Papa Francisco en el Ángelus 25-6-2017: «Si decimos las Palabras del Evangelio, no nos mirarán bien. El Señor nos dice: ‘¡No teman!’»

* «‘¡No tengas miedo: sigue adelante! ¡Yo estoy contigo! No tengan miedo del que se burla de ustedes y los maltrata, y no tengan miedo del que los ignora o del que por delante los honra y luego por la espalda combate contra el Evangelio. Hay tantos que por delante te sonríen, pero por la espalda combaten contra el Evangelio. Todos los conocemos. Jesús no nos deja solos porque somos preciosos para Él. Por ello no nos deja solos: cada uno de nosotros es precioso para Jesús, y nos acompaña»

Video completo de las palabras del Papa traducidas al español

* «Expreso mi cercanía a la población china de Xinmo golpeada ayer por la mañana por un desprendimiento causado por fuertes lluvias. Rezo por los difuntos y los heridos y por todos los que han perdido su casa. Dios consuele a las familias y apoye a los socorristas. Les estoy muy cercano»

25 de junio de 2017.- (Radio Vaticano Camino Católico) El Papa Francisco, en la cita para el rezo del Ángelus, reiteró que el Señor nos sigue diciendo, como les decía a sus discípulos: ¡No tengan miedo!

Una vez más, el Papa señaló que también en nuestros días está presente en el mundo la persecución contra los cristianos. E invitó a rezar por nuestros hermanos y hermanas perseguidos, alabando a Dios por su valiente testimonio de fidelidad a la fe. «Su ejemplo nos ayuda a no dudar en tomar posición en favor de Cristo».

Con el Evangelio del XII domingo del Tiempo Ordinario, el Santo Padre recordó las palabras de Jesús instruyendo a sus discípulos para misionar, diciéndoles tres veces ¡No teman!

Aunque «el envío a la misión de parte de Jesús no garantiza a los discípulos el éxito, así como no los pone a salvo de fracasos y de sufrimientos» y «ellos tienen que tener en cuenta tanto la posibilidad del rechazo, como la de la persecución», subrayó el Obispo de Roma, que habló también de las diversas formas de pruebas que se pueden presentar en el anuncio del Evangelio algunas «aparentemente» tranquilas.

Introduciendo el rezo mariano dominical, el Papa invocó a la Virgen María, «modelo de humilde y valiente adhesión a la Palabra de Dios», para que «nos ayude a comprender que en el testimonio de la fe no cuentan los éxitos, sino la fidelidad a Cristo, reconociendo en cualquier circunstancia, también las más problemáticas, el don inestimable de ser sus discípulos misioneros».

Al final del rezo de la oración mariana el Obispo de Roma saludó a los fieles y peregrinos presentes.  El Papa empezó recordando un desastre natural en China causado por lluvias torrenciales. La plegaria del Pontífice se dirigió a las víctimas y los damnificados, pidiendo consuelo para ellos y por quienes los socorren. En el vídeo superior se escuchan y visualizan las palabras del Santo Padre traducidas al español, cuyo texto completo es el siguiente:

Queridos hermanos y hermanas, ¡buenos días!

En el Evangelio de hoy (cfr Mt 10, 26-33) el Señor Jesús, después de haber llamado y enviado en misión a sus discípulos, los instruye y los prepara a afrontar las pruebas y las persecuciones que deberán encontrar. Ir en misión no es hacer turismo, y Jesús advierte a los suyos: ‘Encontrarán persecuciones’. Los exhorta así: ‘No tengan miedo de los hombres. No hay nada oculto que no deba ser revelado (…)  Lo que yo les digo en la oscuridad, repítanlo en pleno día. (…) Y no teman a los que matan el cuerpo, pero no pueden matar el alma’ (26-28). Y no tengan miedo de aquellos que solamente pueden matar el cuerpo y no tienen el poder de matar el alma.

El envío a la misión de parte de Jesús no garantiza a los discípulos el éxito, así como no los pone a salvo de fracasos y de sufrimientos. Ellos tienen que tener en cuenta tanto la posibilidad del rechazo, como la de la persecución. Esto asusta un poco, pero es la verdad.

El discípulo está llamado a conformar su propia vida a Cristo, que ha sido perseguido por los hombres, ha conocido el rechazo, el abandono y la muerte en la cruz. No existe la misión cristiana en tranquilidad plena; no existe la misión cristiana en tranquilidad plena. Las dificultades y las tribulaciones forman parte de la obra de evangelización y nosotros estamos llamados a encontrar en ellas la ocasión para verificar la autenticidad de nuestra fe y de nuestra relación con Jesús. Debemos considerar estas dificultades como la posibilidad para ser aún más misioneros y para crecer en aquella confianza en Dios, nuestro Padre, que no abandona a sus hijos en la hora de la tempestad. En las dificultades del testimonio cristiano en el mundo, nunca somos olvidados, sino que siempre estamos asistidos por la solicitud premurosa del Padre. Por ello, en el Evangelio de hoy, Jesús asegura tres veces a sus discípulos diciendo: ‘¡No teman!’ ¡No tengan miedo!

También en nuestros días, hermanos y hermanas, está presente la persecución contra los cristianos. Nosotros oramos por nuestros hermanos y hermanas que son perseguidos y nosotros alabamos a Dios porque, a pesar de ello, siguen testimoniando con valentía y fidelidad su fe. Su ejemplo nos ayuda a no dudar en tomar posición en favor de Cristo, testimoniándolo con valentía en las situaciones de cada día, aun en contextos aparentemente tranquilos. En efecto, una forma de prueba puede ser también la ausencia de hostilidades y de tribulaciones. Además de ‘como ovejas entre lobos’, el Señor, también en nuestro tiempo, nos manda como centinelas en medio de la gente que no quiere que la despierten del adormecimiento mundano, que ignora las palabras de Verdad del Evangelio, construyéndose sus propias verdades efímeras. Y si vamos allí o vivimos allí y decimos las Palabras del Evangelio, esto incomoda y no nos mirarán bien.

Pero en todo ello el Señor nos sigue diciendo, como les decía a los discípulos de su tiempo: ‘¡No teman!’. No olviden esta palabra: siempre, cuando tengamos alguna tribulación, alguna persecución, algo que nos haga sufrir, escuchemos la voz de Jesús en nuestro corazón: ‘¡No tengan miedo! ‘¡No tengas miedo: sigue adelante! ¡Yo estoy contigo! No tengan miedo del que se burla de ustedes y los maltrata, y no tengan miedo del que los ignora o del que por delante los honra y luego por la espalda combate contra el Evangelio. Hay tantos que por delante te sonríen, pero por la espalda combaten contra el Evangelio. Todos los conocemos. Jesús no nos deja solos porque somos preciosos para Él. Por ello no nos deja solos: cada uno de nosotros es precioso para Jesús, y nos acompaña.

Que la Virgen María, modelo de humilde y valiente adhesión a la Palabra de Dios, nos ayude a comprender que en el testimonio de la fe no cuentan los éxitos, en el testimonio de la fe no cuentan los éxitos, sino la fidelidad; la fidelidad a Cristo, reconociendo en cualquier circunstancia, también las más problemáticas, el don inestimable de ser sus discípulos misioneros.

(Después de la oración mariana del Ángelus el Papa ha dicho:)

Queridos hermanos y hermanas,

Expreso mi cercanía a la población china de Xinmo golpeada ayer por la mañana por un desprendimiento causado por fuertes lluvias. Rezo por los difuntos y los heridos y por todos los que han perdido su casa. Dios consuele a las familias y apoye a los socorristas. Les estoy muy cercano.

Hoy, en Vilna (Lituania), es proclamado Beato el Obispo Teofilo Matulionis, asesinado por odio a la fe en 1962, cuando tenía casi 90 años. Demos gracias a Dios por el testimonio de este valiente defensor de la Iglesia, de la fe y de la dignidad del hombre. Lo saludamos con un aplauso, a él y a todo el pueblo lituano. 

¡Dirijo mi saludo a todos ustedes, romanos y peregrinos! De manera particular, saludo al Arzobispo Mayor, a los Obispos, a los sacerdotes y a los fieles de la Iglesia greco-católica ucraniana, así como también a los peregrinos de Bielorrusia, que recuerdan el 150° aniversario de la canonización de San Josafat.  Me uno espiritualmente a la Divina Liturgia que celebran dentro de poco en la Basílica de San Pedro, invocando del Señor para cada uno el valor del testimonio cristiano y el don de la paz para la querida tierra ucraniana.

Saludo a los ministrantes de Komorow (Polonia) y a los demás fieles polacos, con un pensamiento también  para  los peregrinos al Santuario de la Madre de Dios de Gietrzwałd.  Saludo a los fieles chilenos de Santiago de Chile, Rancagua y Copiapó, como también a aquellos de Montpellier y de Córcega. Saludo a los confirmandos de Tombolo y a la peregrinación de la Orden de los Mínimos de San Francisco de Paula.

Deseo a todos un buen domingo y, por favor no se olviden de rezar por mí. ¡Buen almuerzo y hasta la vista!

Francisco

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