El Papa pide al Sínodo que «no hablemos sólo de la comunión a los divorciados. La doctrina del matrimonio no está en cuestión»

«El Sínodo hay que vivirlo en continuidad con el extraordinario del año pasado, y los documentos oficiales son los dos discursos del Papa, al inicio y al final, y la Relatio Synodi, estudiada por el Consejo del sínodo y a la cual se han añadido contribuciones realizadas entre las dos asambleas: así se ha obtenido el Instrumentum laboris, aprobado como documento de los trabajos del Sínodo que se celebra ahora»

6 de octubre de 2015.- (13 TV  / Radio Vaticano Camino Católico)  El Papa Francisco ha querido intervenir esta mañana antes de la segunda jornada de intervenciones durante el Sínodo de la Familia que se está celebrando en Roma. «El de los divorciados no es el único problema», y «la doctrina católica sobre el matrimonio no está en cuestión», ha dicho a los padres sinodales.

En una inesperada segunda intervención esta mañana antes de los debates en el seno del Sínodo de los Obispos, el Papa Francisco –durante el Sínodo celebrado en 2014 solamente habló en el discurso de apertura y en el de clausura– ha subrayado a los padres sinodales que “el Sínodo hay que vivirlo en continuidad con el extraordinario del año pasado, y los documentos oficiales son los dos discursos del Papa, al inicio y al final, y la Relatio Synodi, estudiada por el Consejo del sínodo y a la cual se han añadido contribuciones realizadas entre las dos asambleas: así se ha obtenido el Instrumentum laboris, aprobado como documento de los trabajos del Sínodo que se celebra ahora”. Asimismo, el Papa señaló que “ahora se continúa con la aportación de los círculos menores, que contribuyen a proseguir los trabajos hacia la Relación Final”.

También subrayó que “la asamblea precedente del sínodo no ha tocado la doctrina católica sobre el matrimonio” y que “no debemos dejar condicionar ni reducir nuestro horizonte de trabajo como si el único problema fuera el de la comunión a los divorciados vueltos a casar”, según ha revelado el padre Federico Lombardi, portavoz de la Santa Sede

Hasta el momento, ya han sido 72 los padres sinodales que han podido hablar durante estos primeros días de intervenciones libres.

El Sínodo de obispos nació hace 50 años, casi al final del Concilio Vaticano II. El Cardenal Lorenzo Baldisseri, Secretario General del Sínodo de Obispos explica que «un sínodo es una asamblea de obispos que representan al episcopado mundial, convocados en Roma por el Papa”.

El sínodo suele durar dos o tres semanas y participan entre 200 y 250 obispos junto al Papa. Es muy eficaz porque, aunque en las reuniones plenarias cada obispo puede hablar sólo tres minutos, en las reuniones por grupos afrontan las cuestiones con mucha profundidad. El Cardenal Baldisseri remarca que un sínodo «no es un parlamento, es una asamblea consultiva en la que los obispos pueden intervenir, discutir y presentar propuestas al Santo Padre”. 

El sínodo concluye con una lista de propuestas que se envían al Papa.Habitualmente los pontífices las usan como base de un documento magisterial. «Las propuestas del sínodo deben verse como el resultado de un camino colegial. A este camino lo llamamos «sinodal”, que se amplifica, porque reúne a toda la base, no sólo a los obispos. Participa toda la Iglesia. De hecho, en la fase preparatoria hacemos una consulta general”, dice el Cardenal Baldisseri 

Los sínodos se convocan aproximadamente cada dos años, y los últimos han afrontado cuestiones como la Biblia, la Eucaristía o la Nueva Evangelización. A lo largo de sus 50 años de vida ha habido 27 sínodos. El primero convocado por Francisco trata sobre la familia y ha levantado una gran expectación. 

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