Pablo Pineda, con Sindrome de Down, triunfa como actor
* Un ejemplo de superación para los síndrome de Down: obtiene junto a Lola Dueñas la Concha de Plata del Festival de San Sebastián por sus interpretaciones en ‘Yo también’
23 de octubre de 2009.- Poca gente creía que alguien con trisomía, conocida también como síndrome de Down, podía llegar a licenciarse en la universidad. Pero así ha sido, Pablo Pineda es el primer licenciado europeo con esta disfunción. Un hombre licenciado en Educación Especial y que está preparándose para las oposiciones al Ayuntamiento de Málaga, donde aspira a trabajar en el área de Bienestar Social. Los padres de Pablo han sido su mayor ayuda educándole y exigiéndole lo mismo que a sus hermanos. Pablo creció en un ambiente totalmente normal que le ayudó y le empujó a fomentar su autoestima y su auto confianza para convertirse en el hombre que es hoy.
(Carlota Falcó Vich / Forum Libertas) El malagueño ha ganado la Concha de Plata al mejor actor en el último Festival Internacional de Cine de San Sebastián. La película Yo también dirigida por Álvaro Pastor y Antonio Naharro se estrenó el pasado 16 de octubre. Pablo ha sido galardonado por una interpretación que ha levantado elogios en la crítica nacional.
Yo también relata la vida de Daniel, un joven sevillano de 34 años on síndrome de Down que comienza su vida laboral en la Administración pública donde conoce a Laura, su compañera de trabajo, papel interpretado por la conocida actriz Lola Dueñas. Ambos inician una relación de amistad que acabará con el descubrimiento del amor.
La eugenesia y la cultura de la muerte
El ejemplo de Pablo, como el de muchas otras personas que han conseguido sus metas y viven felices, pone de manifiesto que el diagnóstico intrauterino interrumpe y niega la vida a estos niños tan capaces como cualquier otro.
Este diagnóstico se inscribe en una cultura de la muerte que niega la vida a personas que no tienen la posibilidad de elegir y recupera ideas enmarcadas en las prácticas eugenésicas que se desarrollaron a principios del siglo XX. El riesgo de la práctica del eugenismo pone de manifiesto el no nacimiento de personas que como Pablo deberían tener el mismo derecho a nacer que el común.
Cabría desear que el éxito conseguido por este actor inspire a personas con discapacidades que la sociedad actual no sabe integrar.