Lluís Martinez Sistach, Cardenal arzobispo de Barcelona: Bienvenido a Barcelona, Santo Padre!

7 de noviembre de 2010.- Publicamos el vídeo y el texto de bienvenida que Lluís Martinez Sistach, Cardenal arzobispo de Barcelona, ha grabado y escrito con motivo de la visita del Papa Benedicto XVI hoy a Barcelona:

La visita a Roma, sin ser una obligación, ha sido y sigue siendo un deseo muy común entre los cristianos. Ya en los primeros siglos cristianos, y sobre todo a lo largo de la época medieval, la peregrinación a Roma constituía un acontecimiento espiritual para muchos fieles de Europa. El motivo –intensificado sobre todo a partir del año 1300 con la institucionalización de los Años Santos- era venerar las tumbas de los apóstoles Pedro y Pablo, y también visitar la comunidad cristiana de Roma y ver y recibir la bendición del sucesor de Pedro, el Papa. Los cristianos siempre, en el pasado y en el presente, han visitado Roma.

Pero en nuestra época se ha consolidado un hecho eclesial nuevo: es el obispo de Roma quien visita las otras Iglesias locales. Estos viajes apostólicos los inició Pablo VI de una manera limitada y Juan Pablo II los realizó de manera totalmente nueva y desbordante. Como en tantas otras cosas, esto, que parece una novedad, más bien es un retorno a la tradición más antigua. Leemos en el libro de los Hechos de los Apóstoles 9, 32 que "Pedro iba de un lugar a otro visitando a los santos", esto es, a los cristianos y las cristianas de aquellas comunidades iniciales.

Hoy nuestra diócesis vive la alegría de la visita de nuestro estimado Santo Padre Benedicto XVI, quien ha querido continuar la práctica pastoral de su predecesor en este aspecto de su ministerio. Por eso, llenos de gozo y agradecidos, le decimos: "¡Bienvenido a Barcelona, Santo Padre!"

Con nuestra bienvenida, hemos de esforzarnos para no quedarnos en los aspectos meramente externos del acontecimiento y sintonizar con su significado más profundo y con las intenciones de la visita que sabemos son también las del Papa.

Tales intenciones las expresó de forma sintética y muy clara Juan Pablo II el año 1980 en un discurso a sus colaboradores de la Curia romana: "Estos viajes son visitas realizadas a cada Iglesia local y sirven para mostrar el lugar que ocupan en la constitución de la Iglesia. Como ya he dicho en otra ocasión, cada viaje del Papa es una auténtica peregrinación al santuario vivo del Pueblo de Dios".

En esta perspectiva el Papa viaja sostenido, como Pedro, por la oración de toda la Iglesia, para anunciar el Evangelio, para "confirmar a sus hermanos" en la fe, para animar y consolar a la Iglesia, para salir al encuentro de los hombres y las mujeres. Son viajes de fe, de oración, ocasiones de catequesis, de anuncio evangélico, viajes de amor, de paz, de fraternidad universal.

El Santo Padre, que viene a visitarnos, ha de hallar en nosotros a unos cristianos que queremos recordar y vivir aquello que el apóstol Pedro decía a sus destinatarios: "Glorificad en vuestros corazones a Cristo Señor y estad siempre prontos para dar razón de vuestra esperanza a todo el que os la pidiere" (1 Pe 3, 15). Queremos ser cristianos alegres por el don de la fe recibida y por la condición de ser hijos e hijas de Dios y miembros de la Iglesia, y alegres también por ser amigos de Cristo, escogidos por Él y enviados por Él a evangelizar.

Con nuestra bienvenida al Santo Padre que nos visita, queremos disponer nuestros corazones para escuchar su palabra y ponerla en práctica.

† Lluís Martínez Sistach
Cardenal arzobispo de Barcelona

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