Wilson Barba e Isabel Ayalde, esposos: “El día a día es muy difícil, pero sin Dios es más difícil»
* Este matrimonio de inmigrantes bolivianos afincados en España cuenta su testimonio de conversión y fe, que han vivido desde el momento que perdieron sus trabajos y tuvieron que ponerse en manos de Dios para afrontar la crisis económica
* “El pasar por esta experiencia aumentó mucho pero mucho nuestra fe, como consecuencia de ver que el Señor estaba en cada momento de tristezas"
* "El tener a Dios hace que veamos las circunstancias, que vivimos en cada momento, con más calma, con más tranquilidad, y que le dejemos actuar"
(H2onews / Escuchar la Voz del Señor) “Yo a España llegue en el 2005. Como toda persona que llega aquí lo hice con problemas económicos. Yo tenía un trabajo y lo perdí y mi mujer también. Así optamos porque yo me viniera a España. Junté un dinerito y luego conseguí traer a mi mujer. Con ella conseguimos más dinero y hemos podido traer a todos nuestros hijos” explica Wilson Barba
Su esposa Isabel Ayalde asegura que “vimos como poco a poco el Señor nos presentaba las cosas, nos la ponía en nuestras manos, a nuestro alcance. A veces sin buscarlo iban dándose las cosas. En cuanto llegaron nuestros hijos los pudimos llevar al colegio. La adaptación fue difícil, pero gracias a Dios han ido integrándose poco a poco.”
Son unos sentimientos que transmiten a sus 7 hijos, y sus dos nietos. A través de la fé que ellos sienten consiguen que su familia pueda crecer sobre las bases de los valores cristianos. “El día a día es muy difícil, pero sin Dios es más difícil todavía. El tener a Dios hace que veamos las circunstancias, que vivimos en cada momento, con más calma, con más tranquilidad, y que le dejemos actuar. A veces yo sentía una soledad muy grande, un vacio muy grande en mi corazón, que no podía llenar con nada pese a tener una familia numerosa. Yo le pedía al Señor que me enseñara cual era mi lugar y le decía que deseaba tener un encuentro con Él. Y hasta el momento que no tuve un encuentro personal con el Señor no pude sentir otra cosa más que vacío,” asegura Isabel describiendo el crecimiento en la vida espiritual que ha vivido a través de afrontar las dificultades.
El vacío desapareció cuando entraron a formar parte de la parroquia de Nuestra Señora del Carmen de Murcia, donde la familia asiste todos los domingos a Misa, los chicos van a catequesis, han hecho la primera comunión, ha sido bautizado alguno de ellos y allí se reúne la comunidad Neocatecumenal a la que pertenecen. Su vida activa en esta comunidad ayuda a esta familia a seguir adelante y a alcanzar la felicidad diaria a través de la fe y de sus fuertes convicciones cristianas.
El vídeo-testimonio