Papa Francisco en la Audiencia, 15-11-2023: «La fuerza de nuestro anuncio está en comunicar la alegría que nace del encuentro con Jesús, incluso en circunstancias difíciles»

«La alegría del Evangelio llena el corazón y la vida entera de los que se encuentran con Jesús. Quienes se dejan salvar por Él son liberados del pecado, de la tristeza, del vacío interior, del aislamiento. Con Jesucristo siempre nace y renace la alegría. Cada uno de nosotros hoy se tome un poco de tiempo y piense: ‘Jesús, Tú estás dentro de mí: yo quiero encontrarte todos los días. Tú eres una Persona, no eres una idea; Tú eres un compañero de camino, no eres un programa. Tú eres Amor que resuelve muchos problemas. Tú eres el inicio de la evangelización. Tú, Jesús eres la fuente de la alegría’. Amén.»

Video completo de la transmisión en directo realizada por Vatican News de la catequesis traducida al español y de la síntesis que el Papa ha hecho en nuestro idioma

* «Oremos, hermanos y hermanas, por la paz, especialmente por la atormentada Ucrania que tanto sufre, y luego en Tierra Santa, en Palestina e Israel, y no nos olvidemos de Sudán que tanto sufre, y pensemos en todas las regiones donde hay guerra. Es la guerra, ¡hay tantas guerras! Oremos por la paz: cada día, todos tomen un momento para orar por la paz. Queremos la paz»

Foto: Vatican Media 15-11-2023

15 de noviembre de 2023.- (Camino Católico)  La actitud de la que depende la evangelización es la alegría: “la fuerza de nuestro anuncio está en comunicar la alegría que nace del encuentro con Jesús, incluso en circunstancias difíciles”, ha dicho el Papa Francisco al resumir las 25 últimas catequesis sobre el celo apostólico a la luz de la Evangelii gaudium.

Y después de haber encontrado a Cristo, dice el Papa, se vuelve a la vida de cada día conscientes de haber encontrado un tesoro que tantos esperan recibir como palabra de esperanza: “El Evangelio es esperado también hoy: el hombre de hoy es como el hombre de todo tiempo: lo necesita, también la civilización de la incredulidad programada y de la secularidad institucionalizada; es más, sobre todo la sociedad que deja desierto los espacios del sentido religioso, necesita de Jesús. Este es el momento favorable al anuncio de Jesús”.

“Oremos por la paz: cada día, todos tomen un momento para orar por la paz. Queremos la paz, especialmente por la atormentada Ucrania, que tanto sufre, y luego en Tierra Santa, por Palestina e Israel”, esta ha sido la invitación del Papa Francisco al final de la audiencia. En el vídeo superior de Vatican News se visualiza y escucha la catequesis traducida al español y la síntesis que el Santo Padre ha hecho en nuestro idioma, cuyo texto completo es el siguiente:

Foto: Vatican Media 15-11-2023
PAPA FRANCISCO
AUDIENCIA GENERAL
Plaza de San Pedro
Miércoles, 15 de noviembre de 2023
Catequesis. La pasión por la evangelización: el celo apostólico del creyente
26.- El anuncio es alegría
Foto: Vatican Media 15-11-2023

Queridos hermanos y hermanas, ¡buenos días!

Después de haber encontrado diferentes testigos del anuncio del Evangelio, quiero sintetizar este ciclo sobre el celo apostólico en cuatro puntos, inspirados en la exhortación apostólica Evangelii gaudium, que este mes cumple diez años. El primer punto, que vemos hoy, el primero de los cuatro, se refiere a la actitud de la que depende la sustancia del gesto evangelizador: la alegría. El mensaje cristiano, como hemos escuchado de las palabras que el ángel dirige a los pastores, es el anuncio de «una gran alegría» (Lc 2,10). ¿La razón? ¿Una buena noticia, una sorpresa, un bonito suceso? Mucho más, una persona: ¡Jesús! Jesús es la alegría. Es Él el Dios hecho hombre que ha venido a nosotros.  La cuestión, queridos hermanos y hermanas, no es por tanto si anunciarlo, sino cómo anunciarlo, y este “cómo” es la alegría. O anunciamos a Jesús con alegría, o no lo anunciamos, porque otro camino para anunciarlo no es capaz de llevar la verdadera realidad de Jesús.

Foto: Vatican Media 15-11-2023

Es por eso que un cristiano infeliz, un cristiano triste, un cristiano insatisfecho o, peor todavía, resentido y rencoroso no es creíble. ¡Este hablará de Jesús, pero nadie le creerá! Una vez me decía una persona, hablando de estos cristianos: “Pero son cristianos con cara de bacalao!”, es decir, no expresan nada, son así, y la alegría es esencial. Es esencial vigilar sobre nuestros sentimientos. La evangelización obra la gratuidad, porque viene de la plenitud, no de la presión. Y cuando se hace una evangelización. – se quiere hacer, pero eso no va – en base a ideologías, esto no es evangelizar, esto no es el Evangelio. El Evangelio no es una ideología: el Evangelio es un anuncio, un anuncio de alegría. Las ideologías son frías, todas. El Evangelio tiene el calor de la alegría. Las ideologías no saben sonreír, el Evangelio es una sonrisa, te hace sonreír porque te toca el alma con la Buena Noticia.

Foto: Vatican Media 15-11-2023

El nacimiento de Jesús, en la historia como en la vida, es el principio de la alegría: pensad en lo que les sucedió a los discípulos de Emaús que de la alegría no podían creer, y los otros, después, los discípulos todos juntos, cuando Jesús va al Cenáculo, no podían creer de la alegría (cfr. Lc 24,13-35). La alegría de tener a Jesús resucitado. El encuentro con Jesús siempre te lleva a la alegría y si esto no te sucede a ti, no es un verdadero encuentro con Jesús.

Y esto que hace Jesús con los discípulos nos dice que los primeros que deben ser evangelizados son los discípulos, los primeros que deben ser evangelizados somos nosotros, cristianos: somos nosotros. Y esto es muy importante.

Foto: Vatican Media 15-11-2023

Inmersos en el clima veloz y confuso de hoy, también nosotros, de hecho, podríamos encontrarnos viviendo la fe con un sutil sentido de renuncia, persuadidos que para el Evangelio no haya más escucha y que ya no valga la pena comprometerse para anunciarlo. Podríamos incluso ser tentados por la idea de dejar que “los otros” vayan por su camino. Sin embargo, precisamente este es el momento de volver al Evangelio para descubrir que Cristo «es siempre joven y fuente constante de novedad» (Evangelii gaudium, 11).

Foto: Vatican Media 15-11-2023

Así, como los dos de Emaús, se vuelve a la vida cotidiana con el impulso de quien ha encontrado un tesoro: estaban felices, estos dos, porque habían encontrado a Jesús, y ha cambiado su vida. Y se descubre que la humanidad abunda de hermanos y hermanas que esperan una palabra de esperanza. El Evangelio es esperado también hoy: el hombre de hoy es como el hombre de todo tiempo: lo necesita, también la civilización de la incredulidad programada y de la secularidad institucionalizada; es más, sobre todo la sociedad que deja desiertos los espacios del sentido religioso, necesita de Jesús. Este es el momento favorable al anuncio de Jesús. Por eso quisiera decir nuevamente a todos: «La alegría del Evangelio llena el corazón y la vida entera de los que se encuentran con Jesús. Quienes se dejan salvar por Él son liberados del pecado, de la tristeza, del vacío interior, del aislamiento. Con Jesucristo siempre nace y renace la alegría» (ibid.,1). No olvidemos esto. Y si alguno de nosotros no percibe esta alegría, se pregunte si ha encontrado a Jesús. Una alegría interior. El Evangelio va en el camino de la alegría, siempre, es el gran anuncio. Invito a todo cristiano, en cualquier lugar y situación se encuentre, a renovar hoy mismo su encuentro con Jesucristo. Cada uno de nosotros hoy se tome un poco de tiempo y piense: “Jesús, Tú estás dentro de mí: yo quiero encontrarte todos los días. Tú eres una Persona, no eres una idea; Tú eres un compañero de camino, no eres un programa. Tú eres Amor que resuelve muchos problemas. Tú eres el inicio de la evangelización. Tú, Jesús eres la fuente de la alegría”. Amén.

Foto: Vatican Media 15-11-2023

Después, al saludar a los peregrinos de lengua española, el Papa ha dicho:

Foto: Vatican Media 15-11-2023

Queridos hermanos y hermanas:

Para concluir con el ciclo de catequesis que hemos realizado sobre el celo apostólico, quiero resumir su contenido en cuatro temas, inspirados en la exhortación Evangelii gaudium, en el décimo aniversario de la publicación. Hoy abordaremos la primera palabra: la alegría. Como a los pastores en Belén, también a nosotros se nos anuncia una gran alegría, que no es un concepto, ni siquiera una buena noticia, sino algo más, una persona, Jesús de Nazaret.

Los cristianos no podemos ser gente triste ni mucho menos resentida, traumatizada por los propios fracasos o el devenir de la sociedad. Al contrario, la fuerza de nuestro anuncio está en ser capaces de comunicar la alegría que nace del encuentro con Jesús, incluso en circunstancias difíciles. Pero para eso somos nosotros los primeros que debemos ser evangelizados. Como los discípulos de Emaús, en medio de la desolación de la cruz y la pasión, estamos llamados a redescubrir su presencia en nuestras vidas, dejándonos sorprender por la fuerza de su amor y su alegría.

Saludo cordialmente a los peregrinos de lengua española. Pidamos al Señor que renueve cada día nuestro encuentro con Él, que haga arder nuestro corazón con su Palabra, y también que en la Eucaristía nazca en nosotros el impulso que animó a los discípulos a salir a evangelizar al mundo. Que Jesús los bendiga y la Virgen Santa los cuide. Muchas gracias.

Foto: Vatican Media 15-11-2023

En otras lenguas el Santo Padre ha manifestado:

Foto: Vatican Media 15-11-2023

Saludo, finalmente, a los ancianos, a los enfermos, a los recién casados ​​-son muchos- y a los jóvenes, entre los cuales saludo, en particular, al nutrido grupo del Instituto «Miraglia» de Lauria. Las últimas semanas del año litúrgico nos invitan a un sentimiento de esperanza cristiana. En esta perspectiva os invito a captar siempre el significado y el valor de las experiencias cotidianas e incluso de las pruebas, pensando que ‘todo contribuye para el bien de quienes aman a Dios’ (Rom 8,28).

Oremos, hermanos y hermanas, por la paz, especialmente por la atormentada Ucrania que tanto sufre, y luego en Tierra Santa, en Palestina e Israel, y no nos olvidemos de Sudán que tanto sufre, y pensemos en todas las regiones donde hay guerra. Es la guerra, ¡hay tantas guerras! Oremos por la paz: cada día, todos tomen un momento para orar por la paz. Queremos la paz ¡Mi Bendición para todos!

Francisco


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