«Nunca dejo de repetirme aquella histórica frase de Juan Pablo II: «No tengáis miedo». Esta frase me ayuda y acompaña mucho. Si quiero ser sacerdoteLeer Más
«Los bienes que durante mi vida había administrado, los empecé a repartir a la gente que tenía necesidad; los negocios los regalé y empecé desdeLeer Más
* «¿Quién soy yo para poner condiciones al Señor y a la Iglesia? Siempre me ha gustado hablar de cuatro palabras, y vivirlas: Sí, Amén, Aquí estoy y Envíame. DesdeLeer Más
Se quedó con 10 millones de libras para sus últimos años de ancianidad, dejando 470 millones como fondo en la fundación para la beneficencia. Ahora, despuésLeer Más
“Descubrí que Dios nos quiere incluso cuando nos odiamos a nosotros mismos. Descubrí que si dejaba actuar a Dios, mis errores podían ayudar a otros. Eso fueLeer Más
* En ese instante el sacerdote cuenta que escuchó una voz femenina intervenir: «Hijo, por favor, ¿puedes perdonar su vida y su alma inmortal?» Y elLeer Más
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