Vicky Adam Ubaid Akram era musulmán y se ha bautizado católico porque en un sueño vio un crucifijo y le conmovió profundamente la enseñanza de Jesús sobre la ley del amor
Camino Católico.- Vicky Adam Ubaid Akram, 24 años, nació en una familia musulmana al este de Java, en Indonesia y siempre había seguido los preceptos del islam, como rezar cinco veces al día. Sin embargo, en 2018 empezó a sentir que su religión no le ayudaba a «comunicarse con Dios». “En 2018 mientras estudiaba en la universidad, comencé a sentir que no encontraba paz al realizar rituales religiosos islámicos como la oración”, relata a Ucanews.
La “sequedad espiritual” le llevó a perder el interés por la religión de su familia y a interesarse por otras religiones. Fue entonces cuando Vicky se volvió hacia el cristianismo, la antigua religión de su madre. Ella había sido cristiana protestante, pero se había convertido al islam para casarse con su padre y desde entonces seguía estrictamente los preceptos islámicos.
Un sueño lleno de simbolismo
Un sueño resultó decisivo en este drástico cambio en su camino espiritual de búsqueda de Dios que explica hoy la agencia Ucanews.
En el sueño, caminaba por un callejón que tenía muchos espacios de culto, incluidos mezquitas, templos e iglesias a ambos lados.
Pero sus ojos permanecieron fijos en una iglesia católica sobre la cual se alzaba una cruz.
Luego se cayó y se despertó. “En esa posición de caída, volví a mirar hacia arriba y mis ojos todavía estaban en el crucifijo”, recuerda Vicky.
Las iglesias protestantes normalmente no exhiben un crucifijo, una cruz con una imagen del cuerpo de Cristo, sino que prefieren una cruz simple.
Buscando a Jesús y encontrando a Dios
Entonces el joven empezó a leer sobre el catolicismo. Le conmovió profundamente la enseñanza de Jesús sobre la ley del amor como la primera y principal.
Poco a poco, empezó a visitar la iglesia católica de Malang, su zona, predominantemente musulmana.
Por fin había encontrado esa conexión con Dios que no había hallado en el islam, según él mismo explica.
Cuando Vicky reunió la confianza suficiente para compartir su transformación con sus padres, esperaba la oposición de su padre, quien podría ver su mudanza como perjudicial para la reputación de la familia. Pero su padre lo sorprendió. “Me dijo que si hablaba en serio, debería seguir adelante”, asegura Vicky.
Fue su madre protestante convertida en musulmana quien se opuso a sus planes de abrazar el cristianismo. «Tal vez ella temía una reacción violenta de la familia extendida de mi padre», afirma Vicky.
Sin embargo, Vicky se mantuvo firme: “Solo pensé que tal vez ella necesita tiempo para aceptarlo». Buscó un trabajo en la capital de Indonesia, Yakarta, y se mudó. Allí se inscribió como catecúmeno en la parroquia del Sagrado Corazón. Recibió catequesis y en 2021 fue bautizado.
El amigo de Vicky en su época universitaria, Fernando Cayetanus Maturbongs, católico, lo recibió en la iglesia, donde también trabaja actualmente. Maturbongs le contó a Vicky sobre los problemas en la Iglesia Católica, como el escándalo de abusos sexuales y «los conceptos teológicos difíciles como la Trinidad».
También le advirtió a Vicky sobre los problemas que enfrentaría como miembro de una comunidad minoritaria si se convertía al cristianismo. Dice que quería poner a prueba la determinación de Vicky de convertirse en católica.
Wila Azaria, de 24 años, musulmana y amiga íntima de Vicky desde 2016, dijo que lo conocía como un musulmán devoto, por lo que se sorprendió al enterarse de su decisión: «Como amigo, apoyo su decisión. Es su decisión personal. Tampoco perjudicó nuestra amistad», añade Wila, que trabaja en un hospital en Malang.
Él es una de las más de dos mil personas que se unen a la Iglesia católica cada año en la arquidiócesis de Yakarta.
