Catalina Davis se sumergió en la Nueva Era y el ocultismo y ha sido liberada del diablo con exorcismos: «Dios volvió a protegerme y nunca me ha soltado, Él está conmigo»  

* «Estaba literalmente rezando en el altar, acababa de tener una oración de liberación, había tenido un cuerpo a cuerpo con el demonio. Recuerdo haber abierto los ojos y al final estaba la escultura de la virgen María con Jesús en brazos… Han podido pasar las manifestaciones más fuertes que os imaginéis, pero nunca he tenido miedo. Sé Dios es más fuerte, y que está conmigo. El mal puede intentarlo todo, pero tener esa fe es lo más bonito que puede pasarte. Basta con que le abras una pequeña rendija para que cree algo más bonito de lo que jamás hubieses imaginado»        

Vídeo del testimonio de Catalina Davis en El rosario de las 11 

«Me enamoré de Dios, practiqué la castidad y dejé todo lo que no me hacía feliz, empecé una vida hermosa  y a darle forma a un primer evento de evangelización» 

Camino Católico.- Catalina Davis tiene varios momentos que te marcan para siempre, uno de ellos sucedió en mayo, era viernes y acababan rezando por ella. “Estaba literalmente rezando en el altar, acababa de tener una oración de liberación, había tenido un cuerpo a cuerpo con el demonio. Recuerdo haber abierto los ojos y al final estaba la escultura de la virgen María con Jesús en brazos”, recuerda en un video de El rosario de las 11. Estaba tendida en el suelo de la capilla de la Scala Santa, en Roma y sabía que estaba mucho más cerca de ser liberada.

No sé estaba dando cuenta que había dado un gran paso y es de un Dios impersonal a tener un Dios padre, esposo, alguien que la abraza, la escucha y mira por ella. Todavía recuerda cuando estuvo doce años en la Nueva Era dónde daba charlas sobre ello. Le cuesta explicar cómo, en apenas dos años, su vida ha pasado de pender de un hilo entre manifestaciones demoníacas indescriptibles a gozar de la paz y del amor de Dios.

Bullying en el colegio y un año de coqueteo con las drogas, perdida de vista y oído

En 1983 poco después de nacer en el Chile de Pinochet tuvo que trasladarse a España con su familia por motivos de seguridad. Ni ella ni su familia creían en Dios, pero asegura que Él ha estado siempre «salvando» a su familia.

Sus comienzos no fueron fáciles: “En el colegio no fue fácil, sufrí bullying y tuve un año de coqueteo con las drogas. Lo único que buscábamos en ese mundo era huir de una realidad que duele mucho”, sostiene.

Y es que cuando no tienes a Dios buscas a Dios en sitios inadecuados. Por suerte pudo salir providencialmente  de las drogas pero luego cayó en una relación de maltrato. Después tuvo un problema de salud grave y es que empezó a perder vista, oído y a tener dolores. Una mañana, cuando tenía 23 años, amaneció sin casi poder ver ni oír. Había perdido el 50% de ambos sentidos, a lo que se unieron grandes dolencias. Así, comenzó un peregrinaje entre hospital y hospital sin solución. La medicación no le hizo nada.

Un año después una amiga le invitó a unas regresiones y probó con el reiki. «Cuando me introdujeron los símbolos, sentí algo muy fuerte y me desmayé. Sentí una mejoría, la sensación de que se me derretía la cabeza se me quitó… pero pasaron cosas muy extrañas Me miraba al espejo y me cambiaba la cara. También estando en Madrid sentía como si se rieran de mí. En ese momento había una iglesia y entré, pidió que la ayudaran”.

Búsqueda en la Nueva Era y el ocultismo

Catalina Davis en Roma

Durante cinco años, siguió buscando ayuda en curanderos, chamanes y videntes. Y todo seguía igual, hasta que conoció una terapia que le cambiaría la vida. Tenía 28 años cuando la misma amiga le ofreció la ayuda de su madre psicóloga y esta especialista le recomendó otro psicólogo holístico  que también le sometió a técnicas de «kinesiología» y «par biomagnético». “Me hizo una terapia alternativa. Me dejó ahí en la camilla. En ese momento me rendí. Mis ojos empezaron a hacer chiribitas. Me sentía bien, había recuperado la vista y el oído”.

A partir de eso entendió que esa era su misión ya que se había curado. Hizo de su curación, su misión. Estudió naturopatía, homeopatía, reiki, constelaciones familiares entre otras disciplinas. “Estaba abandonando mi fuente de ingresos para dedicarme a algo inestable. Cada curso que haces te da una promesa diferente. Quieres ser abundante que es del mundo y una vez que lo alcanzas no te da la felicidad”, reconoce.

Y es que ese Dios no es el Dios verdadero, no es el Dios amor. “Cuando invocas al universo, tienes que estar muy seguro porque puedes invocar otras cosas. Sin embargo, si rezas a Dios, Él sabe cómo es tu corazón” comenta. Llegados a este punto subió mucho en popularidad.

Fama y dinero por sus terapias

Pronto llegó a lo más alto, acudía a medios como El Confidencial, Intereconomía y radios como especialista en terapias, hackeo mental y crecimiento personal. Compartía sus conocimientos con la Organización Mundial de Mujeres Sionistas, incluso con el Ministerio de Presidencia de la Moncloa o el Rotary Club. Sus ponencias llegaron a más de 40.000 personas. «Todo el mundo quería saber lo que hacía, empecé a llenar escenarios y la gente pagaba barbaridades para que le hiciese terapia… pero el dinero se me iba entre los dedos y al final no tenía ni un euro», explica.

Catalina Davis en una de sus ponencias

La barrera que aparentemente separa la espiritualidad de la Nueva Era y los peligros de determinados «contactos» e «invocaciones» comenzó a difuminarse. Pone el ejemplo de un compañero de piso que presumía de practicar magia negra y de «custodiar dos demonios», lo que entonces vio como «algo cool». O a un extraño personaje que se acercó a ella durante una conferencia y le ofreció dar «un viaje» en trance sobre una tabla. Ella accedió. Lo que no esperaba era que al despertar iba a ser encumbrada como «médium sensitiva».

Un rosario para protegerse y búsqueda de simbología masónica

Para Davis, todo aquello comenzó a cobrar sentido cuando la casa que compartía con su compañero ocultista «empezó a ser una locura»: relojes sin cuerda que sonaban a su paso, calefacciones que se accionaban sin caldera, luces que se apagaban y encendían, la sensación de que le «cogían» de las piernas…

Recuerda que una noche, la hija de su compañero, de siete años se acercó a ella, le dio un rosario y le dijo: «Están intentando hacerte daño. Esto te va a proteger».

Junto a su creciente fama en el mundo de la Nueva Era, Catalina estaba en pleno proceso de acceso a la masonería, así que lo usó como excusa para dejar unos días la casa e irse a buscar simbología masónica en las iglesias de Valencia.

Hacerse católica no entraba en sus planes. Pero nada más llegar, le invitaron a una misa en la iglesia del Carmen, recibió la bendición del sacerdote y por un momento pidió ayuda a la Virgen ante lo que estaba viviendo.

La invitación a un retiro

Uno de los libros de Catalina Davis, «Las 33 leyes del éxito según Dios»

Otro día de su investigación, en la iglesia de San Lorenzo, la homilía del sacerdote durante la misa captó su atención hasta el final. Ese mismo día fue invitada a un retiro de tres días convocado por Verbum Dei, al que se inscribió. Incluso llegó a conocer a un sacerdote llamado Carlos, del Opus Dei, que escuchó su historia en la Nueva Era y le ofreció ayuda espiritual.

Pero su viaje terminaba y tenía que volver a la casa. Era martes, y recuerda aquel día como el primero que habló «con Dios Padre»: «Sabes que no puedo volver a esa casa. Ayúdame». De inmediato, le llegó un mensaje al móvil de una persona con la que llevaba sin hablar durante meses. Le ofreció un apartamento gratis, en uno de los mejores barrios de Valencia y a solo siete minutos andando del padre Carlos, el que sería su amigo y primer director espiritual.

Así llegó el día que comenzaba el retiro de Verbum Dei. Nunca olvidará aquel sábado, cuando expusieron al Santísimo y escuchó interiormente una pregunta, la de «si quería dedicar la vida a la fe». También percibió «una misión, acercar a Dios a todas las personas que buscan una solución».

«Me enamoré de Dios, practiqué la castidad y dejé todo lo que no me hacía feliz, empecé una vida hermosa  y a darle forma a un primer evento de evangelización con Eva», a quien conoció en el retiro. Pero entonces empezó «la batalla».

La larga batalla y liberación del demonio

Las intervenciones demoníacas eran cada vez más fuertes y cotidianas en su vida. Una noche, relata, «perdí el control de mi cuerpo, tenía tres o cuatro voces diferentes y una risa que no era la mía, salían como piedras de mi boca y tomé conciencia de que estaba poseída».

Catalina Davis, dándole su libro «Las 33 leyes del éxito según Dios» al Papa Francisco, en la audiencia

Ya con un exorcista, Catalina comenzó formalmente una larga liberación que le llevó a perder la movilidad en las piernas, sin apenas poder salir de su casa o levantarse, pero también a que sus padres diesen sus primeros pasos de acercamiento a la fe. «Casi todo lo que pasa en El exorcista y las películas es real», afirma.

La liberación concluyó poco después del exorcismo de la Scala Santa, de Roma, el día de su cumpleaños. Tras el proceso, Catalina afirma tener pruebas de que «Dios es todopoderoso», pero también dirige un mensaje a quienes subestiman los peligros de la Nueva Era: «Todas esas personas que piensan que no pasa nada o que ir a una sesión de reiki, tener un buda en casa o estrellas de 5 puntas no abre puertas al mal, lo hacen».

Lo cierto es que desde que fue liberada y prometió dedicar su vida a la transmisión de la fe, también ha sido testigo «de muchas cosas muy hermosas». Recuerda, por ejemplo, cuando aún poseída, pudo ir a Roma y entregar al Papa Francisco uno de sus primeros libros escritos tras su conversión, Las 33 leyes del éxito según Dios.

La vida dedicada a evangelizar y la creación del Movimiento Creo

Una vez llegó a la Ciudad Eterna, aún sin tener trabajo, ingresos ni hogar, decidió que trabajaría allí dedicándose por entero a la evangelización: solo faltaba que Dios «actuase». La respuesta llegó en la Capilla de la Reconciliación, a través de un sacerdote que ultimaba los detalles para abrir una misión católica en Roma. «Te quiero contratar. Incluido en tu sueldo de voy a poner un piso aquí en el Vaticano», le dijo nada más conocerse.

De la noche a la mañana, no solo habían desaparecido las grandes tribulaciones de Davis, sino que habían sido reemplazadas con creces. La fe, «lo más bonito que puedas imaginar». Hoy, la que en su día fue una influyente gurú de la nueva era, «jamás habría imaginado que pudiese ser tan feliz trabajando rodeada de cosas del Señor», rezando y contemplando auténticos milagros.

Catalina Davis, a la derecha de la imagen, en mayo de 2022 en un encuentro del Movimiento Creo en Roma, al lado del bispo Mons. Rodolfo Valenzuela de Guatemala, en el centro, y con el padre Gabriel

También ha fundado Movimiento Creo, que como recoge su web, nació en respuesta a su promesa ante el Santísimo «para acercar el amor de Dios a los alejados de la Iglesia. Nuestro enfoque es simple y poderoso: entender y sanar heridas a través de la Pasión de Cristo. Encontramos fuerza para superar heridas profundas y abrazar la plenitud que Dios nos tiene».

«Dios volvió a protegerme y nunca me ha soltado. Han podido pasar las manifestaciones más fuertes que os imaginéis, pero nunca he tenido miedo. Sé que Él es más fuerte, y que está conmigo. El mal puede intentarlo todo, pero tener esa fe es lo más bonito que puede pasarte. Basta con que le abras una pequeña rendija para que cree algo más bonito de lo que jamás hubieses imaginado», concluye.


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