Benedicto XVI pronunciará doce intervenciones públicas en la JMJ en Madrid a donde llega hoy

* Un total de 86 personas, 34 funcionarios y 52 periodistas, acompañan al Santo Padre, un equipo selecto capaz de asegurar totalmente su travesía: la seguridad, la atención médica, la información al mundo y el cumplimiento del milimetrado programa

18 de agosto de 2011.- Benedicto XVI realizará doce intervenciones públicas, entre discursos, homilías y saludos, durante la visita de cuatro días a Madrid, con motivo de la Jornada Mundial de la Juventud católica, en el viaje que inicia hoy. El pontífice saldrá de Roma a las 09.30 hora local (07.30 GMT), para llegar a mediodía al aeropuerto madrileño de Barajas, Al comienzo de cada viaje, el Papa es el último pasajero que sube al avión, donde su séquito y los periodistas están ya sentados de antemano. A partir de ese momento, el «Vaticano volante» toma el relevo como centro neurálgico de gobierno de la Iglesia.

Los viajes internacionales siguen un programa milimetrado, con un equipo selecto capaz de asegurar todas las funciones vitales: la seguridad, la atención médica y la información al mundo a través de los periodistas. Para disminuir el esfuerzo del Papa, su avión despegará mañana del aeropuerto de Ciampino, situado a sólo nueve kilómetros de la residencia veraniega de Castel Gandolfo. Volar con el Papa significa someterse a controles especiales como el registro manual de maletas que requieren llegar con mucha antelación al aeropuerto, donde el avión espera en una zona de seguridad.

Todo preparado para el despegue

En este viaje acompañan al Papa un total de 86 personas: 34 funcionarios del Vaticano y 52 periodistas, incluida la decana de los vaticanistas, Paloma Gómez Borrero, quien mantiene el récord absoluto con más de 120 viajes papales. Media hora después del despegue comienza el encuentro informativo en que el Papa responde a algunas de las preguntas que los periodistas le han enviado de antemano. Benedicto XVI aborda en 15 ó 20 minutos los cinco o seis temas de mayor interés, yendo absolutamente al grano y sin pérdidas de tiempo.

Terminado el encuentro, la parte posterior del Airbus A 320 «Cittá di Fiumicino-George Bizet» se convertirá en una improvisada sala de redacción en la que todo el mundo prepara sus crónicas, revisa sus fotos, graba los «stand up» para las televisiones, etc. En los vuelos trasatlánticos se puede incluso transmitir las crónicas mediante el sistema telefónico vía satélite.

Muy bien acompañado

Cuando el avión papal entra en el espacio aéreo español aparece siempre la escolta de dos cazabombarderos F-18, un gesto de hospitalidad que crea inmediatamente a bordo un clima de simpatía por España. En cierto modo es como estar ya en casa, incluso a diez mil metros de altura.

Entre las 86 personas que acompañan al Papa figuran seis cardenales: Tarcisio Bertone, secretario de Estado; Marc Ouellet, prefecto de Obispos; Stanislaw Rylko, presidente del Pontificio Consejo para los Laicos, del que dependen las JMJ; y los tres purpurados españoles de la Curia vaticana: Antonio Cañizares, prefecto del Culto Divino, Julián Herranz y Eduardo Martínez Somalo.

El director de los viajes del Papa, Alberto Gasbarri, lleva tres años preparando el programa con la minuciosidad habitual. Es un caballero alto, que abre paso delante del Papa mientras que a su lado camina siempre el jefe de la Gendarmería Vaticana, Domenico Giani. La protección inmediata del Papa corresponde a cinco gendarmes vaticanos y dos guardias suizos -todos de riguroso traje negro-, rodeados por capas concéntricas de varios servicios de seguridad españoles.

El séquito incluye el médico personal del Papa, Patrizio Polisca, así como el discreto ayudante de cámara, Paolo Gabriele. Pero los españoles verán sobre todo a su secretario personal, Georg Gaenswein, un sacerdote alto y atlético que le acompaña en todo momento.

Tres años de preparativos

Los preparativos de este viaje han sido intensos a lo largo de tres años y han requerido numerosas visitas a Madrid para estudiar el terreno y mantener encuentros con las autoridades españolas y el comité organizador de la JMJ.

Cada recorrido se ha probado varias veces, y el libreto del viaje incluye los mínimos detalles, minuto a minuto, a lo largo de cuatro días. La seguridad, el protocolo y los enlaces televisivos por satélite requieren precisión absoluta. Pero, sobre todo, al equipo del Papa le gusta hacer las cosas bien. Con precisión germánica, puntualidad suiza y simpatía italiana.

Los Reyes lo recibirán en el aeropuerto de Barajas

El avión de Benedicto XVI aterrizará a las 12 del mediodía en el aeropuerto de Madrid-Barajas  donde será recibido por los Reyes de España y miembros del Gobierno.Tras esa ceremonia, Benedicto XVI se trasladará en el papamóvil hasta la Nunciatura, donde se alojará durante su estancia en Madrid.

A las 19.15 horas (17.15 GMT) se desplazará hasta la plaza de la Independencia, en el centro de Madrid, donde el alcalde de la capital, Alberto Ruiz Gallardón, le entregará las llaves de la ciudad.Benedicto XVI cruzará a pie la monumental Puerta de Alcalá, que se alza en medio de la plaza, con 50 jóvenes de los cinco continentes. Una vez cruzada la Puerta de Alcalá, plantará un olivo e inmediatamente después seis caballos andaluces, de la familia de Álvaro Domecq, montados por tres hombres y tres mujeres a la grupa vestidas de flamencas, darán la bienvenida al papa con una exhibición de alta escuela de los caballos españoles.

A continuación, subirá de nuevo en el papamóvil y se dirigirá a la cercana plaza de Cibeles, donde los jóvenes le darán la bienvenida. 
Música tradicional española amenizará la ceremonia de Cibeles, mientras los aviones de la «Patrulla Águila», del Ejército del Aire, surcarán el cielo de Madrid dejando a su paso la estela con los colores de las banderas de España y del Vaticano.

Via Crucis

El viernes, el pontífice visitará al rey Juan Carlos y a la reina Sofía de España en el palacio de La Zarzuela, la residencia del monarca. Después se trasladará al monasterio de El Escorial, a 50 kilómetros de Madrid, donde se encontrará con 1.600 jóvenes religiosas en el patio de los Reyes, y posteriormente en la basílica del monasterio, mandado edificar por Felipe II, se reunirá con 1.200 jóvenes profesores universitarios.

A su regreso a Madrid, el papa almorzará con doce jóvenes de los cinco continentes (entre ellos dos españoles) en la Nunciatura. Por la tarde, a las 17.30 hora local (15.30 GMT) se reunirá con el presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, en la Nunciatura.

A las 19.30 (17.30 GMT) el papa presidirá el tradicional Vía Crucis, cuyas meditaciones han sido escritas por las Hermanas de la Cruz, de Sevilla. Cada estación estará representada por un «paso» (obras de arte de la imaginería española de los últimos cuatro siglos) de la Semana Santa española.

El sábado, a las 09.00 hora local (07.00 GMT), como un sacerdote más, confesará en los jardines del Buen Retiro, en el centro de Madrid, a tres jóvenes participantes en la JMJ. Después, oficiará una misa en la catedral de La Almudena para unos 5.000 seminaristas. Concluida la misa, mantendrá un encuentro privado con el líder de la oposición española, Mariano Rajoy, del Partido Popular.

Por la tarde, a las 17.00 horas (15.00 GMT) se reunirá en la nunciatura con los organizadores de la XXVI JMJ y a las 19.40 local (17.40 GMT) visitará la Fundación Instituto San José, un centro para enfermos gestionado por la Orden Hospitalaria de los Hermanos de San Juan de Dios.

Vigilia en Cuatro Vientos

A las 20.30 horas (18.30 GMT), Benedicto XVI se trasladará al aeródromo de Cuatro Vientos, donde presidirá una vigilia con los cientos de miles de jóvenes que asisten a la JMJ. El acto comenzará con una procesión con la Cruz de los Jóvenes, tras lo cual varios muchachos harán varias preguntas al papa, que responderá a sus inquietudes, y después pronunciará un discurso.

La vigilia concluirá con la adoración eucarística y la consagración al Sagrado Corazón de los jóvenes, que pasarán la noche en el aeródromo, a donde volverá Benedicto XVI el domingo para oficiar la misa con la que concluirá la JMJ de Madrid.

Tras la misa, el papa anunciará cuál será la sede de la próxima Jornada Mundial de la Juventud católica, que, según dijeron a Efe fuentes vaticanas, tendrá lugar en Río de Janeiro en 2013.

Después de almorzar con los cardenales españoles, por la tarde se reunirá con los voluntarios de la JMJ en el recinto ferial IFEMA, para a primeras horas de la noche regresar a Roma.

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