Patrick O’Shea tuvo un hijo con su novia, ella murió en un accidente, él decide suicidarse, sobrevive y le hablan de Dios: «Sentí una presencia muy fuerte del Señor que me sanó»

Camino Católico.- Patrick O’Shea creció y se educó en una familia irlandesa de siete hermanos, pero no llegó a hacer suya la fe de su madre, que era muy devota, que solo practicaba por obligación. Teniendo un hijo de un mes, su novia fallece en un accidente de tráfico. Patrick, destrozado por esta situación, decide suicidarse. Lo encuentran aparentemente muerto, ahorcado en las escaleras de su casa. Contra todo pronóstico, sale vivo del hospital. Patrick decide vivir la vida a tope, pues solo se vive una vez, pero se encuentra con un misterioso hombre que tenía un mensaje de Dios dirigido para él. Cuenta su testimonio de conversión en el programa «Cambio de Agujas» de de H.M. Televisión, que se visualiza y escucha en el video superior.

“Mi madre era muy devota, y siempre estaba rezando, pero mi padre no practicaba. Siempre fui muy curioso con las coas del Señor, pero durante mi juventud la fe era la última cosa en la que pensaba”.

La relación con su padre se deterioró porque tenía continuos problemas en el colegio. “Dejé la escuela a los 14 años. El último día, cuando subí al coche, mi padre no sabía qué hacer conmigo”. En aquel momento su padre le preguntó si quería trabajar. Patrick, que conocía bien el negocio de mecánica de su familia le dijo que sí. “Nuestra relación cambió, se hizo muy fuerte y dejó de tener la preocupación que le causaba mi mal comportamiento en la escuela”.

La vida deja de tener sentido ante el accidente de su novia

A los veinte años conoció a Rebeca y juntos tuvieron un hijo, Adam. “Tenía un mes de vida cuando tuvimos un accidente de tráfico. Rebeca murió y yo salí ileso”, relata. “Al salir del hospital, estaba tan destrozado que me fui a casa de mi padre y me ahorqué en las escaleras. Me dijeron que cuando me encontraron, estaba muerto”.

Adam, con tres meses de vida y sin su madre, fue lo único que dio sentido a la vida de Patrick

Cuando llegó la ambulancia, le conectaron al soporte vital y así permaneció una semana. “Decían que aunque viviese sin estar enchufado, tendría muerte cerebral. Entonces mi padre se puso de rodillas y suplicó a Dios que si vivía, que estuviese bien”.

Patrick sobrevivió y, tras salir del soporte, su cerebro funcionaba a la perfección. “Cuando me recordaron el accidente, fue como una inundación de dolor que me volvió a golpear de nuevo. Mi vida no tenía ningún sentido, pero tenía un hijo que cuidar, y eso fue lo único que me dio ganas de vivir”. 

Llenó su vacío con fiesta, drogas y alcohol

Lejos de acercarle a Dios, la experiencia cercana a la muerte llevó a Patrick a pensar que “la vida solo podía ser para divertirse al máximo. Me iba de fiesta, salía a beber y cuando no era suficiente, tomaba cocaína y otras drogas. Tenía la tarea de educar a mi hijo pero estaba roto, y buscaba llenar el vacío. Y Dios, estaba a millones de kilómetros”, pensaba,.

También practicaba deportes extremos, y un día se rompió la rodilla en un accidente de moto cuando conoció a una misteriosa persona.

Un hombre que sanaba «de parte de Dios» le invitó a rezar

“Había trabajado en seguros, pero lo dejó todo para servir al Señor. Decía que Dios había tocado su vida de forma maravillosa y le usaba para curar a los enfermos”, cuenta sobre esta persona.

Cuando supo que tenía la rodilla rota, preguntó a Patrick si quería que rezase con él. “Cuando estás así, estás dispuesto a probar lo que sea”, pensó.

El joven irlandés le ofreció una taza de té cuando el hombre le dijo: “Primero siéntate y le preguntaremos a Dios que le ha pasado a tu pierna. Cierra los ojos, pídele que te perdone y que te cure. Yo voy a rezar contigo”.

Segundos después, le dijo a Patrick que se levantase. “Aquel día fui completamente sanado”, recuerda. Antes de irse, le dijo que tenía “un mensaje de parte de Dios” y como si lo supiese, le preguntó si tenía un hijo. “¿Su madre murió, verdad? Dios te curará de eso en el futuro”, vaticinó.

La presencia sanadora de Dios

Patrick volvió a su trabajo, salvo por la pierna, no notaba mejoría alguna y durante unos años siguió roto por dentro.

Un día, su hermano le confesó que sufrió una grave depresión que superó gracias a unos conocidos del seminario del sur de Irlanda, en Carlisle, y decidió ir a conocerlo en unos ejercicios espirituales.

“Estuvieron hablando del amor de Dios, sobre la salvación y sobre cómo dejar actuar a Dios. Era algo completamente nuevo para mí que no había oído antes y supe que necesitaba esa nueva vida que Dios ofrecía”.

Pocos días después la experimentó por sí mismo. “Iba en el coche cuando sentí una presencia muy fuerte del Señor. Sentí que se venía sobre mí y empecé a llorar”. Patrick percibió de inmediato como fue sanado de la pérdida de su mujer y de su madre.

¿Por qué ahora?”, preguntó Patrick a Dios. “Sentí su respuesta entrando en mi corazón y escuché: `Porque ahora es el momento adecuado´”. En ese momento recordó al hombre que cinco años atrás había impuesto las manos sobre su rodilla.

Patrick conoció a Emily y cuando se casaron pensaban que no podrían tener hijos… pero tuvieron cinco

Años atrás, durante su depresión, Patrick conoció a Emily y pronto comenzaron a salir, pero se prometió que no se casaría. “Salimos 10 años. Era maravillosa, tenía gran fe y fidelidad, pero no quería avanzar. Solo cuando el Señor tocó mi vida, pudimos seguir adelante”. Patrick y Emily pudieron casarse y hoy tienen seis hijos, junto con Adam.

Publicado originalmente en Camino Católico en noviembre de 2021  


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