Sandra Peñuela abortó 4 veces, uno de los médicos abusó de ella, se intentó suicidar, pero Dios la ha sanado y ahora ayuda a otras mujeres

* “Jamás abortes por ningún motivo. Tú serás la madre de un niño muerto. Tu vida se va junto con la de él y no sabes que camino seguir… Quiero decirte, que sí tenemos una luz, que sí tenemos una esperanza, que Dios nos ama y nos da nuevas oportunidades. Además, Dios no remienda corazones, sino que los renueva”

* «Durante más de 8 años estuve encerrada en mi cuarto llorando toda la noche, queriendo morir, pidiendo a Dios que me quitara la vida y me llevara junto a mis hijos o me los regresara… Día a día con el corazón destrozado, pues la tristeza y el vacío es indescriptible»

20 de noviembre de 2015.-  (Sandra Peñuela Leal Camino Católico) A través de mis palabras trataré de explicarles y contarles todo lo que implica un aborto. Que sea Dios quien me guíe para que este testimonio pueda ser de gran ayuda a muchas mamitas en gestación, y así mismo, a todas las que hemos abortado, a aquellas que han escrito en Camino Católicoy que están iniciando el proceso de superación y sanación.

Mi nombre es Sandra, tengo 33 años, soy soltera y con la inmensa ilusión de poder nuevamente tener unos bebés y formar un bendecido hogar, tal vez igual que la mayoría.

Intentaré resumir mi historia lo máximo posible. A la edad de 20 años me encontraba iniciando mis estudios en la universidad, cuando casi que la primera vez que tuve relaciones quedé embarazada. En ese momento, vives una serie de sentimientos fuertes, especialmente miedo, impotencia y poca felicidad.

Mi novio de aquella época y yo estudiábamos juntos, luego de tanto miedo y desprendimiento por parte de él, decidimos tener nuestro bebé, pero desafortunadamente mi padre se enteró y me dijo todas las razones por las que yo debería abortar. Mi corazón me decía que no y así se lo decía día y noche que me perseguía.

Yo ya estaba de más de 3 meses y mi papá continuaba perturbando mi vida y tranquilidad. Finalmente, me obligó a ir a un asqueroso abortista, quien me decía lo mismo que él: «acá no hay vida, esto es una masa». Me hicieron sentir como una ignorante y creyente de lo irreal, diciéndome que yo actuaba y pensaba como una monjita, así que creí en mi padre, que era mi ejemplo de vida y en el doctor.

Pasó otra semana y yo continuaba diciendo que no abortaría y mi padre que sí. Para entonces, ya no contaba ni con el apoyo de mi novio, ni de mi padre, estaba totalmente sola y llena de miedo.

Un día entró mi mamá en mi cuarto diciéndome que ya sabía todo. Pensé que recibiría su apoyo, y obvio: «los papás siempre quieren lo mejor para sus hijos». Así que me dijo que abortara, que no se sabía cuál sería mi suerte. ni quien se casaría con una madre soltera (otra de tantas estupideces y mentiras juntas).

Finalmente, ese día voy y aborto….. Lo hice llena de engaños, con mentiras, sin querer, pidiendo ayuda a mis padres; ¡ESTE FUE EL PEOR DÍA DE MI VIDA, DEL CUAL ME ARREPIENTO Y POR LO QUE LLORO TODOS LOS DÍAS. HAN PASADO MÁS DE 13 AÑOS!

Este día mis padres estuvieron muy felices porque mi vida seguiría por buen camino y nadie se enteraría, pero quiero que sepan que desde entonces mi vida cambió, me volví una persona ansiosa, con pensamientos de muerte, nerviosa, olvidadiza, triste, desolada, con depresión y sin ilusión. Además de ello, me volví ADICTA AL ABORTO, otra de las consecuencias postaborto. Por esto yo aborté 4 veces.

Durante más de 8 años estuve encerrada en mi cuarto llorando toda la noche, queriendo morir, pidiendo a Dios que me quitara la vida y me llevara junto a mis hijos o me los regresara… Día a día con el corazón destrozado, pues la tristeza y el vacío es indescriptible.

Hace 5 años, me dio una depresión que humanamente ya no aguantaba, pues mi novio de aquella época me había lastimado muchísimo y ese día se unió al dolor de acabar con la relación el dolor constante de la muerte de mis hijos. Entras en un estado que tu corazón solo necesita y puede recibir amor puro y sincero, porque estas muy debilitada y destruida.

Desde ese día empecé a visualizar la forma de quitarme la vida, contemplando donde podría tal vez tirarme de un edificio para no quedar viva y así parar mi sufrimiento que ya no aguantaba más. Sin embargo, Dios me seguía protegiendo y en medio de todo llamé a una amiga a quien le pedí me sacara cita en una clínica de reposo porque mi corazón no aguantaba más dolor y tenía miedo de lo que podía llegar a hacer.

Esa misma noche inicié un proceso psicológico que fue lo que me levantó como mujer, porque también se pierde la dignidad, el respeto, el amor propio. También, tuve otros procesos psicológicos y psiquiátricos, que me ayudaron un poquito a recuperar la autoestima, porque el perdón lo realiza Dios.

En todos esos años, mi vida y mi corazón se llenaron  de desolación, tristeza, miedo, rabia, rencor, remordimiento, arrepentimiento, frustración, vergüenza, odio por quienes estuvieron conmigo vinculados, depresión, tortura, ansiedad. Creo que esto es igual o lo más parecido a pasar por el infierno.

¿Qué crimen en la humanidad podría ser más fuerte que matar a su propio hijo? Es un angelito que no tiene voz para gritar, ni  está fuera de nuestro vientre para poder correr. No es que Dios nos castigue porque sea un padre fuerte o injusto, es que el aborto es el acto más miserable, cobarde y de violencia más grande que podemos cometer.  Todo lo que hacemos tiene sus propias consecuencias, y por eso las del aborto son tan desgarradoras.

Mis padres, desde el día en que me llevaron al centro de abortos, jamás se han acercado a darme un abrazo, a intentar ayudarme, a tener actitudes de enmendación con Dios, conmigo y con la humanidad. Así, es muy difícil no sentir tristeza, pues yo los quiero y los veo todos los días, pero hay que seguir orando y pidiendo a Dios que continúe con la conversión y sanación de todos los implicados. Tuve que dejar de vivir con ellos porque el compartir tiempos largos maltrataba mi corazón.

Normalmente abortamos porque no tenemos apoyo, porque nuestros sueños y proyectos de vida son otros. Déjame decirte que el apoyo más grande ya lo tenemos y es el de Dios (siempre y cuando no atentemos con la vida de estos angelitos).

Si tus padres no te apoyan, te digo que hay un Padre millones de veces más grande, a quien debes dar cuentas, y es DIOS. Si abortas, tus planes de vida sí que cambiaran totalmente y por muchísimos años. La vida es de Dios, no nuestra y por ello no podemos decidir el momento en que quedaremos en gestación, debemos sentirnos súper bendecidas y agradecer a Dios el milagro en nuestro vientre.

También quiero decirte, que sí tenemos una luz, que sí tenemos una esperanza, que Dios nos ama y nos da nuevas oportunidades. Además, Dios no remienda corazones, sino que los renueva y por eso, debemos ser más fuertes, valientes, pacientes y estar siempre en oración, pues nos va a limpiar y perfeccionar cada poro de nuestro ser, y seremos mejores personas que antes, con gran amor hacia el Altísimo.

Todo esto no lo vives hasta qué inicias un proceso que proviene de Dios: el perdón y la sanación. Este proceso es bien largo, difícil de llevar, lo peor y más difícil, es perdonarte a ti misma. Incluso logré perdonar muy pronto al médico que abusó de mí mientras me hacia el segundo aborto. TÚ NO TIENES IDEA A TODO LO QUE TE PUEDES VER EXPUESTA.

Después de abortar, lo primero que debe hacerse es confesar. Así se inicia tu sanación. Yo no me había confesado desde hacía 13 años y experimenté las bendiciones de pedir perdón a Dios, de pedirle que me llenara de paz, de fortaleza y amor para perdonar a todos quienes me lastimaron.

El siguiente paso es tener un cambio de actitud frente a Dios y a la vida. Por ejemplo, ayudar a mamitas en gestación, dar testimonios, estar constantemente en actividades espirituales que te llenen el alma.  Es FUNDAMENTAL, reconocer a tus hijos, agradecérselos a Dios, pedirles perdón, y orarles a estos angelitos hermosos todos los días, porque ellos son parte de ti y si no somos madres terrenales, sí lo somos espirituales.  Cuanto más apartada estés de ellos en la oración, en el contacto espiritual, tu dolor será muchísimo mayor.

La oración, retiros espirituales, Rosario, música de alabanza a Dios, TODO LO ESPIRITUAL TE AYUDARA MILLONES, ASÍ TE VAS SANANDO.

POR FAVOR, JAMÁS ABORTES POR NINGÚN MOTIVO. TÚ SERÁS LA MADRE DE UN NIÑO MUERTO. TU VIDA SE VA JUNTO CON LA DE ÉL Y NO SABES QUE CAMINO SEGUIR: drogadicción, prostitución, alcoholismo, lesbianismo, desolación, suicidio u otro; pero alguno tomas. TE ARREPENTIRÁS HASTA EL ÚLTIMO DÍA DE TU EXISTENCIA.

Puedes contactarme en mi correo sandraleal76@hotmail o al 3176451329 de Colombia. Actualmente pertenezco a un grupo donde ayudamos a mamitas en gestación y a aquellas que hemos abortado. Yo comparto mi testimonio y el proceso que va llevando a alcanzar la sanación, volver a tener ilusiones, motivaciones y ser felices. Si eres de otro país igualmente te podemos poner en contacto con los grupos de ayuda del lugar en que vives para la sanación del síndrome postaborto

Sandra Peñuela Leal

Comentarios 0

Esta web utiliza cookies propias para su correcto funcionamiento. Contiene enlaces a sitios web de terceros con políticas de privacidad ajenas que podrás aceptar o no cuando accedas a ellos. Al hacer clic en el botón Aceptar, acepta el uso de estas tecnologías y el procesamiento de tus datos para estos propósitos. Más información
Privacidad