Béryl, de padre protestante y de madre judía, no era religiosa: «Tuve una inquietud espiritual, conocí a Bruno que tenía una profunda fe y encontré a Dios que me amaba»

* «Era una dulzura infinita. Así fue mi encuentro con Dios. Y lo curioso es que yo había tenido siempre el sentimiento de que en mi vida había lo que yo denominaba ‘una estrella’. Fue entonces cuando leí en el Evangelio ese pasaje que dice: ‘Mira, estoy de pie a la puerta y llamo. Si alguien escucha mi voz y abre la puerta, entraré en su casa y cenaré con él y él conmigo’ (Ap 3, 20). Eso me sucedió a mí. Y pensé: ‘Realmente, tú llamabas a la puerta desde el principio’. Así fue. Un hermoso encuentro»

Camino Católico.- Béryl tiene 47 años y procede de una familia totalmente alejada del catolicismo y no tenía fe: su padre era protestante no practicante, y su madre judía no practicante. Ella misma cuenta a  Découvrir Dieu  que «tuve una profunda inquietud espiritual, conocí a Bruno que tenía una profunda fe y encontré a Dios que me amaba». Esta su historia contada en primera persona:

Béryl tuvo un dulce encuentro con Dios y descubrió que le amaba
Béryl: «Tuve un hermoso encuentro»

Mi nombre es Béryl, tengo 47 años. Crecí en una familia sin educación religiosa: la familia de mi padre era más bien protestante no practicante, la familia de mi madre, judía no practicante.  La religión era algo que no formaba parte de mi educación.

A partir de los 25 años comencé a tener una profunda inquietud espiritual, que comenzó cuando viajé sola por el mundo durante un año y medio con una mochila a la espalda.  Creo que todo debió comenzar entonces. Buscaba a través de lecturas, de cursos, de contacto con todo tipo de tradiciones… Hasta el punto de que hace diez años, más o menos, empecé a ofrecer formación en reducción del estrés mediante la meditación.

Béryl

Y luego, en 2017, supimos que mi compañero estaba enfermo y falleció en enero de 2019. Vivíamos en París. Yo sabía que realmente no quería quedarme allí.  Me preguntaba qué debía hacer. Al cabo de dos meses, me fui de viaje con los niños. Regresamos en marzo de 2020, sin saber muy bien dónde echar raíces. En plena pandemia de Covid Nos confinamos en una casa prestada por amigos.

En el verano de 2020, conocí a un hombre, a Bruno que tenía una profunda fe cristiana.  Yo estaba alejadísima del cristianismo. Había buscado en todas partes, pero no el cristianismo y todavía menos en el catolicismo, al que veía como una religión muy culpabilizante.

Pero ahora, busqué un poco más, y empecé a tender puentes con lo poco que conocía del cristianismo. Me impactó extraordinariamente. Sobre todo, el hecho de encontrar una relación con Dios. Antes, yo no Le llamaba así. Le llamaba ‘la Vida’ o ‘el Cosmos’ o ‘la Presencia’. Sentía que formaba parte de algo superior a mí, pero no estaba personificado, no podía relacionarme con ello.

Entonces inicie una relación con Dios. Y era algo extraordinario, tanto más extraordinario cuanto que, en el curso que yo impartía de reducción del estrés, siempre había hablado de que era enormemente importante amarse a uno mismo, y solo a partir del momento en el que uno se ama a sí mismo se puede amar a los demás. .Ésa era la clave fundamental. Yo, racionalmente, estaba convencida, pero… no sabía cómo se hacía. No sabía cómo amarse a uno mismo.

Ahora, en esa relación con Dios, yo podía dirigirme a Alguien que me amaba. Era una dulzura infinita. Así fue mi encuentro con Dios. Y lo curioso es que yo había tenido siempre el sentimiento de que en mi vida había lo que yo denominaba ‘una estrella’. Fue entonces cuando leí en el Evangelio ese pasaje que dice: ‘Mira, estoy de pie a la puerta y llamo. Si alguien escucha mi voz y abre la puerta, entraré en su casa y cenaré con él y él conmigo’ (Ap 3, 20). Eso me sucedió a mí. Y pensé: ‘Realmente, tú llamabas a la puerta desde el principio’. Así fue. Un hermoso encuentro.

Béryl

Vídeo en francés del testimonio de Béryl


Para entrar en el catálogo y en la tienda pincha en la imagen

Esta web utiliza cookies propias para su correcto funcionamiento. Contiene enlaces a sitios web de terceros con políticas de privacidad ajenas que podrás aceptar o no cuando accedas a ellos. Al hacer clic en el botón Aceptar, acepta el uso de estas tecnologías y el procesamiento de tus datos para estos propósitos. Más información
Privacidad