vivo con Irak el Papa dijo:

“La Navidad es la fiesta concreta de la cercanía de Dios con nosotros y la ternura es lo que Dios hace para manifestarse. La ternura de un niño, de una madre. Esto es bello”.

El presentador le preguntó:

“¿Cómo podemos ser transmisores de esta ternura de Dios a los hermanos que viven situaciones difíciles en estos momentos?”.

El Papa respondió:

“Jesús lo ha dicho en dos pasajes del Evangelio, que es donde está toda la vida cristiana. En las Bienaventuranzas y después en el pasaje de Mateo 25.  Ve a encontrar a los enfermos, a los encarcelados, a aquellos que tienen necesidad, ocúpate de las viudas, de aquellos que no tienen qué comer, qué vestir, ocúpate de los necesitados porque los necesitados son la carne de Cristo. Esto se llama ternura”.

El presentador le dijo entonces que no le quería robar más tiempo y que podía terminar de enviar el mensaje a los cristianos iraquíes. El Papa retomó el saludo y dijo:

“Queridos  hermanos y hermanas, esta noche viene Jesús, viene como un niño tierno, inocente, los niños que están donde ustedes. Los niños que mueren, los niños que son explotados… pensemos en los niños. Jesús Niño viene entre nosotros. Es el amor y la ternura de Dios. Que el Señor les de la gracia de recibirlo con mucho amor. Jesús Niño está entre nosotros.

También pienso en los abuelos, en los ancianos que han vivido toda la vida y ahora sufren esta cruz. Que los ancianos nos den a todos nosotros la sabiduría de la vida. En mi corazón en esta noche están los niños y los ancianos. Y ahora a todos ustedes, sobre todo a los niños y ancianos, les bendigo de corazón”.

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