* «Mi vocación era el elemento que mantenía viva mi esperanza. Refugiado o no, tenía que ser sacerdote. Habiendo agotado mis recursos humanos, me abandoné enLeer Más
Esta web utiliza cookies propias para su correcto funcionamiento. Contiene enlaces a sitios web de terceros con políticas de privacidad ajenas que podrás aceptar o no cuando accedas a ellos. Al hacer clic en el botón Aceptar, acepta el uso de estas tecnologías y el procesamiento de tus datos para estos propósitos.
Más información