El Papa modifica rito del lavatorio de los pies del Jueves Santo y permite que participen también mujeres

«Dispongo que se modifique el texto del Misal según el cual las personas seleccionadas para recibir el Lavado de pies tengan que ser hombres o chicos, de modo que de ahora en adelante los pastores de la Iglesia puedan seleccionar a los participantes en el rito entre todos los miembros del Pueblo de Dios”

22 de enero de 2016.- (13 TV  / Camino católicoUna vez al año, en la Misa del Jueves Santo, tiene lugar este breve rito. Se trata del «lavado de pies”. Recuerda el gesto que hizo Jesús con los apóstoles antes de la Última Cena. Era un trabajo reservado a los esclavos, con el que Jesús mostró su «entrega completa” a toda la humanidad. El Papa Francisco explicó el 28 de marzo de 2013 el rito:

«¿Qué significa esto? Que tenemos que ayudarnos unos a otros. A veces me enfado con uno o con otra. Déjalo pasar. Y si te pide un favor, hazlo. Esto es lo que Jesús nos enseña y lo que yo hago y lo hago de corazón porque es mi deber”. 

Hasta ahora, los sacerdotes necesitaban un permiso especial de su obispo para que en el rito participaran mujeres. Durante estos tres años, Francisco siempre ha incluido mujeres en este rito, algo que también hacía cuando estaba en Buenos Aires. 

Vistos los buenos resultados, el Papa ha decidido que de ahora en adelante puedan también participar mujeres sin necesidad de permisos especiales. En una carta del Papa al cardenal Robert Sarah, responsable de la liturgia católica, explica que: 

«Dispongo que se modifique el texto del Misal según el cual las personas seleccionadas para recibir el Lavado de pies tengan que ser hombres o chicos, de modo que de ahora en adelante los pastores de la Iglesia puedan seleccionar a los participantes en el rito entre todos los miembros del Pueblo de Dios”. 

Francisco espera que este cambio permita mostrar mejor el significado del gesto de Jesús, «su entrega hasta el extremo para la salvación del mundo, su caridad sin límites”.  No es el primer Papa que cambia este rito. Ha evolucionado desde el siglo XII. En 1955 lo cambió el Papa Pío XII, luego, en 1970, lo actualizó Pablo VI, y ahora el Papa Francisco.

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