El Papa en Ángelus: «El Evangelio se anuncia en comunidad, siendo sobrios, compartiendo  recursos, capacidades y dones, para hacer más eficaz el propio testimonio» 

* «Lo que sucede en nuestras familias o en nuestras comunidades, cuando nos conformamos con lo necesario, incluso con poco, con la ayuda de Dios, somos capaces de avanzar y de llevarnos bien, compartiendo lo que hay, renunciando todos a algo y apoyándonos mutuamente. Y esto es ya un anuncio misionero, antes e incluso más que las palabras, porque encarna la belleza del mensaje de Jesús en la concreción de la vida. Una familia o una comunidad que viven de esta forma, de hecho, crean a su alrededor un ambiente rico de amor, en el que es más fácil abrirse a la fe y a la novedad del Evangelio y del que sale mejor, se sale más serenos»

Vídeo completo de la transmisión en directo de Vatican News traducido al español con las palabras del Papa en el Ángelus

* «Que la Madre de Dios, que pasado mañana celebraremos como Beata Virgen del Monte Carmelo, conceda consuelo y obtenga la paz para todas las poblaciones que están oprimidas por el horror de la guerra. Por favor, no olvidemos a la martirizada Ucrania, a Palestina, Israel, Myanmar» 

14 de julio de 2024.- (Camino Católico) “El Evangelio no se anuncia solos, no: se anuncia juntos, como una comunidad, y para hacer esto es importante saber custodiar la sobriedad: saber ser sobrios en el uso de las cosas, compartiendo los recursos, las capacidades y los dones, y prescindiendo de lo superfluo. ¿Para qué? Para ser libres: lo superfluo te convierte en esclavo Para hacer así más eficaz el propio testimonio”, ha afirmado el Papa Francisco en su alocución previa a la oración mariana del ángelus, de este domingo 14 de julio de 2024.

Foto: Vatican Media, 14-7-2024

El Santo Padre ha dichoo que, hoy la Palabra de Dios nos habla de Jesús que envía a sus discípulos en misión, que los envía «de dos en dos» y les recomienda que lleven sólo lo necesario. De ahí, la invitación del Pontífice a reflexionar sobre esta imagen: “los discípulos son enviados juntos y deben llevar consigo sólo lo necesario”.

Si, cada uno va por su lado, si lo que importa son sólo las cosas -que nunca son suficientes-, si no nos escuchamos, si prevalecen el individualismo y la envidia, el aire se vuelve pesado, la vida se vuelve difícil y las reuniones se convierten más en motivo de ansiedad, tristeza y desaliento que de alegría, ha precisado el Pontífice.

“Que la Madre de Dios, a quien celebraremos pasado mañana como la Santísima Virgen del Monte Carmelo, done consuelo y obtenga la paz a todos los pueblos oprimidos por el horror de la guerra”. Con estas palabras el Papa Francisco ha invocado la intercesión de la Virgen María al final de la oración mariana del ángelus, pidiendo por los países que sufren por la guerra, especialmente por la atormentada Ucrania, Palestina, Israel y Myanmar. En el vídeo de Vatican News se visualiza y escucha la meditación del Santo Padre traducida al español, cuyo texto completo es el siguiente:

Foto: Vatican Media, 14-7-2024
 PAPA FRANCISCO
ÁNGELUS
Plaza de San Pedro
Domingo, 14 de julio de 2024

Queridos hermanos y hermanas, ¡feliz domingo!

Hoy el Evangelio nos habla de Jesús que envía a sus discípulos a la misión (cf. Mc 6,7-13). Los envía “de dos en dos” y recomienda una cosa importante: que lleven con ellos solo lo necesario.

Detengámonos un momento en esta imagen: los discípulos son enviados juntos y deben llevar con ellos solo lo necesario.

El Evangelio no se anuncia solos, no: se anuncia juntos, como una comunidad, y para hacer esto es importante saber custodiar la sobriedad: saber ser sobrios en el uso de las cosas, compartiendo los recursos, las capacidades y los dones, y prescindiendo de lo superfluo. ¿Para qué? Para ser libres: lo superfluo te convierte en esclavo. Y también para que todos tengan lo necesario para vivir de manera digna y para contribuir activamente a la misión; y también ser sobrios en los pensamientos, ser sobrios en los sentimientos, abandonando los prejuicios, abandonando las rigideces que, como un equipaje inútil lastran y entorpecen el camino, favoreciendo, en cambio, la confrontación y la escucha, para hacer así más eficaz el propio testimonio.

Foto: Vatican Media, 14-7-2024

Pensemos, por ejemplo, lo que sucede en nuestras familias o en nuestras comunidades, cuando nos conformamos con lo necesario, incluso con poco, con la ayuda de Dios, somos capaces de avanzar y de llevarnos bien, compartiendo lo que hay, renunciando todos a algo y apoyándonos mutuamente (cf. Hch 4,32-35). Y esto es ya un anuncio misionero, antes e incluso más que las palabras, porque encarna la belleza del mensaje de Jesús en la concreción de la vida. Una familia o una comunidad que viven de esta forma, de hecho, crean a su alrededor un ambiente rico de amor, en el que es más fácil abrirse a la fe y a la novedad del Evangelio y del que sale mejor, se sale más serenos.

Si, por el contrario, cada uno va por su cuenta, si lo que cuentan son solo las cosas – que nunca son suficientes –, si no nos escuchamos, si prevalecen el individualismo y la envidia – la envidia es una cosa mortal, ¡un veneno! –  el aire se vuelve pesado, la vida, difícil y los encuentros se convierten más en una ocasión de inquietud, de tristeza y de desaliento que en una ocasión de alegría (cf. Mt 19,22).

Queridos hermanos y hermanas, comunión y sobriedad son valores importantes para nuestra vida cristiana: comunión, armonía entre nosotros y sobriedad son valores importantes, valores indispensables para una Iglesia que sea verdaderamente misionera, a todos los niveles.

Podemos preguntarnos, entonces: ¿Yo siento el gusto de anunciar el Evangelio, de llevar, allí donde vivo, la alegría y la luz que proceden del encuentro con el Señor? Y para hacerlo, ¿me esfuerzo por caminar junto a los demás, compartiendo con ellos ideas y capacidades, con la mente abierta, con el corazón generoso? Y finalmente: ¿Sé cultivar un estilo de vida sobrio, un estilo de vida atento a las necesidades de los hermanos? Son preguntas que nos vendrá bien hacernos.

Que María, Reina de los Apóstoles, nos ayude a ser verdaderos discípulos misioneros, en la comunión y en la sobriedad de vida. En la comunión, en la armonía entre nosotros y en la sobriedad de vida.

Foto: Vatican Media, 14-7-2024

Oración del Ángelus:         

Angelus Dómini nuntiávit Mariæ.

Et concépit de Spíritu Sancto.

Ave Maria…

Ecce ancílla Dómini.

Foto: Vatican Media, 14-7-2024

Fiat mihi secúndum verbum tuum.

Ave Maria…

Et Verbum caro factum est.

Et habitávit in nobis.

Ave Maria…

Ora pro nobis, sancta Dei génetrix.

Ut digni efficiámur promissiónibus Christi.

Orémus.

Grátiam tuam, quǽsumus, Dómine,

méntibus nostris infunde;

ut qui, Ángelo nuntiánte, Christi Fílii tui incarnatiónem cognóvimus, per passiónem eius et crucem, ad resurrectiónis glóriam perducámur. Per eúndem Christum Dóminum nostrum.

Amen.

Gloria Patri… (ter)

Requiem aeternam…

Benedictio Apostolica seu Papalis

Dominus vobiscum.Et cum spiritu tuo.

Sit nomen Benedicat vos omnipotens Deus,

Pa ter, et Fi lius, et Spiritus Sanctus.

Amen.

Foto: Vatican Media, 14-7-2024

Después de la oración mariana del Ángelus el Papa ha dicho:

Queridos hermanos y hermanas:

Foto: Vatican Media, 14-7-2024

Os saludo a vosotros, romanos y peregrinos de Italia y de tantos países, en particular saludo a los participantes del Congreso Internacional de los laicos de la Orden de San Agustín;  saludo a las Hermanas de la Sagrada Familia de Nazareth, que celebran su Capítulo General; saludo a los jóvenes de la parroquia de Luson (Alto Adigio), que han recorrido la vía Francigena; al Consejo de los Jóvenes del Mediterráneo, que se inspiran en el mensaje del Venerable Giorgio La Pira; a los jóvenes participantes en el Curso internacional para formadores del Regnum Christi.

Envío mi saludo a los fieles polacos reunidos en el Santuario de la Virgen Negra de Częstochowa, con ocasión del peregrinaje anual de la familia de Radio María.

En el Domingo del Mar recemos por quienes trabajan en el sector marítimo y por quienes cuidan de ellos.

Que la Madre de Dios, que pasado mañana celebraremos como Beata Virgen del Monte Carmelo, conceda consuelo y obtenga la paz para todas las poblaciones que están oprimidas por el horror de la guerra. Por favor, no olvidemos a la martirizada Ucrania, a Palestina, Israel, Myanmar.

Saludo a los muchachos de la Inmaculada.

Os deseo a todos un feliz domingo. Y, por favor, no os olvidéis de rezar por mí. Buen almuerzo y hasta pronto.

Francisco


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